25 de
Noviembre 791
Tomo algunos minutos pero finalmente Bulma
despertó. Con lentitud abrió los ojos y tardo un momento en recuperar por
completo la conciencia, yo estaba sentado en una silla al lado de la cama pon
los codos apoyados sobre mis rodillas y con mis dedos entrelazados, la miraba
inquisitivante como si tratase de dicernir sus pensamientos. Al verme sus ojos
se abrieron compretamente y dio un respingo hacia atrás, ahora que lo pienso mi
pose seguramente se veía amenazante en aquella habitación sombria; eran casi
las doce del medio dia, pero había cerrado las cortinas para mantener la
habitación fresca, el calor siempre le ha molestado a mi mujer.
-
¿Cómo te
sientes? – pregunte tratando de suvisar mi voz.
-
… Estoy…
bien ¿Qué fue lo que paso?
-
Te
desmayaste, me tope contigo cuando Sali de la cámara de gravedad y…
-
¡Mph!... –
Bulma se llevo una mano a la boca y sus ojos se cristalizaron con lagrimas,
bajo la mirada mientras agachava la cabeza, a pesar de la oscuridad del cuarto
pude notar su rostro enrojeciéndose.
-
¿Qué
sucede? – me me acerque a ella sentándome a su lado en la cama con genuina
precupacion, no era común la manera en la que estaba actuando, quice poner una
mano en su hombro para reconfortarla pero en el momento que la toque se
entremecio.
-
¡Ah! – con
sorprente rapidez se alejo de mi y abandono la cama poniéndose de pie, me miro
con sus ojos aun mas llorosos y con una mano se sujeto el hombro donde yo
la había tocado… luego se dio la vuelta
para evitar mirarme.
-
… - mis
pensamentos se arremolinaban mientras mi pulso iba acelerándose, era incomodo,
dolorosamente incomodo - ¿Qué es?...
-
…
-
¿Qué es lo
que te hecho para que actúes asi conmigo?
-
… - miraba
hacia al piso sin mostrar animo de voltear a verme – tu… tu no tienes la culpa.
-
¿…?
-
Te vi…
cuanto nos topamos, te vi transformado en super saiyajin y recordé lo sucedido
en el torneo…
-
¿Ehh? –
lentamente mi mente empezó a darme la respuesta y no me agradaba.
-
Me asuste,
al recordarte de esa manera, siendo cruel y asesinado sin escrupulos a esas
personas… crei por un momento que aquel hombre estaba otra vez frente a mi.
Trague saliva con dificultad, el inspirar temor
es algo a lo que estaba acostumbrado y disfrutaba en cierta manera, pero hasta
entonces jamas hubiera creido que desearía no poder hacerlo. No tenia palabras,
entendia por completo la situación de Bulma pero no podía responderle; mis ojos
miraron en todas direcciones involuntariamente mientras mi mente analizaba sus
palabras, mis recuerdo y mis sentimientos, pero nada salio de mi boca. De
pronto Bulma se giro por completo dándome la espalda.
-
Nesecito
estar a solas…
Dijo secamente antes de salir del cuarto y yo
me q uede ahí parado en el momento mas
impotente de toda mi vida sin poder hacer algo al respecto. La habitación se
quedo en completo silencio mientras el sonido de los pasos de Bulma se alejaban
mas y mas de mi; me deje caer sobre la cama para sentarme, los resortes del
colchón sedieron ante mi peso dejando que me hundiese un poco. Me restregué el
rostro con las manos y me revolví el cabello mientras en mi mente el rostro
temeroso de mi esposa se me hacia presente una y otra vez. ¿Cómo es que no me
di cuenta antes? Las experiencias que ella había pasado habían sido tanto o mas
traumáticas que las mias, el haber muerto a manos de Majin Boo, el saberme
muerto y el verme abandonarla a ella y a Trunks sin explicación alguna, ¿Cómo
no iba a detestarme después de eso?
No podía coordinar mis ideas, una sensación de
culpa sin igual me embargaba y me hacia sentir un hueco en el estomago. No me
sentía capaz de nada, no sabia que podría decirle a mi mujer, como explicárselo
a mis suegros, como mirarles a la cara. Sali de casa por la ventana de la
habitación tras ponerme una camisa yh pantalones limpios. No quería ver a
nadie, no podía ver a nadie; vole sin rumpo por varias horas hasta que me di
cuenta que me había alejado de la ciudad, no me sentía con ánimo de volver.
Cerre los ojos por un momento y me concentre en lo que estaba buscando, sin
problemas pude sentir la familiar presencia del ki que me guiaría a mi destino.
Abri los ojos y acelere en dirección al templo de Kami sama.
Para cuando llegue el sol ya se estaba
poniendo, los blancos adoquines de la plataforma celeste comenzaban a tomar un
tono azulado conforme los rayos del sol desaparecion. Apenas di unos pasos
hacia el resinto del templo cuando la grave y sonora voz de Piccoro rompió el
silencio.
-
Me
sorprendi al darme cuenta de que eras tu el que se aproximaba… ¿Qué estas
haciendo aquí Vegeta?
-
… Necesito
tu ayuda Piccoro… - le dije con no mucho animo.
-
… -
Piccoro abrió los ojos completamente lleno de sorpresa, algo muy comprensible.
Le explique la situación a grandes rasgos,
dándole algunos de los detalles de los sucedido en los últimos días; nos
habíamos quedado al borde de la plataforma celestial, quería privacidad y no me
sentía de humor como para someterme al escrutionio de “dios”.
-
Sigo sin
entender como esperas que te ayude, por si no te has dado cuenta mi especie no
tiene conyujes.
-
No es por
eso que viene a buscarte, de toda la bola de mentecatos aliados con Kakarotto,
tu eres el único que podría entender mi situación, se que en el pasado tu
también fuiste un asesino sanguinario.
-
… - la
expresión de su rostro se endurecio por un momento, al parecer no le había
agradado el comentario – mis cicunstancias son muy distintas a las tuyas, yo
vine a este mundo como “el hijo” de Piccoro Daimaku, aunque mi esencia proviene
de del, mi mente siempre fue independiente desde mi nacimiento, si además de
eso tomas en cuenta que me he fusionado no solo con el anterior Kami sama sino
también con otro Namekuseijin, lo que queda del malvado rey Piccoro en mi
interior no es mas que un recuerdo.
-
¡No me
vengas con esa basura filosofica! ¡Tu y yo perseguíamos el mismo obejetivo
hasta cierto momento! ¡matar a Kakarotto! Pero este, ¡maldito planeta! Nos
suaviso, su gente no dejo de acercarse a nosotros hasta derribar los munos de
nuestro ego, llamese Gohan o Bulma, eso no importa. Estas personas nos
cambiaron, tomaron lo que conocíamos como lo correcto e hicieron trizas
nuestros ideales… nos convirtieron en terrícolas.
-
¿Y acaso
eso es algo malo?... yo soy un extraño aun entre la gente de mi planeta y tu ni
siquiera tienes un planeta al que volver. Mira frente a ti Vegeta – impero con
un gesto de su mano abarcando el horizonte, desde las alturas del templo de
Kami sama la curvatura de la tierra se mostraba mas evidente – todo este mundo,
cada planta, cada animal, cada persona fue recreado por las esferas del dragon
y eso nos incluye a ti y a mi. ¿No te parece que el haber nacido otra vez es la
excusa perfecta para dejar el pasado y volver a comenzar?
-
Este mundo
podrá ser nuevo, pero el pasado aun sigue ahí, lo que hice no me importa, ¡ya
he expiado esos pecados con cada gota de sangre que derrame peleando contra ese
monstruo de Majin Boo!... pero lo que no soporto… - sentía como el nuedo en mi
garganta se apretaba mas queriendo impedir que me salieran las palabras – es no
saber como lidiar con las consecuencias… t, tengo… tengo miedo de que ella no
me perdone jamas.
-
¿Lo harias
tu si estuvieras en sus zapatos?
-
… No… - el
peso de mis propias palabras recayó en mi corazón haciendo que mi animo
decayera a un mas.
-
… ¿Tu que
dices Bulma? – pregunto Piccoro de repente volteando a mirar atrás.
-
¡…! Me
gire y vi mi esposa parada detrás de nosotros a unos cuantos metros. Sus ojos
estaban llenos de lagrimas y podía como su cuerpo temblaba rebosante de
emociones - ¡¿Piccoro que clase de truco es este?!
-
¡Je! –
cuando me explicaste lo que ocurria, le pedi telepáticamente a Mr. Popo que
fuese por Bulma y la trajera en la alfombra mágica.
-
V, Ve,
¡Vegeta! – Bulma rompió en llanto mientras corria hacia mi, se arrojo a mis
brazos tan fuerte que por poco sentí que nos caeríamos al vacio - ¡Disculpame
por favor Vegeta!
-
¡¿Estabas
escuchando?! ¡Piccoro! ¡Sabandija eso jugar sucio! – estaba sumamente
avergonzado, tanto que mi confusión y tristeza me habían abandonado.
-
Te lo
dije, yo no se de estas cosas del matrimonio, pero si se que no es conmigo con
quien necesitas hablar… los dejare a solas – y asi de fácil el Namekuseijin se
dio la vulta y se retiro a sus aposentos.
-
¡Vegeta!
De verdad lo siento…
-
N, ¡No!
Todo fue mi culpa… yo fui quien hizo todas esas cosas.
-
Pero yo
deje que un mal recuerdo me controlara, es obvio que aquel hombre no era mi
esposo.
-
¡No, no,
no! – negué frenéticamente con la cabeza – todo lo que paso, todo lo que hice,
fue por un capricho, yo me permiti lastimarte.
-
… - Bulma
me beso suavemente y luego me miro – tu jamas me has lastimado Vegeta… me has
protegido y me haz amado todos estos años aun a costa de tu preciado orgullo;
cuando Goku murió tu sufriste su aunsencia igual que nosotros, pero nadie pudo
ayudarte a sobre llevarlo, asi que lo enterraste dentro de ti hasta que se
convirtió en eso que Babidi vio en ti para controlarte… no era maldad… era
tristeza, o almenos a si me lo explico mi mama je je.
-
¿Tu madre?
-
Si, cuando
Sali de la habitación hable con ella y me explico que lo que sentía era en
parte mi propia culpa por no haberme dado cuenta por lo que estabas pasando y
que mi miedo no era hacia ti, sino al no poder apoyarte de nuevo…
-
… ¡Ahhh! –
suspire mirando al cielo – ¿como es que tu madre siempre sabe que decir?
-
¡Ja ja! No
lo se – respondio Bulma secándose las lagrimas de los ojos.
Volvimos a casa en con la ayuda de Mr. Popo y
su alfombra mágica, antes de irnos le dedique una mirada de agradecimiento a
Piccoro y asentí; cuando estuvimos de vuelta, los padres de Bulma y Trunks ya
estaban dormidos. Fuimos directo a la alcoba y tan solo nos recostamos, juntos
y abrazados; no sentí el impulso de mi libido, no porque no deseara a mi
esposa, sino porque quería estar a su lado, ella de igual manera solo se
refugio en mis brazos y permanecimos asi hasta quedar dormidos.
Aquella noche dormi como un bebe, todo el peso
que se había acumulado por mis dudas y mi culpa por fin había sido retirado de
mis hombros. Por primera vez, entendí que no todo depende de mi fuerza, sino también
de mi propia debilidad y como dejo que me controle. Esta noche creo que dormiré
muy bien al lado de mi mujer, mas aun, creo que soñare añgo agradable.
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