martes, 1 de enero de 2019

Las Memorias de Vegeta: El Poder Invencible (Parte 1)


Con un estruendo y un intenso resplandor, el chillido agonizante de Cell se vio superado. Aquella patética criatura por la cual sometí mi cuerpo a un arduo entrenamiento en la habitación del tiempo había resultado ser una gran decepción; desde el momento en que di el primer golpe la diferencia de nuestros poderes se hizo evidente, tras probar los límites de la fuerza de aquel monstruo me quedo claro que el gran poder al que todos temían no era nada para el príncipe de los saiyajin. Aburrido y defraudado deje que mi hijo terminase con la miserable bestia que había comenzado a suplicar clemencia. Imploraba con su gutural voz que le permitiese encontrar y absorber al androide No. 18 para así perfeccionar su cuerpo. Sus promesas de un combate de leyenda apelaron a mi orgullo de saiyajin, pero sin embargo Trunks no le permitió seguir vendiéndome la idea,  lanzo uno de sus poderes más fuertes haciendo que Cell se desintegrase por completo por supuesto le reprendí severamente por privarme de una prometedora pelea y por supuesto por haber tratado de esconderme su verdadero poder, a lo cual se disculpó diciendo que no quería lastimar mi orgullo por haber incrementado su poder más que yo.

-          ¡Mocoso imbécil! – le espete justo antes de darle un puñetazo en la barbilla mandándolo al suelo de sentón.
-          ¡Pe! ¡¿pero porque me golpeas papa?! – replico con una mezcla de molestia y sorpresa en su rostro.
-          Hay mucho más en lo que se refiere al poder de pelea que la fuerza bruta o la cantidad de ki que puedes utilizar, no olvides que eres mi hijo, el hijo de un príncipe saiyajin, no importa que tan fuerte creas que te has vuelto, yo siempre poder superarte a ti y al inútil de Kakarotto…
-          S, si, lo entiendo – asintió bajando la mirada al suelo.
-          ¡Ahora vámonos! Me está empezando a dar hambre.
-          ¡Pero los androides 16 y 18 aún deben andar por ahí!
-          ¿Y qué importa? Acaso no fue Cell quien absorbió a No.17 y le dio un paliza al No. 16, esa muñeca mecánica podrá seguir siendo más fuerte que un súper saiyajin pero tú ya has superado ese poder y por supuesto un guerrero de clase alta como yo no tendrá ningún problema para derrotarla si se atreve a aparecer otra vez, ¡Andando!

Sin esperar a su respuesta me eleve en el aire y acelere para volar en dirección a casa. Lo que hicieran aquellas 2 chatarras parlantes no me interesaba, ahora tan solo quería relajarme después de mi breve ejercicio con Cell. A medio camino, Trunks acelero para poderse frente a mí y detenerme.

-          ¿Qué demonios quieres ahora?
-          Perdón papa, es solo que acabo de recordar que todo mundo está en el templo de Kami sama y probablemente mi mama y mi yo de esta época aun sigan ahí, además el Sr. Goku y Gohan no tienen mucho de haber entrado a la habitación del tiempo, ¿no crees que sería mejor ir haya?
-          ¡Ahg! ¡pero como fastidias!... pero está bien, quiero restregarle en la cara a Kakarotto que ya no tiene caso que siga entrenando.

Cambiando de dirección abruptamente nos dirigimos al templo donde una vez llegados Bulma nos recibió a mí y a Trunks con un abrazo, al parecer Piccoro había estado viendo toda la pelea Gracias a su habilidad heredada de Kami sama y les había informado a todos lo sucedido. Para cuando nos encaminamos hacia el templo principal Kakarotto y Gohan estaban saliendo del recinto que llevaba a la habitación del tiempo, Mr. Popo había ido a avisarles de lo sucedido interrumpiendo su entrenamiento; obviamente con Cell muerto no había necesidad alguna de que siguieran entrenando por un año completo. Kakarotto y su hijo salieron en su estado natural pero podía sentir una gran diferencia en su poder de pelea, Gohan además lucía un corte de cabello distinto al que tenía la última vez que le vi y se había vuelto más alto y fornido.

-          ¡Qué mala suerte! – se quejó Kakarotto – de verdad quería enfrentarme a Cell.
-          Tal como te lo dije Kakarotto, solo ibas a perder el tiempo en esa habitación, obviamente ese monstruo no era rival para la estirpe de elite de lo saiyajin.
-          Es una lástima, justo hace poco Gohan pudo convertirse en súper saiyajin.
-          ¿Lo lograste Gohan? – Pregunto Piccoro sorprendido por el progreso de su alumno.
-          … Si – respondió el muchacho sonrojándose, pero sintiéndose orgulloso de sí mismo.
-          ¡Muchas felicidades Gohan! – Comento Trunks – estoy seguro de que te has vuelto muy fuerte.

Kakarotto y Gohan fueron a asearse mientras que Mr. Popo fue a preparar comida para todos. Mientras esperábamos llego Krillin, quien lucía algo apesumbrado; nos explicó que trato de convencer a los androides 16 y 18 para que vinieran con él al templo, pero se negaron.

-          ¿A caso has perdido la cabeza Krillin? – Pregunto Trunks con exasperación – ¡Son máquinas asesinas!
-          ¡Te equivocas Trunks! 18 no es una mala persona, ella no tiene la culpa de que ese loco de Maki Gero la convirtiera en un androide.
-          ¡AAH! ¡Ya entiendo! – interrumpió Bulma – A ti te gusta esa chica ¿verdad Krillin?
-          ¡…! ¡No! ¡no que va! – negó con obvia falsedad sonrojándose hasta las orejas – lo que pasa es que la pobrecita perdió a su pareja y su único amigo esta lastimado por eso…
-          Tú no sabes de lo que son capaces esos androides Krillin – Replico nuevamente Trunks.
-          Estas equivocado también Trunks – Menciono Piccoro – Tras fusionarme con Kami sama comprendí que los androides por si mismos no eran un peligro, 17 era un chiquillo rebelde que buscaba divertirse y 18 simplemente le seguía el juego… en cuanto a 16… de no ser porque su principal motivo para existir es destruir a Goku no creo que fuese una razón para preocuparnos.
-          … - Trunks permaneció callado sin saber que decir.
-          ¡Bah! Se preocupan demasiado – les dije – Aun si Volviesen a atacarnos, no hay manera de que puedan vencerme ahora que he superado los poderes de un súper saiyajin ordinario, Inclusive Gohan podría encargarse de ellos ahora.
-          Como sea, no creo que eso sea importante en este momento ¿o sí? – interrumpió Bulma con mi hijo en brazos – Mucha gente fue asesinada por ese monstruo de Cell y no tenemos esferas del dragón para revivirlos.
-          … Oye Piccoro, ¿no hay manera de que tú y Kami sama se separen? – pregunto Kakarotto
-          No es posible, una vez que nos fusionamos nunca volveremos a separarnos, es por eso que Kami se negaba a hacerlo en un principio.
-          Ya veo es una lástima.
-          No veo para que quieren revivir a una bola de inútiles – interpuse – son solo insectos que fueron eliminados por esa cucaracha verde.
-          ¡¿Es que acaso es tan difícil para ti sentir algo de empatía por los demás?! – me replico Bulma a gritos – no se te olvide que tú mismo reviviste gracias a las esferas del dragón después de que Freezer te matara.
-          ¡Bah! Eso ya es historia pasada, además Cell ya está muerto, no importa si no tenemos esas dichosas esferas.
-          No digas eso Vegeta, las personas asesinadas por Cell no tienen la culpa, además ahora que todo volverá a la normalidad la tierra necesita un Kami sama.
-          Como sea, no es nada que me incumba, Bulma, Trunks nos vamos a casa – indique.
-          ¡Espera Vegeta! – intervino mi mujer – ¡Yo quiero ver quien será el nuevo Kami sama!
-          ¡Humph! ¡Haz lo que se te dé la gana entonces!

Expulsando un poco de mi ki me eleve y me largue del templo de Kami sama describiendo una parábola por los aires mientras descendía hacia la tierra. Sin duda este pequeño reproche me traería disgustos más adelante con Bulma, pero estaba tan cansado y hambriento que decidí no esperar a que dejasen de hablar de sus tonterías e irme a casa, donde seguro podría disfrutar de buena comida y un relajante baño. Horas más tarde Bulma y los 2 Trunks volvieron a casa y por supuesto fue el momento del drama.

-          ¡¿Cómo se te ocurre largarte de esa manera dejándonos a mí y a tus hijos ahí sin más ni más?!
-          ¡¿Y qué esperabas mujer?! Acabo de salvar a este miserable planeta, me estuve rompiendo la espalda un año entero en condiciones que solo un saiyajin podría soportar y ese insecto de Cell fue una decepción.
-          ¡¿Ah sí?! Pues según me dijo Trunks fue el quien aniquilo a Cell – note como a espaldas de Bulma mi hijo del futuro se crispo como si lo hubiesen delatado en una travesura.
-          Eso fue solo porque yo le deje hacerlo, no me iba a dar ninguna satisfacción acabar con esa basura así que deje que él se encargara.
-          Bueno, como sea – intervino la madre de Bulma – lo importante es que la tierra se salvó y nadie más tuvo que morir.
-          Ya lo sé mama pero aun así mucha gente perdió la vida por culpa de ese monstruo, Goku y Piccoro se quedaron en el templo de Kami sama tratando de hallar una solución.

Afortunadamente la intervención de la madre de Bulma disipo la tensión causada por ella, y pude pasar el resto del día  descansado; Trunks por su parte decidió quedarse un poco más de tiempo dado que no había realmente una razón para volver al futuro de inmediato, mientras tanto Bulma y su madre volvieron a la interminable labor de consentir al bebe Trunks, lo cual me parecía absurdo, ¿Cómo iba a convertirse en un guerrero si literalmente le estaban cambiando los pañales? No me quedaba la menor duda de que la tierra estaba sumamente retrasada en lo que se refería al cuidado y crianza infantil. Algunas semanas más tarde Krillin se presentó en nuestra casa.

-          ¡Hola muchachos! – Saludo el calvo al entrar en la sala - ¿Cómo han estado?
-          ¡Hola Krillin! – respondió Bulma - ¿Por qué vienes de traje? – pregunto refiriéndose al traje gris que vestía.
-          ¡Ah! Es que voy de camino al día de campo que organizamos para celebrar que la tierra se salvó y vine a invitarlos a ti y a tu familia.
-          ¡Que excelente idea! – contestó Bulma.
-          Muchas gracias Krillin – agrego mi hijo del futuro.
-          ¡Pse! Hagan lo que quieran, a mí no me interesa – les dije.
-          No seas así Vegeta, habrá música, juegos – explico Krillin.
-          Dije que no me interesa.
-          Habrá mucha comida – su ultimo comentario si llamo mi atención pero la idea de tener que aguantar a aquella banda de idiotas me seguía disuadiendo.
-          Aun así no iré – volví a negarme cruzándome de brazos.
-          … además no sería lo mismo si no vas, después de todo tu Trunks son los invitados de honor.
-          ¡…! ¿Qué dijiste? – voltee con sorpresa hacia el enano al escuchar sus palabras.
-          Pues sí, ustedes fueron quienes al final derrotaron a Cell, quizás no fue el oponente indicado para ti Vegeta, pero eso no cambia que tú nos salvaste a todos y Trunks por supuesto.
-          ¡Ja! Lo divertido es que sé que solo me estas masajeando el ego… pero tienes razón, es gracias a mí que siguen vivos; ¡está bien! iré a su tonta celebración.

Luego de un rápido baño y vestirme con mi traje de batalla estaba listo para ir a que me honrasen; Bulma por supuesto se quejó de mi vestimenta exigiendo que vistiera de manera más normal, a lo que respondí que esta era la manera normal de vestir de un saiyajin. Aunque hubiera preferido volar al lugar de la reunión accedí a viajar con todos en un avión de la corporación capsula, claro está que el viaje fue menos que placentero al tener que escuchar las insulsas platicas de los demás. Cuando aterrizamos me di cuenta que había otros tantos campistas en sus propios lugares con manteles tendidos por todos lados, a pesar de lo espacioso del parque en donde estábamos el ruido era bastante fuerte. En el aire se podían ver los pétalos de cerezo revoloteando por ahí, en el lugar que estaba reservado para nosotros ya se encontraban el maestro Roshi, ese cerdo llamado Oolong y Gohan pero no puede ver a Kakarotto o su mujer por ningún lado.

-          Oye Gohan – llame la atención del joven - ¿en dónde está el inútil de tu padre?
-          ¡Hola Vegeta! No pudieron venir, mi papa si quería pero mi mama dijo que tenían que ir a la entrevista para inscribirme en una escuela.
-          ¡Es cierto! Tu mama me dijo que querías entrar a la secundaria – comento Bulma.
-          ¡Sí! La verdad es que quiero pasar más tiempo fuera de casa – dijo guiñándonos un ojo con picardía.
-          ¡Bah! Yo esperaba que ese insecto estuviera ya acaparando la comida… bueno él se lo pierde.

Pronto todos comenzaron a acomodar los alimentos y bebidas, el maestro Roshi había traído bastantes botellas de licor y a juzgar por su cara sonrojada había empezado a “celebrar” antes de tiempo. Mientras tanto Krillin improvisaba un escenario con una cajas de madera y Gohan y Trunks lo ayudaban a acomodar una máquina de Karaoke, según el para que todos cantaran. Por supuesto yo como el invitado de honor simplemente me puse cómodo y vi como preparaban la fiesta. A pesar de todo, debo admitir que disfrute hasta cierto grado de la reunión, había mucha comida y aunque no suelo beber algunas de las selecciones del anciano fueron bastante interesantes y aunque Bulma estuvo la mayor parte del tiempo reclamándome por haberla dejado en el templo de Kami sama, también se alegró de que la amenaza de Cell hubiese sido eliminada. La fiesta llevaba ya un par de horas, el maestro Roshi ya estaba algo ebrio para entonces y estaba haciendo trucos y malabares con los platos, Bulma y sus padres estaban como de costumbre consintiendo a mi hijo él bebe Trunks, mientras que su versión del futuro parecía disfrutar con nerviosismo de la celebración, imagine que nunca antes había experimentado algo asi en ese futuro de porquería del que había venido; fue entonces cuando mi estómago lleno y contento me dijo que era buen momento para tomar una siesta, me fui a sentar junto a un árbol cercano y me recargue en su tronco, cerré los ojos y me dispuse a reposar.

-          ¡EEEEN EEEESTOOOOOS MOOOMEEEEENTOOOOS! – el estridente sonido de una voz semejante a un gato siendo atropellado me despertó repentina, mire en dirección a aquel escándalo y vi a Krillin parado sobre la caja, con micrófono en mano y cantando a todo pulmón - ¡MI AMOR SEE ENCUEEENTRAAAA!...
-          ¡Ughn! ¡ese miserable merece la muerte! – me dije a mi mismo lamentándome por haber sido despertado de mi siesta.

De repente sentí una gran cantidad de presciencias aproximándose, los ki que sentía no eran muy grandes, pero eran muchos juntos a la vez y se acercaban a nuestra ubicación, luego de unos segundos el cielo se oscureció y los alaridos de Krillin se vieron opacados por el estruendo que resonaba alrededor. Una enorme nave espacial con la forma de un huevo aterrizo en el parque espantando a las demás personas presentes, haciendo que huyeran despavoridos. La nave quedo a unos quinientos metros de donde nos encontrábamos  y abrió de pronto su enorme compuerta desplegando a la vez una rampa de la cual descendieron una centena de hombres ataviados en trajes de combate de color azul y protectores purpura; corrieron en dirección a nosotros, o mejor dicho hacia mi específicamente, al acercarse más puede darme cuenta de que no eran humanos por el color verdoso de su piel. Pronto se aglomeraron frente a mi postrándose con una rodilla al suelo.

-          ¡Señor Vegeta! – dijo el que quedo frente a mí con un tono solemne.
-          ¡¿Quién rayos son ustedes?! – pregunte mientras me ponía de pie, entonces vi a un hombre envuelto en una capa blanca aproximarse con paso lento pero firme.
-          Lo buscamos por todas partes su majestad… - los demás hombres de uniforme le abrieron el paso indicando así que era su líder, pero para mi sorpresa este también se arrodillo ante mí. Al verlo de cerca vi la familiar armadura de combate bajo su capa, su cabello erizado y su cola lo delataron.
-          ¡Ju! Tu eres un saiyajin – aseveré sintiendo una grata sorpresa en mi ser.
-          Si su alteza, mi nombre es Paragus.

Note entonces que era tuerto del ojo izquierdo que estaba cerrado con una enorme cicatriz, tenía un espeso bigote y el color oscuro de su piel indicaba que era de edad avanzada.

-          ¿De qué agujero saliste? y ¿cómo es que sobreviviste a la destrucción del planeta Vejita?
-          He venido de la galaxia del sur mi señor, yo y mi hijo estábamos fuera del planeta cuando este estallo y vagamos sin rumbo por el cosmos hasta asentarnos en un lejano planeta de esa galaxia, aunque no soy más que un simple soldado de clase baja igual que mi hijo, logramos apoderarnos del planeta y con el tiempo amase fortuna conquistando planetas aledaños y fui reuniendo a los hombres que ve frente a usted.
-          Ya veo, pero eso no explica porque estás aquí.
-          Hace un par de años recibí información acerca de que un súper saiyajin había derrotado al temible Freezer y eso me impulso a buscarle, con el tiempo descubrí de la existencia de los demás sobrevivientes de nuestro planeta, y por supuesto de usted su majestad.
-          ¡Déjate de estupideces! Si bien soy el príncipe de los saiyajin, es solo un título que conservo por mi orgullo, no hay nada sobre que clamar mi derecho real.
-          En eso se equivoca majestad, precisamente he venido por usted porque hemos dedicado estos años a la creación de un nuevo planeta Vejita y por supuesto no hay nadie más apto que usted para ascender al trono.
-          ¡Papa! – Llamo mi hijo del futuro acercándose - ¿No te parece muy extraño que después de tantos años llegue este hombre a simplemente ofrecerte un planeta entero?
-          ¿”Papa”?  - indago Paragus – Majestad ¿A caso este joven es su vástago?
-          Vergonzosamente así es… - respondí mordazmente lanzando una mirada reprobatoria al muchacho – deberás disculpar su imprudencia, no es un saiyajin de sangre pura como tú y yo… sin embargo tiene razón, no veo porque no habrías de tomar el poder para ti mismo.
-          … - Paragus se puso de pie y se cuadro en posición de firmes llevando su mano derecha sobre el pecho y haciendo una reverencia - ¡Yo soy un leal sirviente de la familia real! – declaro con fervor – al enterarme que el legítimo heredero al trono seguía con vida mi corazón se llenó de júbilo y por eso he venido para cumplir mi deber para con usted rey Vegeta – dijo Paragus enfatizando mi título y nombre.
-          Tu lealtad parece legitima – le dije – pero aun no creo que esa sea la única razón por la que has venido.
-          Hace usted gala de la perspicacia propia de su linaje majestad… tiene razón, también he venido a solicitar su ayuda… - Paragus hizo una pausa  y su expresión se volvió sombría – un saiyajin ha aparecido en la galaxia del sur, el legendario súper saiyajin.
-          ¡¿Qué has dicho?!
-          Ese legendario súper saiyajin está causando un gran alboroto en la galaxia del sur y ya ha destruido varios planetas, si no hacemos algo para detenerlo, destruirá nuestro nuevo planeta Vejita… el único capaz de derrotar al súper saiyajin legendario es usted rey Vegeta, le pido que lo considere.
-          ¡Hump! – me di la vuelta para darle la espalda y camine unos pasos frente a mí, sus declaraciones y aunque la idea de reclamar el trono de mi heredad era atractiva, esta palidecía ante la existencia de ese supuesto “súper saiyajin legendario” era prometedora, después de la decepción que fue Cell mi sangre guerrera ansiaba un desafío de verdad, más aun si me daba la oportunidad de probarme como el saiyajin más poderoso del universo. - el súper saiyajin legendario de la galaxia del sur – me dije a mi mismo - ¿Quién será?
-          ¡Papa! – grito Trunks corriendo hacia mi para encararme - ¡No vayas! Lo que está diciendo son mentiras.
-          ¡Paragus! Llévame a ese lugar – ordene dándole la espalda a mi hijo esta vez, no iba a dejar que se entrometiera en mi camino como lo había hecho con Cell.
-          ¡Espera! – pidió mi hijo siguiéndome.
-          … - Paragus asintió en silencio y tras pasar junto a el note como se interpuso en el camino de Trunks – Usted… también puede venir, ya que posee sangre de los guerreros saiyajin, mi buen príncipe Trunks.

Aborde la Nave seguido de Trunks, Paragus y mi nuevo sequito de soldados, Gohan, Krillin y compañía insistieron en venir también, sin embargo Bulma prefirió quedarse en la tierra cuidando del bebe Trunks… ella se lo perdía. El interior de la nave era sorprendente mente sencillo, un enorme hangar con vehículos, zona de carga para provisiones y lo que parecía ser el acceso a la sala de motores, hacia arriba se encontraban tres niveles más; el primero consistía en el área común, donde los alimentos se preparaban y se consumían así como también el área médica. El segundo nivel era el que albergaba los camarotes de la tripulación, los cuales contaban solo con lo necesario para cumplir con sus necesidades  sanitarias y de descanso. El ultimo nivel estaba dividido en dos partes, la sala de mando y un camarote maestro el cual Paragus prontamente me ofreció a mí y Trunks, como era de esperarse lo acepte sin reparar en absoluto en su oferta, así mismo procuro alojamiento para los demás insectos que nos acompañaban; Paragus además explico que el viaje solo tomaría 3 días una vez que saliésemos del sistema solar terrestre, lo cual tomaría unos pocos minutos.

-          Explícame una cosa Paragus – le pregunte mientras cenábamos a bordo de la nave la primera noche de la travesía – pareces muy familiarizado con las costumbres de la corte real saiyajin para ser un soldado de clase baja.
-          Disculpe por no haber sido claro, en efecto soy de clase baja, pero me desempeñaba como guardia del palacio o mejor dicho en la ciudadela, nunca tuve el honor de servir a su padre.
-          No termino de entender eso de las clases papa – intervino mi hijo.
-          Es porque eres un mestizo sin la crianza adecuada.
-          Si me lo permite su majestad, yo se lo explicare con gusto – ofreció Paragus – vera usted joven príncipe, todo saiyajin nacido en el planeta Vejita era evaluado al momento de nacer, su calidad como guerrero determinaba su clase y su aptitud para la batalla, un saiyajin de clase baja como yo no se compara con alguien de su linaje, que por supuesto es el de su padre, cuya herencia es la más grande en los siglos de la casa de Gaimoya.
-          ¿Gaimoya? – pregunto intrigado Gohan quien había estado escuchando con interés.
-          No creo que lo entiendas niño, es una leyenda saiyajin.
-          Te equivocas Paragus, este niño también es un saiyajin.
-          … - Paragus lo miro sorprendido por un momento – es increíble, a penas y puedo notarlo pero en efecto este niño también tiene sangre saiyajin. ¿Él es también su vástago su majestad?
-          Él también es un mestizo, pero este mocoso no es hijo mío, es hijo de un saiyajin de clase baja, Kakarotto hijo de Bardock.
-          … - Paragus se quedó atónito por un momento – Increíble, ahora que lo veo bien puedo ver el parecido… ¿Cómo te llamas niño?
-          Mi nombre es Son Gohan – había cierta molestia en el tono del muchacho, probablemente dirigida a mi indirectamente por el comentario sobre su padre.
-          Es un gusto conocerte Songo’an hijo de Kakarotto.
-          Puede llamarme Gohan, y el nombre de mi padre es Son Goku.
-          ¿Songaku? – pregunto Paragus extrañado ante esta información volteando a verme.
-          Es una larga y penosa historia – le respondí – cuando Kakarotto llego a la tierra siendo un bebe se golpeó la cabeza y perdió todo recuerdo sobre el planeta Vejita y su origen, no fue sino hasta que su hermano Raditz fue a buscarlo que descubrió la verdad sobre sí mismo… en resumen lo único que tiene de saiyajin es su ascendencia.
-          Ya veo… - Paragus pareció sopesar una idea en su mente por un momento y luego volvió a mirar a Gohan – No conocí a tu abuelo personalmente, pero si escuche historias acerca de él y su escuadrón.

Luego de la cena Nos retiramos a nuestros camarotes, a pesar de que le dije a Trunks que se fuera a dormir a uno de los camarotes de la tripulación el muy necio insistió en quedarse en el mismo que yo, no lo culpe, seguramente el quedarse a dormir con aquella muchedumbre no habría de ser agradable. El camarote maestro era todo menos lujoso, pero definitivamente más cómodo que los demás, una amplia cama, un sillón y un modesto escritorio que me imagino servía como mesa de trabajo para el capitán de la nave, además contaba con un sanitario privado lo cual era una gran ventaja.

-          Yo tomare la cama – le indique a Trunks – tu puedes dormir en el sillón.
-          Espera papa…
-          ¡No vamos a dormir en la misma cama!
-          ¡No! No es eso… - replico sonrojándose – ¿en serio crees lo que Paragus dice sobre ser el nuevo rey de los saiyajin?
-          Ni por un momento.
-          Entonces ¿Por qué aceptaste venir?
-          ¡No puedo creer que seas mi hijo! ¿A caso no es obvio? Si ese legendario super saiyajin es real debo encontrarlo… y derrotarlo.
-          ¿Entonces quieres salvar la galaxia del sur? – pregunto mi hijo visiblemente confundido.
-          No cabe duda que los genes de tu padre son dominantes en ti… ¡por supuesto que no tarado! – me gire para verle y apreté mi puño frente a su cara haciéndolo respingar - ¡soy el príncipe de los saiyajin! ¡soy súper Vegeta! ¡no puedo permitir que exista alguien mas fuerte que yo!
-          ¿Es que acaso no te importa otra cosa que tu orgullo?
-          ¡Por supuesto! – me encare a la cama y de un salto me lance a ella – ahora cierra la boca, quiero dormir.
Me gire sobre el colchón dándole la espalda y me dispuse a dormir con la esperanza de que mi hijo dejase de fastidiar el resto del viaje. Durante los siguientes 2 días que duro el viaje Gohan solicito comunicarse a la tierra con Bulma para que le avisaran a su madre de su paradero, por fortuna las comunicaciones de la nave le permitieron enviar un mensaje  aunque solo fuera de una sola vía, de acuerdo con Paragus para cuando lo recibieran en la tierra y respondieran, estaríamos fuera de la galaxia norte dificultando que la señal nos alcanzase. Por su parte, Krillin y Oolong lidiaban con la borrachera del maestro Roshi quien aparentemente había bebido tanto que no se le había bajado, aunque creo que es más probable que hubiese traído mas licor de contrabando, ese anciano tiene trucos bajo la manga que nunca dejan de sorprenderme. En cuanto a Trunks, pareció resignarse a no poder convencerme de volver, además ya habíamos pasado el punto de no retorno, tendríamos que esperar a llegar a Nuevo Vejita y repostar para volver a la tierra; y fue al inicio del tercer día cuando por fin tuve la primera vista del planeta, a deferencia de mi planeta natal este lucia más como la tierra azul en lugar del color rojizo del planeta Vejita, y su tamaño no era tan grande como el de este, así que probablemente su gravedad sería menor también.
-          Sé que no se parece a nuestro verdadero hogar majestad – menciono Paragus mientras observaba el planeta a través del enorme domo de cristal reforzado  en la parte superior de la nave – Pero hemos progresado bastante en las labores de construcción para hacerlo un lugar apto para nosotros.
-          No soy un idiota sentimental Paragus, no me importa de qué color sea un planeta o su civilización, el verdadero hogar de los saiyajin es el campo de batalla después de todo.
-          Tiene usted razón majestad.
-          Señor Paragus, nos aproximamos a la órbita de Nuevo Vejita, estamos por comenzar las maniobras de aterrizaje – indico uno de los operadores de la nave desde su consola de mando.
-          Sera mejor asegurarnos en nuestros asientos Majestad.
Hicimos como Paragus sugirió y nos sentamos en los asientos, luego de colocarnos los cinturones de seguridad la nave giro sobre sí misma para dejar sus motores en dirección al planeta, conforme descendimos pude sentir el cambio en la gravedad y la inercia de la nave sobre mi cuerpo mientras se alineaba con su sitio de aterrizaje. En pocos minutos estábamos bajando hacia el hangar donde se encontraban los vehículos que vi al abordar la nave; Paragus dijo que lo apropiado para la realeza era viajar en transporte, así que le permite complacerme. Al abrirse la compuerta de la nave pude ver un largo sendero labrado a lo largo de la montaña que iba desde el sitio donde aterrizo la nave hasta un castillo que se encontraba al filo de un risco.
-          Pero si es… - las palabras salieron de mi boca y por primera vez un sentimiento de nostalgia me abordo al ver la tan familiar edificación.
-          Me enorgullece que lo halla notado – comento Paragus sonriendo – Fue principalmente por ese risco que elegí este planeta y me decidí a construir una réplica del palacio real ahí… debo admitir que está lejos de igualar al original, pero espero sea de su agrado.
-          Quiero verlo… - exprese con tranquilidad y partí con Paragus hacia el castillo, seguido por sus hombre y mis acompañantes en otros vehículos.
-          Han pasado treinta años desde que Freezer destruyo el planeta Vejita… - dijo Paragus mientras íbamos de camino – y mi gran deseo siempre fue edificar un planeta muy parecido al lugar donde solíamos vivir, también no perdía las esperanzas de que algún día vengaríamos la muerte de su padre el rey Vegeta, creo que al menos eso es lo que haría uno de nosotros – sus palabras sonaban llenas de añoranza y su único ojo brillaba con la fe de su deseo – lo mejor es que finalmente lo hemos encontrado a usted para que juntos podamos construir una civilización.
Al llegar al castillo fuimos recibidos por una multitud de hombres de distintas especies ataviados en los mismos uniformes que la tripulación de la nave.
-          ¡VIVA EL REY VEGETA! – vitorearon fuertemente a mi llegada.
-          Estos súbditos han sido reunidos de distintos lugares de la galaxia y lo estaban esperando a usted su majestad – Explico Paragus. Los súbditos nos abrieron paso y a la entrada del castillo se encontraba un joven alto y fornido de largo cabello negro, llevaba el torso descubierto  accesorios de metal dorado y gemas, la expresión de su rostro era melancólica, mire a Paragus esperando que le presentara.
-          Él es mi hijo, estará a su servicio cuando usted guste.
-          Majestad, mi nombre es Broly – dijo el joven son una suave pero profunda voz.
-          Se ve que tú también eres un saiyajin – le dije.
-          Así es majestad – contesto asintiendo con tranquilidad. Nos encaminábamos hacia el interior cuando un súbdito se acercó corriendo y se puso a una rodilla ante mí.
-          ¡Majestad! ¡acaban de informarnos que el legendario súper saiyajin ha aparecido!
-          ¡¿Qué?! – pregunte girándome hacia aquel hombre – Tendré que partir de inmediato para ejecutar a ese supuesto súper saiyajin, ¡Broly, tu vendrás conmigo!
-          ¡No lo hagas! –protesto Trunks - ¡es peligroso arriesgar la vida así nada más! ¡antes de actuar debemos reunir más información!
-          ¡No necesito que un cobarde me acompañe! – respondí despechando a mi decepcionante hijo - ¡Broly, date prisa!
-          ¡Espera papa!

Volamos hacia la nave sin esperar a los demás hombres, quienes se apresuraron a subir a los transportes para volver al sitio de aterrizaje, en pocos minutos la nave estaba lista y las coordenadas de conde se había avistado a nuestro objetivo fueron introducidas en la computadora de navegación, partimos en búsqueda del legendario súper saiyajin.
De acuerdo con el informe al menos una centena de sistemas planetarios habían sido diezmados a lo largo de los últimos quince años por ese súper saiyajin que tanto temía Paragus, por eso mismo capturo sobrevivientes de distintos planetas uniéndolos bajo la amenaza de aquel destructor; además de soldados, también reunió artesanos, agricultores, científicos y cuanto sobreviviente pudo encontrar que hubiese quedado tras haber sido víctimas de un ataque. En otros casos era el mismo Paragus junto con sus fuerzas quienes atacaban y saqueaban planetas aledaños, pero al parecer hace 5 años el peligro del súper saiyajin legendario se volvió más presente cuando los planetas de las orbitas exteriores fueron atacados, algunos de ellos reducidos por completo a polvo estelar.

-          ¿Cómo es que tu padre esta tan seguro de que ese saiyajin los atacara? – le pregunte Broly quien llevaba ya rato en silencio.
-          No lo sé… pero según dicen los sobrevivientes de otros planetas es un ser extremadamente poderoso y está siempre envuelto en una ahora dorada.
-          Quizás no lo sepas, pero yo también soy un súper saiyajin, también mi hijo y ese otro mocoso Gohan lo son.
-          No me sorprende su Majestad, mi padre investigo mucho sobre usted y la tierra antes de ir a buscarlo, sabemos sobre su gran poder.
-          Me alegra que lo tengas claro.

Fin de la parte 1

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