sábado, 7 de octubre de 2017

Las Memorias de Vegeta (Entrada 111)

16 de Septiembre 791

La pelea entre Kakarotto Majin Boo era de proporciones míticas, cada golpe, cada patada y cada ataque de energía podía destruir ciudades enteras si así se lo propusieran; a simple vista estaba muy parejos, pero conociendo a Kakarotto y habiendo peleado con ese monstruo sabía que Boo tenía la ventaja al ser prácticamente imberbe al daño físico y por si fuera poco su aparentemente ilimitada reserva de ki. Incluso hizo una insultante demostración de esto al lanzarle un Kame Hame Ha  a Kakarotto con tan devastador poder que era doloroso centra la vista en la explosión. Pero sin dejarse hacer menos, el guerrero de larga melena dorada respondió con la misma técnica con un poder mucho mayo; confiándose de su fuerza Majin Boo trato de barrerlo hacia un lado con un golpe a dos manos, y por un momento pareció lograrlo, pero el haz de luz destructora le pazo de largo llevándose consigo sus brazos y parte de un hombro. Una vez más Majin Boo regenero sus miembros perdidos mientras Kakarotto se quedó recuperando el aliento por un momento, sus ropas empezaban hacerse jirones tras aguantar tantos embates y explosiones, y su cara y cuerpo estaban llenos de cortadas y raspones. Aun así volvió a tomar vuelo y se lanzó como bólido contra su oponente; este le recibió con la misma fuerza e intercambiaron golpes, Majin Boo hacia uso de su fuerza bruta y sus habilidades sobrenaturales mientras Kakarotto se valía de toda su experiencia como peleador atacando de las formas más ingeniosas que le hubiera visto usar; sin embargo Majin Boo se adaptaba con la misma facilidad con la que deformaba su cuerpo y contratacaba acorde. Cada vez que parecía que lo tenía acorralado, se libraba de alguna forma por imposible que pareciera y usaba las técnicas de Kakarotto en su contra. Inclusive por unos segundos Majin Boo lo forzó bajo tierra jalándolo después de un certero ataque con ki, cuando volvieron a emerger Boo había sido desintegrado nuevamente y Kakarotto se veía aún más agotado.

A este paso, Kakarotto volvería a tener una aureola sobre la cabeza, así que me acerqué para darle un poco de “asesoría técnica”.

-          ¡Kakarotto! – le llame acercándome a espaldas suyas y aprovechando que aquí demonio seguía reformándose.
-          ¿Eh?... ¿Qué quieres Vegeta? ¿Vas a remplazarme? Déjame pelear un poco más ¿sí?
-          ¡Naaa! Ni siquiera lo había pensado ¡Jamás te adelantes a los hechos cabeza de alcornoque! – le respondí con condescendencia – Saber mejor que yo que si vuelvo a pelear con el me matara otra vez… y además le tomaría solo unos segundos hacerlo.
-          ¡No! No, yo no quise decir eso.
-          ¡Jum! Dejémonos de cursilerías, esa es la cruda realidad, y lo entendí a la perfección cuando peleé con él, Majin Boo es mucho más fuerte que yo, y aunque no quisiera decir esto… tú tampoco lo vencerás.
-          ¡Vegeta!... – Kakarotto estaba pasmado ante mi declaración.
-          ¡No te limites por mí! – le impere - ¡acaba con el de una buena vez! ¡Yo sé que los poderes de un súper saiyajin fase 3 son capaces de desaparecer a Majin Boo del universo! ¿Qué estas esperando para hacerlo?
-          Si… yo también había pensado en lo mismo… - respondió Kakarotto – pero desafortunadamente no he podido encontrar esa oportunidad.
-          ¡¿Huh?!
-          ¡Cuando quiero desaparecerlo no me deja descansar ni un minuto para reunir energía! – aclaro con frustración.
-          ¿Un minuto dijiste?
-          ¡Rayos! Creo que me lucí más de la cuenta, ¡pero pensé que esto iba a marchar a la perfección!
-          Eee, entonces ¿de verdad estabas cuidando el no ponerme en ridículo? – yo solo estaba siendo sarcástico.
-          Ese maldito, ahora que regreso a la normalidad ¡solo se está burlando de mí! – se quejó Kakarotto al ver como Majin Boo había reconstruido su cuerpo y había empezado a hacer su “danza del vientre otra vez” - ¡Grrh! ¡Ya me tiene harto!
-          … - me acerqué a el duditabundo y con mucha aprensión acerca de lo que taba por sugerir – Solo será un minuto ¿Verdad?
-         
-          ¿Un minuto es más que suficiente para reunir energía y exterminar a ese desgraciado?
-          Si… solamente quiero un minuto Vegeta.
-          … Con abnegación y resignado a lo que pudiese pasar, avance al frente para enfrentar a Majin Boo – Hare todo lo posible por distraerlo un minuto y tu reunirás la energía necesaria.
-          Pe, pero, Vegeta…
-         
-          ¿Qué tú vas a distraer a Majin Boo? ¡Eso es imposible!, ¡Ya te lo dije, me tomara casi un minuto reunir la energía necesaria para destruir a ese demonio!
-          ¿Acaso hay otro método Kakarotto? ¿Existe otro método para derrotar a este sujeto?
-          Bueno… pues… ehhh – en vano Kakarotto se devano los sesos tratando de disuadirme.
-          Entonces ¿de qué te estas preocupándote? Concentra todo tu ki… apuesto mi orgullo a que soy capaz de detenerlo por un mísero minuto.
-          ¡Jum! De acuerdo, pero cuídate mucho Vegeta – Kakarotto se acercó para ponerse a mi lado y luego dijo con suma seriedad – pon atención, ten en cuenta que tú ya estás muerto pero ¿sabes que pasara si ese sujeto te vuelve a eliminar? Desaparecerías, no formarías parte de este mundo ni del otro, formarías parte de la nada.
-          … - Mire a Kakarotto de reojo, su aspecto de súper saiyajin fase 3 lo hacía verse aún más estoico al decir esas palabras.
-          No te vayas a morir Vegeta…
-          ¡Ja! Es no te incumbe… bien a pelear.


Me aparte de Kakarotto un poco, apenas suficiente para dejarlo fuera del conflicto. Quería que Majin Boo se concentrara por completo en mí y dejara que Kakarotto se enfocara en reunir su ki; para hacerlo tenía que ser una presa apetecible, así que me trasforme en súper saiyajin con más alarde de lo normal, dejando deliberadamente que mi ki se expulsara en una densa aura. Me lace contra Majin Boo describiendo una parábola en el aire mientras volaba, aceleración, velocidad, potencia, todo se iba acumulando mientras en mis manos creaba una esfera de energía que dispare contra Majin Boo a poca distancia de él; la esfera impacto en sus piernas desintegrándolas junto con su pelvis. Sin darle tiempo para recuperase le arroje ráfagas sucesivas de energía indiscriminadamente, con cada explosión la polvadera y brillo de las explosiones se hacían más densos hasta ocultarlo de mi vista. No habían pasado ni diez segundos, pero el cansancio de lanzar tanta energía sin detenerme hacia que se sintiera como diez horas, mi mente estaba enfocada en suprimir el dolor mientras mantenía un constante flujo de energía desde el fondo de mi ser hacia mis brazos y de ahí a mis manos para ser disparada. Quince segundos, mis brazos estaban en llamas, me ardían y empezaban a temblar.

-          ¡Jeeee! – se hizo escuchar con una voz chillona por encima y detrás mío, guando me gire para ver ya era tarde, Majin Boo había aparecido y lanzado un golpe de martillo sobre mi cabeza.

El golpe fue tan fuerte que me mando a tierra con tanta velocidad que aterricé de brazos y piernas en el suelo pesadamente; apenas y tuve tiempo de frotarme donde me había golpeado para aminorar en dolor un poco cuando apareció frente a mi pateándome el rostro, su patada me mando a volar varios metros atrás y pude percibir el sabor metálico de mi sangre llenándome la boca; pude ver como algo se movía bajo tierra pasándome de largo y luego sentí otro impacto en la parte trasera de mi cabeza, por unos segundos perdí la vista al quedar inconsciente, solo fueron unos segundos, pero mi vista ni siquiera se había aclarado cuando divise un manchón rosa frente a mí, alguien sujeto mi cabeza y la golpeo fuerte mente contra la mancha rosa como si fuese un ariete. No habia terminado de perder la conciencia al tocar el suelo con la cara cuando otra  vez sentí un golpe tremendo en mi cabeza, haciendo que se hundiera en la tierra bajo mi cara. Todo se oscureció mientras escuchaba una risa infantil distorsionada por el sopor de mi cerebro contusionado.

Recuperé la conciencia tan pronto como me deje llevar hacia la oscuridad, como si la muerte misma me recordase, que ya nada importaba, solo una cosa. Mi cuerpo dolía como el infierno, apenas y logra incorporarme para ver a ese malnacido a mi espaldas, se reía como idiota, mofándose de ver al príncipe de los saiyajin ahí tendido como una piltrafa – Un minuto… con solo un minuto basta – me dije a mi mismo mientras me ponía de pie, estaba tan aturdido que ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado; ¿veinte segundos? ¿Menos? El dolo hacia que el tiempo fuera tan irrelevante. Me cuadre frente a Majin Boo y este mi indico que me acercara con un dedo, ¡ese miserable me estaba provocando! Hice estallar mi ki y a velocidad supersónica gane ventaja detrás de él golpeándolo una y otra vez tan pronto volteo a verme. “Más fuerte, ¡más rápido!, ¡¡sigue golpeando!!, ¡¡¡rómpete las manos en su cara!!!” le ordenaba a gritos a mi cuerpo desde el centro de mi mente, pero no fue suficiente; en un descuido lance un puñetazo demasiado amplio, dándole la oportunidad de esquivarlo y contrataco sin piedad con un rodillazo a la boca de mi estómago, un derechazo a la barbilla y un punta pie en el pecho para mandarme devuelta al suelo, otra vez todo se tornó oscuridad.

Desperté de nuevo y vi que Majin Boo se había percatado de Kakarotto y se encaminaba con calma hacia él, como un lobo ante un conejo acorralado.

-          ¡Oye! – le grite a costa de un inmenso dolor en mi caja torácica, al menos un par de costillas debían estar rotas, pero logre detener su avance - ¿A dónde crees que vas?... – me puede pie aguantando más dolor por solo respirar – ¡aún no hemos terminado! ¡insecto!
-          … - siguió dándome la espalda sin quitarle la vista a Kakarotto, necesitaba que se concentrará en mi otra vez.
-          ¿Pensabas escapar cobarde?
-          ¿Hnmmh? – el monstruo rosado giro su cabeza 180° para mirarme, en sus ojos se notaba que estaba molesto.
-          ¡Ven a pelear! – le dije imitando su gesto con el dedo - ¿Qué te pasa? ¿Qué no eras el demonio más fuerte del universo? ¡¿tienes miedo?!
-          ¡Grrrh! – Majin Boo torció su cuerpo ara emparejarlo con su cabeza y se lanzó contra mi
-          ¡EL ATAQUE BIG BANG!

Anuncie mi ataque y dispare con la palma extendida hacia mi agresor, mi Big bang bolo directo hacia él, pero Majin Boo se detuvo en pleno vuelo y se deformo convirtiéndose en una rosquilla con extremidades y cabeza, permitiendo a mi ataque pasar sin obstáculos por el agujero del centro. No daba crédito, no podía haber imaginado que hacia eso, pero no me dio tiempo de reaccionar; Majin Boo comenzó a golpear con más fiereza que antes como si fuera un saco de boxeo. Sus golpes en mi cara hacían que mi cráneo crujiera, sus golpes en el torso hacían de mis órganos internos gelatina, con cada golpe me estaba matando una y otra vez, pero en mi estado actual solo volvía a esta media vida que tenía ahora. Cuando dejo de golpearme por un segundo mis rodillas me traicionaron dejándome caer, pero no toque el añorado suelo, Majin Boo me sujetó por el cabello y pudo una mano frente a mi rostro, todo se tornó rosa y una explosión reventó mis tímpanos mientras sentía que mi cara se quemaba.

Otra vez me deje llevar por la oscuridad y desperté tirado en un lecho de rocas humeantes, mi frente palpitaba mientras sentía el calor de mi sangre corriéndome por el rostro, pero todo el dolor era nada comparado con la asquerosa risa de Majin Boo que se carcajeaba por encima de mi dándome la espalda otra vez.

-          … ¿Qué es lo que te causa tanta gracia? – le pregunte con una voz de ultra tumba que incluso a mi me pareció ajena.
-          ¿Ah?
-          … - Me arrastre fuera del cráter que mi caída había formado, ya no estaba transformado en súper saiyajin, la adrenalina que iba bajando en mi torrente sanguíneo me lo aseguraba.
-          ¿Eh? – Majin Boo estaba parado con cara estupefacta al a verme.
-          ¡No me mataras con ese ataque!... – me tambalee mientras me acerqué a él, mi hombro izquierdo estaba dislocado, pero ya estaba más allá de ese dolor - ¡Y no estoy mintiendo! ¡Insecto!
-          … - Majin Boo estaba boquiabierto y por cada paso que avanzaba el retrocedía uno.
-          ¡No podrás matarme! ¡Porque… ya estoy muerto!
-          ¡GRRRAAH! – Majin Boo se hincho de coraje inflamando sus músculos con venas saltadas por doquier.
-          ¡No me cansare de repetirlo! ¡tú no podrás derrotarme! ¡porque yo soy el príncipe saiyajin guerrero! – hice acopio de mi destrozado espíritu y me transforme en súper saiyajin una vez más - ¡EL GRAN VEGETA!


Ya es bastante tarde, ire a acostarme y continuare mañana.

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