Los Simpson, ¿Quién no los conoce? Fan o no, son un icono de
la televisión y de nuestra cultura y parte integral en la vida de muchos. Si
bien su popularidad ha decaído en los últimos años por parte de la cadena FOX,
no se puede negar la importancia de esta serie en la historia del
entretenimiento animado. Pero para mí una de las mejores partes de esta seria
se fue perdiendo hace muchos años; el mismísimo Homero J. Simpson, padre de
familia y símbolo inconfundible para la serie, y no me refiero al doblaje
magistral de Humberto Velez, sino al Homero de las primeras temporadas, aquel
que era un poco despistado, pero a la vez un hombre muy dedicado a la familia.
Los más jóvenes quizás no lo tengan tan presente, pero en
sus inicios Homero no era el bufón semi-retrasado que es hoy. Era un hombre más
común, que lidiaba con las presiones del trabajo, su sobrepeso, un ligero alcoholismo
y su gran amor por la comida. Hasta ahí todo parece igual que ahora, ¿verdad?
Pero de vez en cuando Homero se veía en medio de situaciones más dramáticas en
las cuales sacaba a relucir su yo paternal y su verdadero calibre como hombre.
Fuese con algo más pequeño como el dar
un consejo a Bart sobre cómo funciona la relación con un maestro y su alumno,
aceptando su culpa ante un error que agravó a Lisa o demostrándole a Marge que su
amor por ella vale más que cualquier cosa en el mundo. Inclusive un popular meme de los Simpson surgió durante esta
época.
En medio de todas sus boberías podíamos tener atisbos de un
hombre que tenía la sabiduría adquirida a través de los años, al pedir perdón
por un malentendido y abogar por la mujer más importante para cada hombre
frente al público de un salón de caballeros, el perdonar la posible infidelidad
de su esposa reconociendo que en parte él también tenía la culpa por sus
acciones o el tragarse su orgullo para suplicar a su ex patrón que lo
contratara de nuevo sin importar las condiciones que le impusiese. Momentos
como estos son los que hacían a Homero
un personaje más humano y permitían que el espectador, en especial aquel que
era padre de familia se sintiera más identificado.
Por desgracia esta característica de Homero se ha ido
perdiendo en favor de darle un rol más cómico, pasando de ser un amoroso pero
despistado padre y esposo a ser alguien completamente obtuso anta les situaciones
cotidianas. Incluso existe la teoría de que todo lo que ocurre en la serie después
de que Homero queda en coma está sucediendo en la mente de Homero, lo cual
explica que los niños no envejezcan y
las situaciones sean cada vez más absurdas.
¿Ustedes que opinan? ¿Prefieren al Homero actual que es más
jocoso? O ¿igual que yo, les gusta más ver el lado humano del regordete padre
de familia? Personalmente mi momento favorito de Homero es también uno que es
poderosamente sencillo, en el capítulo en el que se reencuentra con su madre (la
primera vez) después de años de creerla muerta, al final del episodio deben
separarse de nuevo para que ella pueda evitar ser arrestada. Homero la lleva a
las afueras de la ciudad ara que sus compañeros activistas la recojan y tras
despedirse de ella Homero se queda sentado en el cofre de su auto a un lado de
la carretera contemplando el cielo nocturno plagado de estrellas; esta es una
de las pocas ocasiones en las que los créditos no aparecen tras cambiar a un
fondo negro, sino que acompañan a Homero mientras se queda ahí en medio de la
nada. Tan solo puedo imaginarme a este hombre con los ojos llorosos mientras
recuerda los momentos que paso con su madre en su niñez y feliz de haberla
podido ver una vez mas.
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