1 de Diciembre 791
Pasaron unas semanas después de pequeña charla con la madre de Bulma; aunque no me gusta mucho admitirlo me dio bastante que pensar. Hasta ese día había dado por hecho que mi identidad como el príncipe de los saiyajin estaba bien definida, que mi orgullo y estirpe más que ninguna otra cosa era lo que me hacía ser yo. Mi vida en la tierra, mi familia y las pocas relaciones que había creado en este planeta no eran sino un extra, una capa más que se fue cimentando sobre quién era el verdadero Vegeta.
Ciertamente había cambiado mi personalidad al volverme más tranquilo, tal y como se lo confesé a Kakarotto durante nuestra batalla, disfrutaba mucho de mi vida en la tierra. Pero aun después de eso jamás había puesto en tela de duda mi herencia saiyajin. Tenía mucho en que pensar, así que decidí salir en busca de respuestas.
- ¿Por qué estas empacando Vegeta? – me pregunto Bulma al entrar en nuestra alcoba al ver que estaba sacando ropa del closet y poniéndola en una maleta.
- He decidido que tengo que hacer un viaje – le dije sin mirarle mientras continúe seleccionando ropa.
- ¿Está todo bien? – aun sin verla pude notar un tono de preocupación en su voz – hacia mucho que no salías de viaje.
- ... - La mire y la inquietud en sus ojos era innegable, así que me acerque y la rodee por la cintura con mi brazo izquierdo, y usando mi mano derecha tome su barbilla para besarla, un ligero temblor me hizo saber lo inesperado de mi acto pero de inmediato se relajó se abrazó a mí. Separe mi boca de la de ella y centre mi mirada en sus ojos entre cerrados –...todo está bien, volveré pronto – le dije antes de volver a besarla.
Cambie la posición de mis brazos para levantarla y la lleve a la cama mientras ella se sujetaba de mi cuello, sin dejar de besarnos nos fuimos acomodando sobre el colchón; con cada roce de nuestros labios mi corazón se aceleraba y sentía mi sangre correr hasta acumularse más debajo de mi cintura. Los suaves jadeos que Bulma soltaba entre beso y beso se apoderaban de mi mente, dándole voluntad propia a mis manos que habían empezado a recorrer su cuerpo; los contornos y curvas de su cuerpo me eran ya tan familiares que podía distinguirlos aun a través de su ropa, la fina tela de su vestido rojo solo estimulaba más mi tacto. Sin dejar masajear sus labios con los míos dirigí mi diestra a la pañoleta amarilla que llevaba en el cuello y tirando de ella el nudo se corrió dejando la piel expuesta, solo entonces me aparte de su boca para recorrer con mis dientes el musculo de su cuello. Bulma soltó un gemido incontenible al contacto y con sus manos sujeto la parte de atrás de mi cabeza estrujando mi cabello y acariciando mi espalda. Sabiendo que estaba cediendo a sus deseos recorrí con mi lengua su clavícula a la vez mis manos bajaron por su cintura rodeando sus caderas hasta que mis dedos se encontraron con la bastilla de su falda.
La mire y sonreí maliciosamente, Bulma me mira con una mezcla de expectación e incertidumbre en los ojos mientras descendí por su cuerpo dejando que mi barbilla rosara el espacio entre sus pechos su abdomen y pelvis; mi olfato ya percibía el aroma erótico y podía apreciar como su néctar permeaba a través de la tela - ¡Espera Vege-! – antes de pudiera pronunciar mi nombre mi boca tomo posesión de su monte de venus y un poco más mientras mi lengua presionaba con firmeza en intervalos, siguiendo el ritmo de sus jadeos. A momentos alzaba mi vista para ver su rostro sonrojado e intencionalmente succionaba con mi boca más fuerte solo para ver sus expresiones de placer.
- ¡Ya ah...! – musito entre gemidos - ¡ya no me pongas más ansiosa!
- ¡Ju, ju! – reí con placer y le removí las pantaletas que estaban ya más pesadas de lo normal y le di un lengüetazo más antes de retirar mi rostro de su entre pierna, haciendo que se estremeciera.
- ¡Mmmm! – se mordió el labio y me miro con complicidad - ¡malvado!
- A penas estoy empezando.
Me arrodille en la cama y me despoje de mi camiseta y comencé a desabróchame el cinturón cuando ella se incorporó para acercarse y lo hizo por mí, desabotono mis pantalones y bajo mi bragueta para después introducir mi mano y masajear mi virilidad por encima de mi ropa interior - ¡Uy... hola...! – saludo pícaramente, pero no iba dirigido a mí. Su mano froto mi carne y sus dedos recorrieron hábilmente mis formas sin titubear, su tacto hizo que se me erizara la piel. Tome su rostro entre mis manos y nos besamos nuevamente mientras estábamos de rodillas sobre la cama, dejando que nuestros deseos tomasen las riendas, en segundos ya estábamos desnudos y tendidos. Cuando nuestros cuerpos se entrelazaron en nuestras partes más íntimas el placer nos invadió ambos; en calor de ella era mío, mi rigor se entregaba gustoso a ella y nos mesclamos en una sinfonía de ritmo, sonido y sensaciones. La poseía a mi antojo y ella me dominaba a su gusto, nos rendíamos y esclavizábamos a la voluntad del otro presas de una libido que se había nutrido con años de tiempo juntos, no era solo mi lujuria y deseo lo que expresaba en cada arremetida, sino mi incondicional amor, el cual ella había fomentado desde el día que me vulnere lo suficiente para confesarle mis sentimientos. Llegamos al clímax en una húmeda explosión de placer que descargo una corriente eléctrica en nuestros cuerpos. Permanecimos abrazados unos minutos hasta que nos quedamos cómodos al borde de la somnolencia.
- ¿Vas a irte para entrenar? – pregunto con un susurro.
- No... solo necesito reflexionar sobre algunas cosas... no te preocupes – le bese la frente y la abrace con más firmeza.
Luego de un rato mas no metimos a la ducha juntos y nos restregamos mutuamente, cuando salimos Bulma me comento que quería hacer una fiesta próximamente, al parecer Gohan y Videl querían anunciarnos algo, aunque no había sorpresa alguna en eso, ya llevaban algunos meses saliendo, sin haber formalizado su relación. Le comente a Bulma que volvería en un par de meses, quizás antes.
Una hora más tarde y con mi maleta cargada en la cajuela cargada de mi Súper V1 estaba listo para partir.
- ¿No vas a irte volando papa? – pregunto mi hijo-
- No esta vez...
- Toma esto Vegeta, te prepare algunas capsulas que quizás te sirvan durante tu viaje – dijo mi suegro tendiéndome una caja metálica.
- Gracias, seguro me serán útiles.
- Toma esta tarjeta, con ella podrás recargar combustible en cualquier estación – mi esposa me entrego una tarjeta con el logo de la corporación capsula en ella.
- Así lo hare.
- Cuídate mucho Vegeta – me advirtió mi suegra con pequeñas lagrimillas colgando de sus ojos.
- ¡Papa! – Grito Trunks arrojándose a mí - ¡Vuelve pronto!
- ... - antes de que pudiera responderle mi familia entera me envolvió en un abrazo, no era la primera vez que me iba de viaje, pero había pasado mucho tiempo, años desde la última vez, y tomando en cuenta que no hacía mucho había muerto, la idea de separarnos tenia más peso que antes – Volveré pronto, lo prometo.
Subí a mi auto y partí en búsqueda de algo que aún no conocía, a mí mismo.
Creo que iré a comprar algo de comer antes de seguir escribiendo, no tengo ganas de cocinar, como Bulma y Bra andan de compras y Trunks salió por invitación de Goten para presentarle a una amiga, creo que pasare la tarde a solas.
2 comentarios:
Hola musashi
Me gustaría poder hablar contigo, para proponerte algo. Podrias darme tu correo para conversar ☺️
Hola Roxs, por este medio no te puedo dar mi correo, pero mandame un mensaje por mi pagina de Facebook y con gusto hablamos:
https://www.facebook.com/LasMemoriasDeVegeta/
Publicar un comentario