domingo, 28 de febrero de 2016

Las Memorias de Vegeta (Entrada 103)

12 de Septiembre 791 12:00pm

Salimos del edificio y me di cuenta de que todo estaba rodeado de nubes doradas, estas parecían muy familiares, estaba seguro de haber visto algo similar en algún lugar. Deje de prestarle atención y mire a mi guía; la anciana flotaba un poco delante de mi sentada sobre su bola de cristal, la verdad me sorprendía que pudiese seguirme el paso, aunque no iba volando a toda mi velocidad si íbamos considerablemente rápido. Pronto llegamos a una estructura muy parecida al templo de Kamisama.

-        Esta es la entrada al mundo de los vivos – dijo Uranai Baba mientras nos aproximábamos – normalmente llegaríamos a través del templo de Kami sama, pero ese monstruo de Majin Boo lo destruyo por completo.
-        ¡¿Qué has dicho?! – pregunte con genuina sorpresa.
-        Vaya veo que ese flojo de Enma no te puso al tanto de nada – contesto con resignación – está bien, te lo mostrare rápidamente.

Uranai Baba bajo de su bola de cristal una vez que llegamos a la puerta al mundo de los vivos, luego recitó un conjuro y en su bola de cristal aparecieron borrosas imagines de lo que había ocurrido. Pude ver que  Majin Boo se regenero a partir de los pequeños pedazos que quedaron de él, y como peleo con Kakarotto y como este le mostró una nueva transformación como “súper saiyajin fase 3” al verlo mi sangre hirvió.

-        ¡Ese miserable! –espete mientras tomaba el orbe entre mis manos – se suponía que habíamos peleado con todo nuestro poder, que había sido la batalla perfecta, ¡ese desgraciado se atrevió a mentirme con sus golpes!

Podía sentir como sangre inundaba mi rostro, estaba no solo molesto, estaba sinceramente ofendido, un golpe es una expresión de verdad absoluta, eso es le los saiyajin valoran más.

-        Ya no quiero seguir viendo esto –dije resignadamente  - tan solo llévame de vuelta a la tierra.
-        … como el templo ya no existe tendremos que usar otro camino.

Atravesamos la puesta de aquella estructura y esta nos condujo a un pasadizo completamente distinto, era una sendera rocosa plagada de precipicios y envuelta en una densa niebla.

-        Escúchame bien Vegeta, por este camino no podemos volar, debes mantenerte cerca del suelo.
-        ¿Porque demonios no?
-        Esta es la brecha que separa al otro mundo de la tierra, no se supone que ni los vivos ni los muertos pasen por aquí normalmente las almas pasan por el templo de Kamisama de forma segura.
-        ¡Bah! Entonces apresurémonos.

A pesar de mi insistencia la anciana dijo que de nada serviría correr puesto que este es un plano metafísico, diciendo esto saco de entre los pliegues de su túnica negra una vela y la encendió haciendo arder una pequeña llama verde en su mano. No tengo ni la menor idea de por cuanto tiempo caminamos pero se sentía como si hubiera dado millones de pasos desde que atravesamos la puerta.


-        ¡No mires hacia atrás! – dijo Uranai Baba como si hubiera adivinado mis intenciones de ver hacia la puerta para ver cuánto habíamos avanzado – si volteas te perderás por toda la eternidad.
-       

Seguimos caminando y antes de darme cuenta se detuvo – ya está aquí – dijo, mire hacia el frente confundido tratando de entender a que se refería, de pronto otra luz verduzca brillo entre la niebla y se aproximó a nosotros. Un anciano de espeso bigote y vestimenta oriental portaba una vela igual a que la de Uranai Baba.

-        Ah pero si es usted Uranai Baba – dijo el anciano con una roca aunque aguda voz – cuando la gran Annin me dijo que alguien vendría por la brecha no lo creía.
-        Cuanto tiempo sin verte Son Gohan – respondió la anciana.
-        ¿Son Gohan? ¿Cómo el hijo de Kakarotto?
-        Oh es cierto, tú no lo conoces, él es Son Gohan el abuelo de Goku.
-        Vaya, eres amigo de mi nieto, mucho gusto – dijo alegremente extendiéndome una mano.
-        … No tenemos tiempo que perder vejestorios donde está la salida de este lugar.
-        … s, si síganme – respondió con cierta decepción Son Gohan.

Caminamos tan solo un poco más y nos internamos en una gruta que serpenteaba de forma caprichosa, pronto la niebla comenzó a aclararse  y llegamos a una enorme caverna que albergaba lo que parecía ser un gigantesco horno decorado con motivos orientales sobre este yacía una palangana de las mismas proporciones.

-        ¿Eres tu Gohan? – pregunto una sensual voz femenina haciendo eco en la caverna.
-        ¡Si gran Annin, ya estoy de vuelta! – respondió Son Gohan.

De un lado del horno apareció una mujer de cabello negro y largo con una guirnalda de crisantemos en su cabeza y ataviada con un elaborado vestido rojo sus profundos ojos negros nos miraban con curiosidad conforme se aproximaba pude discernir más sus facciones y mis ojos se abrieron al tiempo que me quedaba boquiabierto.

-        ¡Rabba! – exclame acercándome más a ella.
-        ¿Cómo dices? – pregunto con tranquilidad.
-        ¿Cómo es posible que estés aquí? – pregunte incrédulo.
-        ¿Cómo? Pues aquí vivo… ¡ah! ¡Pero si eres Goku! – dijo sonriente.
-        ¿Qué? – estaba completamente confundido, entonces la mire con más detenimiento. Sin duda se parecían pero esta mujer era de una complexión más gruesa, sus brazos y piernas se veían más fuertes, su rostro era un poco menos redondeado que el de Rabba y por su puesto su voz, ahora notaba que era ligeramente más grave - … disculpe, la confundí con alguien más.
-        No te preocupes Goku, ¿eh? ¿acaso te hiciste más pequeño? – preguntó con curiosidad pasando una mano por encima de mi cabello, no lo había notado por tu peinado, o quizás fui yo, ¡oye Gohan! ¿me hice gigante sin notarlo otra vez?
-        ¡No! No gran Annin – respondió Son Gohan acercándose a nosotros – Él no es mi nieto, es un amigo suyo.
-        ¿Uhm? ¿Enserio? – inquirió mientras escudriñaba mi rostro con la mirada, ciertamente fue incomodo que sus penetrantes ojos me miraran, el parecido con Rabba erra misteriosamente inquietante y su tranquilo tono de voz era hipnótico- pues se parecen mucho, solo mira esa nariz.
-        ¿Eh? ¿Usted cree? – pregunto el abuelo de Kakarotto mientras fijaba la mirada en mí.
-        ¡Por supuesto que se parecen! – interrumpió Uranai Baba – El y Goku son de la misma especie, son saiyajin.

Uranai Baba les explico en resumidas cuentas el verdadero origen de Kakarotto así como la razón por la cual me había traído de vuelta del otro mundo. Son Gohan pareció algo perturbado al escuchar la verdad sobre su nieto mientras que Annin escuchaba fascinada el relato, yo por mi parte no podía quitarle la vista de encima, lo cual definitivamente  noto ya de vez en cuando sonreía al mirarme de reojo.

-        Gran Annin no quiero ser grosera, pero tenemos prisa – explico la anciana – el destino de la tierra depende de que lleve a este hombre a donde se encuentra Majin Boo.
-        Ya veo – dijo Annin al tiempo que su expresión se tornó un poco seria - ¿Cuál es tu nombre? – pregunto tornando su atención hacia mí.
-        … Soy Vegeta… Príncipe de los saiyajin – respondí con la mayor compostura y dignidad que pude.
-        Yo soy Annin, guardiana del sagrado horno de las ocho divisiones – de pronto tomo mis manos entre las suyas y sentí como me ruborizaba violentamente – por favor, derrota a ese monstruo… cuando elimino a los habitantes de la tierra la barrera entre tierra y el otro mundo casi no lo resistió, a consecuencia de e esto muchas almas quedaron a la deriva entre los dos mundos.
-        ¡Eso es terrible! – Agrego Uranai Baba.
-        Si, incluso si se usan las esferas del dragón para revivir les mucho no podrán hacerlo porque sus almas están extraviadas.
-        Es por eso que he venido – respondí.
-        Gracias – respondió con una sonrisa, al ver su hermoso rostro ligeramente por encima del mío me hizo sentir nuevamente como un niño, sabía que no era Rabba pero para mí fue casi como volverla a ver.

Tras despedirnos Uranai Baba y yo salimos de la caverna y dimos con un valle desolado, la anciana me explico que estábamos al borde de los mundos, donde la tierra y el limbo se unen. Ahora ya podíamos volar nuevamente así que nos apresuramos al encuentro de Majin Boo.


Nunca más he vuelto a ver a Annin o a Son Gohan, pero según se aún siguen cuidando el horno de las 8 divisiones. Bueno voy a comer algo y luego voy a lavar el Súper V1, Bulma y yo iremos de paseo.

4 comentarios:

Scabbers dijo...

Uranai Baba...ya extrañaba a esa señora con la bola de cristal. Abrazos de un discípulo (de clase baja, aaaah insectoooo XD)

Karime dijo...

Lindo muy lindo, tienes talento

Yermain123asd@gmail dijo...

Es todo ? Ya pasaron 3 días que inicie , espero que sigas escribiendo y no lo dejes como e pude percatar del año pasado

PauRpo dijo...

Gracias por un nuevo escrito más, espero con ansias el. próximo.