8 de agosto 791 7:15am
El hombre del traje café escudriñaba con la
mirada alzando una ceja e inclinándose hacia atrás como si quisiera verme desde
más lejos, tenía las manos en los bolsillos y su prominente abdomen saltaba al
frente como una gelatina con camisa.
-
Así que vienes recomendado por
Briefs ¿Eh? – inquirió el robusto hombre.
-
… - Asentí y acto seguido me puse
de pie, hombre me extendió su mano para estrecharla.
-
Soy el director de la empresa,
puedes llamarme White.
-
Vegeta – dije al estrecharle la
mano.
-
¡Bien Vegeta! ¿Sabes ya que es lo
que vas a hacer aquí?
-
Aún no.
-
Bueno, según la carta de Briefs,
solo estarás con nosotros el día de hoy, por lo que te pondremos en mensajería local.
-
¿Mensajería local?
-
Ya sabes hombre, repartir el
correo.
-
… - asentí nuevamente con algo de
duda.
Sabia a lo que se refería con mensajería
local, pero no estaba tan seguro de que fuera el trabajo adecuado para mí. White me guio a través del vestíbulo y
entramos a la parte trasera, donde
decenas de personas corrían de un lado a otro, cargando paquetes y sobres
de diversos tamaños. Pequeños vehículos jalaban
remolques cargados de embalaje y otras cuantas personas se mantenían con
las manos ocupadas separando y clasificando la correspondencia que llegaba de
todos lados a través de una intrincada serie de toboganes y tubos presurizados.
Atravesamos toda el área de arribos y salimos
a lo que parecía una especie de garaje, donde se estaban cargando varios
camiones con la paquetería, mientras que varios repartidores entraban y salían en
bicicleta, llevando consigo más paquetes.
-
Te pondremos en una ruta sencilla,
aunque algo larga – dijo White mientras examinaba un tablero electrónico en la
pared que marcaba lo que parecían ser las calles de la ciudad. Presiono un botón
en el tablero, y de una rendija emergió una diminuta tarjeta – Este chip es tu
ruta preestablecida, todo lo que tienes que hacer es ponerlo en tu GPS y te
guiara a tu destino, solo deja las cartas en los buzones, sencillo ¿no?
White tomo un aparato del tamaño de un control
remoto e inserto la tarjeta en este.
-
¿Quieres hacer tu ruta en
bicicleta o prefieres hacerla a pie? – Pregunto White.
-
Iré caminando, no me gustan las
bicicletas – la verdad nunca había conducido una.
-
Bien, entonces comienza lo antes
posible – dijo tendiéndome el aparato y una bolsa de cuero cargada con
correspondencia.
Tras darme unas cuantas indicaciones más, una
camisa de la oficina de correos y una visera, White se despidió de mí y emprendí
mi camino. Eran casi las 9:00am cuando hice mi primera entrega y tras analizar
un poco la ruta del GPS me di cuenta que si lo hacía a la velocidad normal de
un terrícola me tomaría horas. Por lo que usando un tercio de mi velocidad máxima
termine mi labor en tan solo media hora, regresando a la oficina mucho antes de
lo esperado, dejando a White y a los demás repartidores boquiabiertos. En un
principio White temió que hubiera tirado simplemente las cartas por ahí, pero
tras revisar mi GPS y la lista de entrega se dio cuenta de lo contrario, tras
recibir mi pago pensé en volver a casa temprano, pero dado que el trabajo era
muy sencillo acepte ayudar con 5 rutas más, aumentando mi paga por mucho.
1 comentario:
Se está llenando de guita el príncipe saiyajin...màs vale que le compre el anillo deseado a Bulma...
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