Con un estruendo y un intenso resplandor, el chillido
agonizante de Cell se vio superado. Aquella patética criatura por la cual sometí
mi cuerpo a un arduo entrenamiento en la habitación del tiempo había resultado
ser una gran decepción; desde el momento en que di el primer golpe la
diferencia de nuestros poderes se hizo evidente, tras probar los límites de la
fuerza de aquel monstruo me quedo claro que el gran poder al que todos temían
no era nada para el príncipe de los saiyajin. Aburrido y defraudado deje que mi
hijo terminase con la miserable bestia que había comenzado a suplicar
clemencia. Imploraba con su gutural voz que le permitiese encontrar y absorber
al androide No. 18 para así perfeccionar su cuerpo. Sus promesas de un combate
de leyenda apelaron a mi orgullo de saiyajin, pero sin embargo Trunks no le permitió
seguir vendiéndome la idea, lanzo uno de
sus poderes más fuertes haciendo que Cell se desintegrase por completo por
supuesto le reprendí severamente por privarme de una prometedora pelea y por
supuesto por haber tratado de esconderme su verdadero poder, a lo cual se disculpó
diciendo que no quería lastimar mi orgullo por haber incrementado su poder más
que yo.
-
¡Mocoso imbécil! – le espete justo antes de
darle un puñetazo en la barbilla mandándolo al suelo de sentón.
-
¡Pe! ¡¿pero porque me golpeas papa?! – replico
con una mezcla de molestia y sorpresa en su rostro.
-
Hay mucho más en lo que se refiere al poder de
pelea que la fuerza bruta o la cantidad de ki que puedes utilizar, no olvides
que eres mi hijo, el hijo de un príncipe saiyajin, no importa que tan fuerte
creas que te has vuelto, yo siempre poder superarte a ti y al inútil de
Kakarotto…
-
S, si, lo entiendo – asintió bajando la mirada
al suelo.
-
¡Ahora vámonos! Me está empezando a dar hambre.
-
¡Pero los androides 16 y 18 aún deben andar por ahí!
-
¿Y qué importa? Acaso no fue Cell quien absorbió
a No.17 y le dio un paliza al No. 16, esa muñeca mecánica podrá seguir siendo más
fuerte que un súper saiyajin pero tú ya has superado ese poder y por supuesto
un guerrero de clase alta como yo no tendrá ningún problema para derrotarla si
se atreve a aparecer otra vez, ¡Andando!
Sin esperar a su respuesta me eleve en el aire y acelere
para volar en dirección a casa. Lo que hicieran aquellas 2 chatarras parlantes
no me interesaba, ahora tan solo quería relajarme después de mi breve ejercicio
con Cell. A medio camino, Trunks acelero para poderse frente a mí y detenerme.
-
¿Qué demonios quieres ahora?
-
Perdón papa, es solo que acabo de recordar que
todo mundo está en el templo de Kami sama y probablemente mi mama y mi yo de
esta época aun sigan ahí, además el Sr. Goku y Gohan no tienen mucho de haber
entrado a la habitación del tiempo, ¿no crees que sería mejor ir haya?
-
¡Ahg! ¡pero como fastidias!... pero está bien,
quiero restregarle en la cara a Kakarotto que ya no tiene caso que siga
entrenando.
Cambiando de dirección abruptamente nos dirigimos al templo
donde una vez llegados Bulma nos recibió a mí y a Trunks con un abrazo, al
parecer Piccoro había estado viendo toda la pelea Gracias a su habilidad
heredada de Kami sama y les había informado a todos lo sucedido. Para cuando
nos encaminamos hacia el templo principal Kakarotto y Gohan estaban saliendo
del recinto que llevaba a la habitación del tiempo, Mr. Popo había ido a
avisarles de lo sucedido interrumpiendo su entrenamiento; obviamente con Cell
muerto no había necesidad alguna de que siguieran entrenando por un año
completo. Kakarotto y su hijo salieron en su estado natural pero podía sentir
una gran diferencia en su poder de pelea, Gohan además lucía un corte de
cabello distinto al que tenía la última vez que le vi y se había vuelto más
alto y fornido.
-
¡Qué mala suerte! – se quejó Kakarotto – de
verdad quería enfrentarme a Cell.
-
Tal como te lo dije Kakarotto, solo ibas a
perder el tiempo en esa habitación, obviamente ese monstruo no era rival para
la estirpe de elite de lo saiyajin.
-
Es una lástima, justo hace poco Gohan pudo
convertirse en súper saiyajin.
-
¿Lo lograste Gohan? – Pregunto Piccoro
sorprendido por el progreso de su alumno.
-
… Si – respondió el muchacho sonrojándose, pero
sintiéndose orgulloso de sí mismo.
-
¡Muchas felicidades Gohan! – Comento Trunks –
estoy seguro de que te has vuelto muy fuerte.
Kakarotto y Gohan fueron a asearse mientras que Mr. Popo fue
a preparar comida para todos. Mientras esperábamos llego Krillin, quien lucía
algo apesumbrado; nos explicó que trato de convencer a los androides 16 y 18
para que vinieran con él al templo, pero se negaron.
-
¿A caso has perdido la cabeza Krillin? –
Pregunto Trunks con exasperación – ¡Son máquinas asesinas!
-
¡Te equivocas Trunks! 18 no es una mala persona,
ella no tiene la culpa de que ese loco de Maki Gero la convirtiera en un
androide.
-
¡AAH! ¡Ya entiendo! – interrumpió Bulma – A ti
te gusta esa chica ¿verdad Krillin?
-
¡…! ¡No! ¡no que va! – negó con obvia falsedad
sonrojándose hasta las orejas – lo que pasa es que la pobrecita perdió a su
pareja y su único amigo esta lastimado por eso…
-
Tú no sabes de lo que son capaces esos androides
Krillin – Replico nuevamente Trunks.
-
Estas equivocado también Trunks – Menciono
Piccoro – Tras fusionarme con Kami sama comprendí que los androides por si
mismos no eran un peligro, 17 era un chiquillo rebelde que buscaba divertirse y
18 simplemente le seguía el juego… en cuanto a 16… de no ser porque su
principal motivo para existir es destruir a Goku no creo que fuese una razón
para preocuparnos.
-
… - Trunks permaneció callado sin saber que
decir.
-
¡Bah! Se preocupan demasiado – les dije – Aun si
Volviesen a atacarnos, no hay manera de que puedan vencerme ahora que he
superado los poderes de un súper saiyajin ordinario, Inclusive Gohan podría
encargarse de ellos ahora.
-
Como sea, no creo que eso sea importante en este
momento ¿o sí? – interrumpió Bulma con mi hijo en brazos – Mucha gente fue
asesinada por ese monstruo de Cell y no tenemos esferas del dragón para
revivirlos.
-
… Oye Piccoro, ¿no hay manera de que tú y Kami
sama se separen? – pregunto Kakarotto
-
No es posible, una vez que nos fusionamos nunca
volveremos a separarnos, es por eso que Kami se negaba a hacerlo en un
principio.
-
Ya veo es una lástima.
-
No veo para que quieren revivir a una bola de
inútiles – interpuse – son solo insectos que fueron eliminados por esa
cucaracha verde.
-
¡¿Es que acaso es tan difícil para ti sentir
algo de empatía por los demás?! – me replico Bulma a gritos – no se te olvide
que tú mismo reviviste gracias a las esferas del dragón después de que Freezer
te matara.
-
¡Bah! Eso ya es historia pasada, además Cell ya está
muerto, no importa si no tenemos esas dichosas esferas.
-
No digas eso Vegeta, las personas asesinadas por
Cell no tienen la culpa, además ahora que todo volverá a la normalidad la
tierra necesita un Kami sama.
-
Como sea, no es nada que me incumba, Bulma,
Trunks nos vamos a casa – indique.
-
¡Espera Vegeta! – intervino mi mujer – ¡Yo
quiero ver quien será el nuevo Kami sama!
-
¡Humph! ¡Haz lo que se te dé la gana entonces!
Expulsando un poco de mi ki me eleve y me largue del templo
de Kami sama describiendo una parábola por los aires mientras descendía hacia
la tierra. Sin duda este pequeño reproche me traería disgustos más adelante con
Bulma, pero estaba tan cansado y hambriento que decidí no esperar a que dejasen
de hablar de sus tonterías e irme a casa, donde seguro podría disfrutar de
buena comida y un relajante baño. Horas más tarde Bulma y los 2 Trunks
volvieron a casa y por supuesto fue el momento del drama.
-
¡¿Cómo se te ocurre largarte de esa manera
dejándonos a mí y a tus hijos ahí sin más ni más?!
-
¡¿Y qué esperabas mujer?! Acabo de salvar a este
miserable planeta, me estuve rompiendo la espalda un año entero en condiciones
que solo un saiyajin podría soportar y ese insecto de Cell fue una decepción.
-
¡¿Ah sí?! Pues según me dijo Trunks fue el quien
aniquilo a Cell – note como a espaldas de Bulma mi hijo del futuro se crispo
como si lo hubiesen delatado en una travesura.
-
Eso fue solo porque yo le deje hacerlo, no me
iba a dar ninguna satisfacción acabar con esa basura así que deje que él se
encargara.
-
Bueno, como sea – intervino la madre de Bulma –
lo importante es que la tierra se salvó y nadie más tuvo que morir.
-
Ya lo sé mama pero aun así mucha gente perdió la
vida por culpa de ese monstruo, Goku y Piccoro se quedaron en el templo de Kami
sama tratando de hallar una solución.
Afortunadamente la intervención de la madre de Bulma disipo
la tensión causada por ella, y pude pasar el resto del día descansado; Trunks por su parte decidió
quedarse un poco más de tiempo dado que no había realmente una razón para
volver al futuro de inmediato, mientras tanto Bulma y su madre volvieron a la
interminable labor de consentir al bebe Trunks, lo cual me parecía absurdo,
¿Cómo iba a convertirse en un guerrero si literalmente le estaban cambiando los
pañales? No me quedaba la menor duda de que la tierra estaba sumamente retrasada
en lo que se refería al cuidado y crianza infantil. Algunas semanas más tarde
Krillin se presentó en nuestra casa.
-
¡Hola muchachos! – Saludo el calvo al entrar en
la sala - ¿Cómo han estado?
-
¡Hola Krillin! – respondió Bulma - ¿Por qué
vienes de traje? – pregunto refiriéndose al traje gris que vestía.
-
¡Ah! Es que voy de camino al día de campo que
organizamos para celebrar que la tierra se salvó y vine a invitarlos a ti y a
tu familia.
-
¡Que excelente idea! – contestó Bulma.
-
Muchas gracias Krillin – agrego mi hijo del
futuro.
-
¡Pse! Hagan lo que quieran, a mí no me interesa
– les dije.
-
No seas así Vegeta, habrá música, juegos –
explico Krillin.
-
Dije que no me interesa.
-
Habrá mucha comida – su ultimo comentario si llamo
mi atención pero la idea de tener que aguantar a aquella banda de idiotas me
seguía disuadiendo.
-
Aun así no iré – volví a negarme cruzándome de
brazos.
-
… además no sería lo mismo si no vas, después de
todo tu Trunks son los invitados de honor.
-
¡…! ¿Qué dijiste? – voltee con sorpresa hacia el
enano al escuchar sus palabras.
-
Pues sí, ustedes fueron quienes al final
derrotaron a Cell, quizás no fue el oponente indicado para ti Vegeta, pero eso
no cambia que tú nos salvaste a todos y Trunks por supuesto.
-
¡Ja! Lo divertido es que sé que solo me estas
masajeando el ego… pero tienes razón, es gracias a mí que siguen vivos; ¡está
bien! iré a su tonta celebración.
Luego de un rápido baño y vestirme con mi traje de batalla
estaba listo para ir a que me honrasen; Bulma por supuesto se quejó de mi
vestimenta exigiendo que vistiera de manera más normal, a lo que respondí que
esta era la manera normal de vestir de un saiyajin. Aunque hubiera preferido
volar al lugar de la reunión accedí a viajar con todos en un avión de la
corporación capsula, claro está que el viaje fue menos que placentero al tener
que escuchar las insulsas platicas de los demás. Cuando aterrizamos me di
cuenta que había otros tantos campistas en sus propios lugares con manteles
tendidos por todos lados, a pesar de lo espacioso del parque en donde estábamos
el ruido era bastante fuerte. En el aire se podían ver los pétalos de cerezo
revoloteando por ahí, en el lugar que estaba reservado para nosotros ya se
encontraban el maestro Roshi, ese cerdo llamado Oolong y Gohan pero no puede
ver a Kakarotto o su mujer por ningún lado.
-
Oye Gohan – llame la atención del joven - ¿en dónde
está el inútil de tu padre?
-
¡Hola Vegeta! No pudieron venir, mi papa si
quería pero mi mama dijo que tenían que ir a la entrevista para inscribirme en
una escuela.
-
¡Es cierto! Tu mama me dijo que querías entrar a
la secundaria – comento Bulma.
-
¡Sí! La verdad es que quiero pasar más tiempo
fuera de casa – dijo guiñándonos un ojo con picardía.
-
¡Bah! Yo esperaba que ese insecto estuviera ya
acaparando la comida… bueno él se lo pierde.
Pronto todos comenzaron a acomodar los alimentos y bebidas,
el maestro Roshi había traído bastantes botellas de licor y a juzgar por su
cara sonrojada había empezado a “celebrar” antes de tiempo. Mientras tanto
Krillin improvisaba un escenario con una cajas de madera y Gohan y Trunks lo
ayudaban a acomodar una máquina de Karaoke, según el para que todos cantaran.
Por supuesto yo como el invitado de honor simplemente me puse cómodo y vi como
preparaban la fiesta. A pesar de todo, debo admitir que disfrute hasta cierto
grado de la reunión, había mucha comida y aunque no suelo beber algunas de las
selecciones del anciano fueron bastante interesantes y aunque Bulma estuvo la
mayor parte del tiempo reclamándome por haberla dejado en el templo de Kami
sama, también se alegró de que la amenaza de Cell hubiese sido eliminada. La
fiesta llevaba ya un par de horas, el maestro Roshi ya estaba algo ebrio para
entonces y estaba haciendo trucos y malabares con los platos, Bulma y sus
padres estaban como de costumbre consintiendo a mi hijo él bebe Trunks,
mientras que su versión del futuro parecía disfrutar con nerviosismo de la
celebración, imagine que nunca antes había experimentado algo asi en ese futuro
de porquería del que había venido; fue entonces cuando mi estómago lleno y
contento me dijo que era buen momento para tomar una siesta, me fui a sentar
junto a un árbol cercano y me recargue en su tronco, cerré los ojos y me
dispuse a reposar.
-
¡EEEEN EEEESTOOOOOS MOOOMEEEEENTOOOOS! – el
estridente sonido de una voz semejante a un gato siendo atropellado me despertó
repentina, mire en dirección a aquel escándalo y vi a Krillin parado sobre la
caja, con micrófono en mano y cantando a todo pulmón - ¡MI AMOR SEE
ENCUEEENTRAAAA!...
-
¡Ughn! ¡ese miserable merece la muerte! – me
dije a mi mismo lamentándome por haber sido despertado de mi siesta.
De repente sentí una gran cantidad de presciencias
aproximándose, los ki que sentía no eran muy grandes, pero eran muchos juntos a
la vez y se acercaban a nuestra ubicación, luego de unos segundos el cielo se oscureció
y los alaridos de Krillin se vieron opacados por el estruendo que resonaba
alrededor. Una enorme nave espacial con la forma de un huevo aterrizo en el
parque espantando a las demás personas presentes, haciendo que huyeran
despavoridos. La nave quedo a unos quinientos metros de donde nos
encontrábamos y abrió de pronto su
enorme compuerta desplegando a la vez una rampa de la cual descendieron una
centena de hombres ataviados en trajes de combate de color azul y protectores
purpura; corrieron en dirección a nosotros, o mejor dicho hacia mi
específicamente, al acercarse más puede darme cuenta de que no eran humanos por
el color verdoso de su piel. Pronto se aglomeraron frente a mi postrándose con
una rodilla al suelo.
-
¡Señor Vegeta! – dijo el que quedo frente a mí
con un tono solemne.
-
¡¿Quién rayos son ustedes?! – pregunte mientras
me ponía de pie, entonces vi a un hombre envuelto en una capa blanca
aproximarse con paso lento pero firme.
-
Lo buscamos por todas partes su majestad… - los
demás hombres de uniforme le abrieron el paso indicando así que era su líder,
pero para mi sorpresa este también se arrodillo ante mí. Al verlo de cerca vi
la familiar armadura de combate bajo su capa, su cabello erizado y su cola lo
delataron.
-
¡Ju! Tu eres un saiyajin – aseveré sintiendo una
grata sorpresa en mi ser.
-
Si su alteza, mi nombre es Paragus.
Note entonces que era tuerto del ojo izquierdo que estaba
cerrado con una enorme cicatriz, tenía un espeso bigote y el color oscuro de su
piel indicaba que era de edad avanzada.
-
¿De qué agujero saliste? y ¿cómo es que
sobreviviste a la destrucción del planeta Vejita?
-
He venido de la galaxia del sur mi señor, yo y
mi hijo estábamos fuera del planeta cuando este estallo y vagamos sin rumbo por
el cosmos hasta asentarnos en un lejano planeta de esa galaxia, aunque no soy más
que un simple soldado de clase baja igual que mi hijo, logramos apoderarnos del
planeta y con el tiempo amase fortuna conquistando planetas aledaños y fui
reuniendo a los hombres que ve frente a usted.
-
Ya veo, pero eso no explica porque estás aquí.
-
Hace un par de años recibí información acerca de
que un súper saiyajin había derrotado al temible Freezer y eso me impulso a
buscarle, con el tiempo descubrí de la existencia de los demás sobrevivientes
de nuestro planeta, y por supuesto de usted su majestad.
-
¡Déjate de estupideces! Si bien soy el príncipe
de los saiyajin, es solo un título que conservo por mi orgullo, no hay nada
sobre que clamar mi derecho real.
-
En eso se equivoca majestad, precisamente he
venido por usted porque hemos dedicado estos años a la creación de un nuevo
planeta Vejita y por supuesto no hay nadie más apto que usted para ascender al
trono.
-
¡Papa! – Llamo mi hijo del futuro acercándose -
¿No te parece muy extraño que después de tantos años llegue este hombre a
simplemente ofrecerte un planeta entero?
-
¿”Papa”?
- indago Paragus – Majestad ¿A caso este joven es su vástago?
-
Vergonzosamente así es… - respondí mordazmente
lanzando una mirada reprobatoria al muchacho – deberás disculpar su
imprudencia, no es un saiyajin de sangre pura como tú y yo… sin embargo tiene
razón, no veo porque no habrías de tomar el poder para ti mismo.
-
… - Paragus se puso de pie y se cuadro en posición
de firmes llevando su mano derecha sobre el pecho y haciendo una reverencia -
¡Yo soy un leal sirviente de la familia real! – declaro con fervor – al
enterarme que el legítimo heredero al trono seguía con vida mi corazón se llenó
de júbilo y por eso he venido para cumplir mi deber para con usted rey Vegeta –
dijo Paragus enfatizando mi título y nombre.
-
Tu lealtad parece legitima – le dije – pero aun
no creo que esa sea la única razón por la que has venido.
-
Hace usted gala de la perspicacia propia de su linaje
majestad… tiene razón, también he venido a solicitar su ayuda… - Paragus hizo
una pausa y su expresión se volvió sombría
– un saiyajin ha aparecido en la galaxia del sur, el legendario súper saiyajin.
-
¡¿Qué has dicho?!
-
Ese legendario súper saiyajin está causando un
gran alboroto en la galaxia del sur y ya ha destruido varios planetas, si no
hacemos algo para detenerlo, destruirá nuestro nuevo planeta Vejita… el único
capaz de derrotar al súper saiyajin legendario es usted rey Vegeta, le pido que
lo considere.
-
¡Hump! – me di la vuelta para darle la espalda y
camine unos pasos frente a mí, sus declaraciones y aunque la idea de reclamar
el trono de mi heredad era atractiva, esta palidecía ante la existencia de ese
supuesto “súper saiyajin legendario” era prometedora, después de la decepción
que fue Cell mi sangre guerrera ansiaba un desafío de verdad, más aun si me
daba la oportunidad de probarme como el saiyajin más poderoso del universo. -
el súper saiyajin legendario de la galaxia del sur – me dije a mi mismo -
¿Quién será?
-
¡Papa! – grito Trunks corriendo hacia mi para
encararme - ¡No vayas! Lo que está diciendo son mentiras.
-
¡Paragus! Llévame a ese lugar – ordene dándole
la espalda a mi hijo esta vez, no iba a dejar que se entrometiera en mi camino
como lo había hecho con Cell.
-
¡Espera! – pidió mi hijo siguiéndome.
-
… - Paragus asintió en silencio y tras pasar
junto a el note como se interpuso en el camino de Trunks – Usted… también puede
venir, ya que posee sangre de los guerreros saiyajin, mi buen príncipe Trunks.
Aborde la Nave seguido de Trunks, Paragus y mi nuevo sequito
de soldados, Gohan, Krillin y compañía insistieron en venir también, sin
embargo Bulma prefirió quedarse en la tierra cuidando del bebe Trunks… ella se
lo perdía. El interior de la nave era sorprendente mente sencillo, un enorme
hangar con vehículos, zona de carga para provisiones y lo que parecía ser el
acceso a la sala de motores, hacia arriba se encontraban tres niveles más; el
primero consistía en el área común, donde los alimentos se preparaban y se
consumían así como también el área médica. El segundo nivel era el que
albergaba los camarotes de la tripulación, los cuales contaban solo con lo
necesario para cumplir con sus necesidades
sanitarias y de descanso. El ultimo nivel estaba dividido en dos partes,
la sala de mando y un camarote maestro el cual Paragus prontamente me ofreció a
mí y Trunks, como era de esperarse lo acepte sin reparar en absoluto en su
oferta, así mismo procuro alojamiento para los demás insectos que nos acompañaban;
Paragus además explico que el viaje solo tomaría 3 días una vez que saliésemos
del sistema solar terrestre, lo cual tomaría unos pocos minutos.
-
Explícame una cosa Paragus – le pregunte
mientras cenábamos a bordo de la nave la primera noche de la travesía – pareces
muy familiarizado con las costumbres de la corte real saiyajin para ser un
soldado de clase baja.
-
Disculpe por no haber sido claro, en efecto soy
de clase baja, pero me desempeñaba como guardia del palacio o mejor dicho en la
ciudadela, nunca tuve el honor de servir a su padre.
-
No termino de entender eso de las clases papa –
intervino mi hijo.
-
Es porque eres un mestizo sin la crianza
adecuada.
-
Si me lo permite su majestad, yo se lo explicare
con gusto – ofreció Paragus – vera usted joven príncipe, todo saiyajin nacido
en el planeta Vejita era evaluado al momento de nacer, su calidad como guerrero
determinaba su clase y su aptitud para la batalla, un saiyajin de clase baja
como yo no se compara con alguien de su linaje, que por supuesto es el de su
padre, cuya herencia es la más grande en los siglos de la casa de Gaimoya.
-
¿Gaimoya? – pregunto intrigado Gohan quien había
estado escuchando con interés.
-
No creo que lo entiendas niño, es una leyenda
saiyajin.
-
Te equivocas Paragus, este niño también es un
saiyajin.
-
… - Paragus lo miro sorprendido por un momento –
es increíble, a penas y puedo notarlo pero en efecto este niño también tiene
sangre saiyajin. ¿Él es también su vástago su majestad?
-
Él también es un mestizo, pero este mocoso no es
hijo mío, es hijo de un saiyajin de clase baja, Kakarotto hijo de Bardock.
-
… - Paragus se quedó atónito por un momento – Increíble,
ahora que lo veo bien puedo ver el parecido… ¿Cómo te llamas niño?
-
Mi nombre es Son Gohan – había cierta molestia
en el tono del muchacho, probablemente dirigida a mi indirectamente por el
comentario sobre su padre.
-
Es un gusto conocerte Songo’an hijo de
Kakarotto.
-
Puede llamarme Gohan, y el nombre de mi padre es
Son Goku.
-
¿Songaku? – pregunto Paragus extrañado ante esta
información volteando a verme.
-
Es una larga y penosa historia – le respondí –
cuando Kakarotto llego a la tierra siendo un bebe se golpeó la cabeza y perdió
todo recuerdo sobre el planeta Vejita y su origen, no fue sino hasta que su
hermano Raditz fue a buscarlo que descubrió la verdad sobre sí mismo… en
resumen lo único que tiene de saiyajin es su ascendencia.
-
Ya veo… - Paragus pareció sopesar una idea en su
mente por un momento y luego volvió a mirar a Gohan – No conocí a tu abuelo
personalmente, pero si escuche historias acerca de él y su escuadrón.
Luego de la cena Nos retiramos a nuestros camarotes, a pesar
de que le dije a Trunks que se fuera a dormir a uno de los camarotes de la
tripulación el muy necio insistió en quedarse en el mismo que yo, no lo culpe,
seguramente el quedarse a dormir con aquella muchedumbre no habría de ser
agradable. El camarote maestro era todo menos lujoso, pero definitivamente más cómodo
que los demás, una amplia cama, un sillón y un modesto escritorio que me
imagino servía como mesa de trabajo para el capitán de la nave, además contaba
con un sanitario privado lo cual era una gran ventaja.
-
Yo tomare la cama – le indique a Trunks – tu
puedes dormir en el sillón.
-
Espera papa…
-
¡No vamos a dormir en la misma cama!
-
¡No! No es eso… - replico sonrojándose – ¿en
serio crees lo que Paragus dice sobre ser el nuevo rey de los saiyajin?
-
Ni por un momento.
-
Entonces ¿Por qué aceptaste venir?
-
¡No puedo creer que seas mi hijo! ¿A caso no es
obvio? Si ese legendario super saiyajin es real debo encontrarlo… y derrotarlo.
-
¿Entonces quieres salvar la galaxia del sur? –
pregunto mi hijo visiblemente confundido.
-
No cabe duda que los genes de tu padre son
dominantes en ti… ¡por supuesto que no tarado! – me gire para verle y apreté mi
puño frente a su cara haciéndolo respingar - ¡soy el príncipe de los saiyajin!
¡soy súper Vegeta! ¡no puedo permitir que exista alguien mas fuerte que yo!
-
¿Es que acaso no te importa otra cosa que tu
orgullo?
-
¡Por supuesto! – me encare a la cama y de un
salto me lance a ella – ahora cierra la boca, quiero dormir.
Me gire sobre el colchón dándole la espalda y me dispuse a
dormir con la esperanza de que mi hijo dejase de fastidiar el resto del viaje.
Durante los siguientes 2 días que duro el viaje Gohan solicito comunicarse a la
tierra con Bulma para que le avisaran a su madre de su paradero, por fortuna
las comunicaciones de la nave le permitieron enviar un mensaje aunque solo fuera de una sola vía, de acuerdo
con Paragus para cuando lo recibieran en la tierra y respondieran, estaríamos
fuera de la galaxia norte dificultando que la señal nos alcanzase. Por su
parte, Krillin y Oolong lidiaban con la borrachera del maestro Roshi quien
aparentemente había bebido tanto que no se le había bajado, aunque creo que es más
probable que hubiese traído mas licor de contrabando, ese anciano tiene trucos
bajo la manga que nunca dejan de sorprenderme. En cuanto a Trunks, pareció
resignarse a no poder convencerme de volver, además ya habíamos pasado el punto
de no retorno, tendríamos que esperar a llegar a Nuevo Vejita y repostar para
volver a la tierra; y fue al inicio del tercer día cuando por fin tuve la
primera vista del planeta, a deferencia de mi planeta natal este lucia más como
la tierra azul en lugar del color rojizo del planeta Vejita, y su tamaño no era
tan grande como el de este, así que probablemente su gravedad sería menor
también.
-
Sé que no se parece a nuestro verdadero hogar
majestad – menciono Paragus mientras observaba el planeta a través del enorme
domo de cristal reforzado en la parte
superior de la nave – Pero hemos progresado bastante en las labores de
construcción para hacerlo un lugar apto para nosotros.
-
No soy un idiota sentimental Paragus, no me
importa de qué color sea un planeta o su civilización, el verdadero hogar de
los saiyajin es el campo de batalla después de todo.
-
Tiene usted razón majestad.
-
Señor Paragus, nos aproximamos a la órbita de
Nuevo Vejita, estamos por comenzar las maniobras de aterrizaje – indico uno de
los operadores de la nave desde su consola de mando.
-
Sera mejor asegurarnos en nuestros asientos
Majestad.
Hicimos como Paragus sugirió y nos sentamos en los asientos,
luego de colocarnos los cinturones de seguridad la nave giro sobre sí misma
para dejar sus motores en dirección al planeta, conforme descendimos pude
sentir el cambio en la gravedad y la inercia de la nave sobre mi cuerpo
mientras se alineaba con su sitio de aterrizaje. En pocos minutos estábamos
bajando hacia el hangar donde se encontraban los vehículos que vi al abordar la
nave; Paragus dijo que lo apropiado para la realeza era viajar en transporte, así
que le permite complacerme. Al abrirse la compuerta de la nave pude ver un
largo sendero labrado a lo largo de la montaña que iba desde el sitio donde
aterrizo la nave hasta un castillo que se encontraba al filo de un risco.
-
Pero si es… - las palabras salieron de mi boca y
por primera vez un sentimiento de nostalgia me abordo al ver la tan familiar edificación.
-
Me enorgullece que lo halla notado – comento
Paragus sonriendo – Fue principalmente por ese risco que elegí este planeta y
me decidí a construir una réplica del palacio real ahí… debo admitir que está
lejos de igualar al original, pero espero sea de su agrado.
-
Quiero verlo… - exprese con tranquilidad y partí
con Paragus hacia el castillo, seguido por sus hombre y mis acompañantes en
otros vehículos.
-
Han pasado treinta años desde que Freezer
destruyo el planeta Vejita… - dijo Paragus mientras íbamos de camino – y mi
gran deseo siempre fue edificar un planeta muy parecido al lugar donde solíamos
vivir, también no perdía las esperanzas de que algún día vengaríamos la muerte
de su padre el rey Vegeta, creo que al menos eso es lo que haría uno de
nosotros – sus palabras sonaban llenas de añoranza y su único ojo brillaba con
la fe de su deseo – lo mejor es que finalmente lo hemos encontrado a usted para
que juntos podamos construir una civilización.
Al llegar al castillo fuimos recibidos por una multitud de
hombres de distintas especies ataviados en los mismos uniformes que la
tripulación de la nave.
-
¡VIVA EL REY VEGETA! – vitorearon fuertemente a
mi llegada.
-
Estos súbditos han sido reunidos de distintos
lugares de la galaxia y lo estaban esperando a usted su majestad – Explico
Paragus. Los súbditos nos abrieron paso y a la entrada del castillo se encontraba
un joven alto y fornido de largo cabello negro, llevaba el torso
descubierto accesorios de metal dorado y
gemas, la expresión de su rostro era melancólica, mire a Paragus esperando que
le presentara.
-
Él es mi hijo, estará a su servicio cuando usted
guste.
-
Majestad, mi nombre es Broly – dijo el joven son
una suave pero profunda voz.
-
Se ve que tú también eres un saiyajin – le dije.
-
Así es majestad – contesto asintiendo con
tranquilidad. Nos encaminábamos hacia el interior cuando un súbdito se acercó
corriendo y se puso a una rodilla ante mí.
-
¡Majestad! ¡acaban de informarnos que el
legendario súper saiyajin ha aparecido!
-
¡¿Qué?! – pregunte girándome hacia aquel hombre
– Tendré que partir de inmediato para ejecutar a ese supuesto súper saiyajin,
¡Broly, tu vendrás conmigo!
-
¡No lo hagas! –protesto Trunks - ¡es peligroso
arriesgar la vida así nada más! ¡antes de actuar debemos reunir más información!
-
¡No necesito que un cobarde me acompañe! – respondí
despechando a mi decepcionante hijo - ¡Broly, date prisa!
-
¡Espera papa!
Volamos hacia la nave sin esperar a los demás hombres,
quienes se apresuraron a subir a los transportes para volver al sitio de
aterrizaje, en pocos minutos la nave estaba lista y las coordenadas de conde se
había avistado a nuestro objetivo fueron introducidas en la computadora de
navegación, partimos en búsqueda del legendario súper saiyajin.
De acuerdo con el informe al menos una centena de sistemas
planetarios habían sido diezmados a lo largo de los últimos quince años por ese
súper saiyajin que tanto temía Paragus, por eso mismo capturo sobrevivientes de
distintos planetas uniéndolos bajo la amenaza de aquel destructor; además de
soldados, también reunió artesanos, agricultores, científicos y cuanto
sobreviviente pudo encontrar que hubiese quedado tras haber sido víctimas de un
ataque. En otros casos era el mismo Paragus junto con sus fuerzas quienes
atacaban y saqueaban planetas aledaños, pero al parecer hace 5 años el peligro
del súper saiyajin legendario se volvió más presente cuando los planetas de las
orbitas exteriores fueron atacados, algunos de ellos reducidos por completo a
polvo estelar.
-
¿Cómo es que tu padre esta tan seguro de que ese
saiyajin los atacara? – le pregunte Broly quien llevaba ya rato en silencio.
-
No lo sé… pero según dicen los sobrevivientes de
otros planetas es un ser extremadamente poderoso y está siempre envuelto en una
ahora dorada.
-
Quizás no lo sepas, pero yo también soy un súper
saiyajin, también mi hijo y ese otro mocoso Gohan lo son.
-
No me sorprende su Majestad, mi padre investigo
mucho sobre usted y la tierra antes de ir a buscarlo, sabemos sobre su gran
poder.
-
Me alegra que lo tengas claro.
Fin de la parte 1
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