15 de Septiembre 791
Majin Boo había
aparecido en el planeta supremo e inmediatamente comenzó a reír como un
demente; no pronunciaba palabra alguna, pero por su comportamiento podía
adivinar que se jactaba por dentro por habernos encontrado.
-
Este
planeta podremos pelear a gusto – dije con anhelo mientras me tronaba los
nudillos.
-
Supremo
Kaiou sama… - Llamo Kakarotto con seriedad girándose hacia el grupo de
espectadores a nuestras espaldas – por favor lleva a los demás a un planeta
donde puedan estar seguros.
-
¡¿Eh?! –
se sorprendió Shin ante la petición.
-
Parece ser
que esta pelea no será nada fácil, y no quiero que les pase nada.
-
¡Sí! Como
usted diga…
-
¡Oooii!
¡Ustedes siempre nos causan problemas! – rezongó el anciano dios – pero está
bien porque aunque peleen en este planeta será muy difícil que se destruya.
¡Goku, Vegeta, Peleen con todas sus fuerzas!
-
¡Gracias
Anciano! –dijo Kakarotto.
-
¡Les deseo
buena suerte a los dos! ¡Hagan lo posible por vencerlo! – animo Dende.
Le dedique una sonrisa
de confianza a nuestros “animadores” y Kakarotto alzo un pulgar indicando su
seguridad pero cuando se marcharon usando la tele transportación de Shin,
nuestras sonrisas se borraron al encarar a nuestro oponente.
-
Veamos si
esto podrá funcionar, ya que todo depende de esta pelea – declaro Kakarotto.
-
Si… - se
secunde sin quitar la vista de Majin Boo.
-
Bien,
¿Quién de nosotros peleara primero?
-
¡Vamos a
decidirlo!
-
¡Sí!
-
…
-
¡Piedra,
papel o tijeras! – gritamos al unísono extendiendo nuestras manos con las
respectivas señas.
Puede parecer
estúpido, pero si no puedes decidir algo con simpleza cuando el universo está
en peligro, entonces ¿Cuándo lo vas a hacer? Para mi disgusto, Kakarotto gano,
y obtuvo el derecho a luchar primero; seguramente para las mentes de seres más
inconsecuentes (como aquel trio de dioses) la mejor opción hubiera sido pelear
juntos. Pero para un saiyajin, poder enfrentarse mano a mano y de uno a uno con
el enemigo es más importante que el destino del universo. Frustrado por haber
perdido, me relaje y deshice mi transformación en súper saiyajin, me encamine
con calma hacia otro lado para ver mejor la pelea.
-
Kakarotto,
hace tiempo que no te veo pelear, así que demuéstrame lo que has aprendido – en
realidad no había pasado mucho desde que él y yo nos enfrentamos, y por
supuesto habíamos combatido lado a lado mientras rescatábamos a Trunks y los
demás, pero en medio de todo ese caos no había podido apreciar la técnica de mi
oponente.
-
¡De
acuerdo! Aunque lamento decirte que probablemente no vas a participar… -
Kakarotto siguió hablando mientras yo me elevaba en el aire para irme a sentar
en un peñasco cercano donde pudiera tener una mejor vista, pero decidí ignorar
las tonterías que salían de su boca.
Kakarotto empezó
liberando su ki y pasando de su estado de súper saiyajin a la forma que supera
a este, o como él lo llama “súper saiyajin fase dos”, en respuesta, Majin Boo comenzó
a golpearse el pecho y a bramar como poseso. Pasaron los segundos hasta
volverse minutos y ese payaso seguía jugando; el mismo Kakarotto había bajado
la guardia debido a la confusión que le causaba el comportamiento de su
oponente. Harto de esto, mi rival dio el primer ataque moviéndose a velocidad
supersónica y sembrando su rodilla en el rostro de Majin Boo; pero como si esto
no importase, el simplemente siguió golpeteando su pecho con los puños, siguió
haciéndolo incluso después de que Kakarotto lo mando a volar con una patada,
hasta que se estrelló con una roca en su camino, entonces se vio forzado a
ponerse firme para contrarrestar la inercia. Al ver a Kakarotto acercarse le
ataco con una esfera de energía rosada que este esquivo con facilidad para
luego responder con otro rodillazo al estómago que hizo que Majin Boo se
doblara de dolor. Sin perder e l ritmo, Kakarotto lanzo una sucesión se golpes
con piernas y brazos, terminando con una pirueta en el aire para después dar
una patada giratoria a la cabeza de su enemigo, haciéndolo quedar mareado
apenas unas instantes, pero era todo lo que Kakarotto necesitaba, se colocó a
espaldas de Majin Boo, y cuando este se dio cuenta ya era demasiado tarde, el
saiyajin le disparo con una ráfaga de energía tan potente que su cuerpo se
desgarro mientras gritaba, pero luego su grito se vio acallado por la explosión
que acompaño al ataque de Kakarotto.
Sin duda alguna la
técnica de aquel insecto había mejorado, sus ataques iban en cadena de una
manera mucho más fluida. En el pasado siempre había tenido problemas para pasar
de los ataques físicos a los ataques con energía; incluso en nuestra resiente
pelea, su forma de pelear había sido más contenida, quizás por querer evitar
recibir daño y que esa energía la absorbiera Majin Boo o tal vez porque en
anterior condición de “muerto viviente” no podía darse el lujo de usar todo su
poder. Como quiera que fuese, una parte de mí se sentía frustrada al no haber
podido combatir con aquel hombre de la forma correcta, y lo que era peor,
ganásemos o perdiésemos esta pelea, ya nunca podría volver a intercambiar
golpes con Kakarotto.
Al disiparse el humo,
el breve momento que le siguió al estruendo de la explosión se vio interrumpido
cuando los fragmentos esparcidos de Majin Boo volvieron a unirse, la pequeña
bestia recupero su forma y comenzó a reírse burlonamente de Kakarotto como
diciendo “mira, no me hiciste nada”. Eso ya me lo esperaba, esta no iba a ser
una pelea corta. Kakarotto se preparó para atacar de nuevo, pero Majin Boo se movió
mucho más rápido que él y le conecto un golpe a la cara, el intercambio de
golpes y patadas entre ambos se volvió feroz, viéndose solo interrumpido por
algún ataque con ki de vez en cuando. Kakarotto seguía peleando con fluidez y
habilidad acrobática, pero la capacidad de Majin Boo para deformar su cuerpo y
atacar de maneras imposibles hacia que su repertorio se viera limitado solo por
su imaginación. Tanto así, que cuando Kakarotto logro contratacar uno sus
ataque más extraños, en el cual enterró una pierna en el suelo para lanzar una
patada por debajo de donde Kakarotto estaba parado, este tuvo que esquivar a
toda prisa las numerosas patadas hasta que pudo zafarse del ataque para
propinarle un puñetazo que mando a volar a Majin Boo nuevamente, pero el
diabólico niño rosado hizo de las suyas nuevamente al estirar su antena tras de
sí y usándola como lazo para atrapar a Kakarotto por el cuello, apenas le dio
tiempo al saiyajin de interponer una mano para evitar la asfixia cuando Majin
Boo pudo reincorporarse en el suelo. Con una fuerza sobrenatural sacudió se
alargada antena y le dio vueltas por el aire a Kakarotto hasta que lo lazo
contra una loma saliente a lo lejos, su cuerpo se incrusto en la tierra y Boo voló
para pararse sobre el montículo y golpeo su pecho otra vez como un gorila
demostrando su supremacía. Por un momento pensé que había terminado, Kakarotto
había quedado inconsciente o aun peor, pero mis dudas se disiparon al instante
al oír el crujir de la tierra. Kakarotto había partido en dos la loma que le
aprisionaba separándola al extender los brazos; cualquiera puede destruir y
despedazar una montaña usando ki, pero hacerlo por simple fuerza bruta es una
proeza aun para peleadores de nuestro nivel.
A ver que su oponente
estaba libre, Majin Boo se tele transporto lejos, me tomo un momento ubicarlo,
pero lo encontré flotando en la estratosfera del planeta supremo directamente
arriba de Kakarotto. Majin Boo se arrojó en picada a tal velocidad que casi
desaparece de mi vista, cuando impacto con Kakarotto ambos se recibieron con
puñetazos opuestos al rostro, la potencia combinada de ambos golpes genero una
onda de choque tan fuerte que se volvió una luz incandescente de una blanco
brillante, el terreno se sacudió ante la monumental fuerza de ese impacto,
cambiando las formaciones rocosas un kilómetro a la redonda y creando nuevas
estructuras que surgían como pilares de la superficie terrestre. Estaba
realmente anonadado, un solo golpe de ambos había causado tal estremecimiento
en un planeta cientos de veces más grande que la tierra… ambos eran unos
monstruos.
Kakarotto y Majin Boo
se separaron tras su tremendo ataque mutuo, Kakarotto parecía haberlo resentido
más que aquel monstruo que se reía como maniaco cual si disfrutara mucho de la
pelea; Luego junto su pequeñas manos rosadas y creo una diminuta esfera de
energía, la alzo por encima de su cabeza y concentró su voluntad en hacerla
crecer. No queriendo darle oportunidad de concluir con lo que tramaba,
Kakarotto lanzo uno de sus poderes hacia la bola de energía de Majin Boo con la
intención de hacerla estallar antes de que fuera demasiado tarde, sin embargo
esta absorbió la energía de Kakarotto y doblo su tamaño. Satisfecho con su
creación, Boo se la arrojo a Kakarotto que había quedado estupefacto al ver su
ataque fallar; sin tiempo para reaccionar, el saiyajin solo pudo atrapar la
esfera con sus manos y repelerla con su propio ki, aunque con visible esfuerzo,
el ataque de Boo salió volando hacia la estratosfera del planeta supremo hasta
perderse, pero ha Boo no pareció importarle en lo más mínimo. Solo segundos
después me di cuenta del porqué, la esfera reapareció en el firmamento como un pequeño
sol rosa directamente encima de Kakarotto y se precipito hacia el tan
velozmente que se deformo hasta convertirse en un pilar de luz; ¡ese mal
nacido! Solo era capaz de controlar su ki miles de kilómetros a lo lejos sino
que podía manipularlo a su antojo y tan rápido que la hizo dar una vuelta al
planeta para crear momento e incrementar su velocidad. Kakarotto esquivo por
muy poco el ataque de Majin Boo cuando este penetro en la superficie del
planeta. La reacción fue cataclismica, el cielo se tornó de un reojo sangre
antes de oscurecerse por completo dando paso a una tormenta eléctrica con rayos
tan cargados de energía que ahí donde impactaban la tierra se abría
despedazándose por sí sola; el suelo se sacudió en un sismo que abarco todo el
planeta, grandes áreas del suelo se colapsaron hace el centro del mismo planeta
supremo. El provocar un temblor por un despliegue de energía es algo con lo que
estaba bien familiarizado, pero no a esta escala, no en un planeta tan vasto
como el planeta supremo; el ki del que Majin Boo podía disponer en cualquier
momento era posiblemente su cualidad más peligrosa por el momento. Cuando el
sismo hubo cesado ambos contendientes quedaron parados uno frente al otro sobre
dos pilares de roca elevados sobre la deforme y maltrecha superficie del
planeta, aún quedaban los remanentes de la tormenta eléctrica, pero algo no
cuadraba, la energía de Majin Boo se había disipando, pero la descarga de
energía en el aire iba en aumento. Entonces me di cuenta, las descargas
eléctricas estaban rodeando a Kakarotto, era el quien estaba elevando su ki
ahora; con un alarido y una explosión de ki, la punta del pedestal donde estaba
parado Kakarotto se desprendió haciéndose añicos, cuando Kakarotto tocó el
suelo, su cabello se había convertido en una larga y frondosa melena dorada.
Este era el Súper Saiyajin fase 3 que
me había ocultado. El muy canalla por fin iba a pelear como se debe. Ahora
esperaba que me mostrase su verdadero poder.
Majin Boo miro a
Kakarotto con sadismo y le sonrió diabólicamente antes de desaparecer con su
velocidad y reaparecer frente al para darle un cabezazo. Esto desencadeno una
andanada de golpes que rompían la barrera del sónico al impactar y ataques con
energía que hacían que uno se estremeciera aun viéndolo desde lejos. El
intercambio de golpes se había vuelto aún más brutal que antes, pronto el
terreno les quedo chico y su pelea se extendí kilómetros a la redonda dejando
destrucción donde quiera que cruzaban lo puños. Por un breve momento Kakarotto
tomo la delantera con un golpe de martillo que lanzo a Majin Boo contra el
suelo, pero este contorsiono su cuerpo convirtiéndose en una pelota y
aprovechándose de su maleabilidad comenzó a rebotar y con cada rebote buscaba
golpear a Kakarotto. Iba haciéndose más y más rápido con cada envestida, por un
momento temí que fuera a darle de lleno, pero Kakarotto logro esquivar su
ataque en vertical haciendo que Majin Boo se incrustase en la tierra el solo.
Un temblor anunció que Majin Boo estaba por emerger de nuevo, pero Kakarotto no
podía ubicarlo así que se movió a la redonda manteniéndose aleta, pero aun así
lo tomo por sorpresa saliendo por el mismo agujero por el que se había metido
bajo la tierra. Lo que más dificultaba esta pelea era lo impredecible de ese
demonio, a diferencia de sus versiones anteriores, no tenía un estilo de pelea
ni método en sus ataques, era solo violencia
deseo de destrucción, eso sin contar la versatilidad de su cuerpo, lo
que hacía muy difícil predecir sus movimientos.
Kakarotto parecía
entenderlo también, y en un intento desesperado, lanzo un Kame Hame Ha con todo su poder. El poderoso ataque hizo trizas a
Majin Boo, pero cada pedazo de reformo en un Majin Boo Miniatura, el millar de
ellos rio burlonamente antes de extender una mano hacia Kakarotto y
bombardearlo con millones de proyectiles de energía; Kakarotto soporto de
alguna manera los ataques y disipo toda la energía expulsado su ki. Por un
momento pensé que se lanzaría al ataque de nuevo, pero de repente Kakarotto volvió
a la normalidad y cayo inconsciente al suelo.
-
¡Kakarotto!
– Grite sin poderlo evitar al verlo caer, me transforme en súper saiyajin y volé
hasta donde estaba; deshice mi transformación a fin de no desperdiciar más energía
y centre mi atención en él, empezaba a incorporarse con esfuerzo – Kakarotto,
yo te remplazare – dije.
-
¡Ugh! –
apenas y se movía, ni siquiera podía alzar la vista del suelo.
-
¡Necesitas
descansar un poco!
-
… Vegeta,
ese sujeto… tiene una fuerza increíble, te recomiendo que, te prepares.
-
¡Sí! Lo sé
– lo sabía muy bien, ya que yo había muerto por su culpa.
El millar de Majin
Boos se carcajeaba por encima de nosotros. No iba a dejar que se saliera con la
suya; me lance volando sin transformarme en medio de todos ellos, cada uno no
era más grande que un gato, pero estaba seguro que todos me superaban no solo
en número sino en fuerza. La multitud se abalanzo contra mi lanzado golpes y
patadas, forzándome a repelerlos expulsando mi ki, cuando me libre de ellos comencé
a disparar a diestra y siniestra, mi objetivo no era derrotarlo, sabía que no podría
hacerlo, solo necesitaba darle tiempo a Kakarotto para reponerse; los múltiples
Boo fueron destrozados por mis disparos de energía y los trozos se reunieron en
un cuerpo único otra vez.
-
¡Los voy a
matar a los dos! ¡Ah ja ja ja ja! – dijo con una chillona voz infantil para
luego reír con demencia.
-
¡…!
Antes de que siquiera
pudiese coordinar mis ideas Majin Boo me ataco con una esfera de energía seguida
una apabullante ronda de golpes, eran fuertes, pero no lo suficiente para
causar un daño severo, sin embargo era demasiado veloces, apenas me reponía de
uno cuando ya había conectado el siguiente. No podía seguirle el paso, ¿Cómo era
posible que Kakarotto haya contra él? Cada golpe que me daba iba haciendo que
mi cuerpo se acostumbrara el dolor, fue entonces que aproveche para esquivarle
y contra atacar; lance una patada, un golpe, otro punta pie y un volado de
izquierda, ni siquiera lo roce. Majin Boo tomo distancia y contorsiono su
cuerpo moviendo las caderas, como diciendo “no
puedes tocarme idiota” el miserable me estaba provocando. Acumule mi energía
y dispare un rápido ataque contra sus piernas, desintegrando su cuerpo desde la
cintura, como siempre Majin Boo se regenero con poco esfuerzo, así que dispare
una, dos tres veces más teniendo el mismo resultado. Me estaba quedando sin
aliento y no estaba logrando nada… en medio de mi estupor Boo lanzo un puntapié
estirando su pierna para golpear mi estómago y mandarme volando a lo lejos
hasta que impacte en una roca incrustándome en ella.
Cuando abrí los ojos,
Boo ya estaba frente a mí con una sonrisa condescendiente en la cara. No podía vencerlo,
era un enemigo fuera de mi alcance. La bestia tomo distancia y preparo un
ataque de energía, el pensamiento de que me mataría me paso por la cabeza, a
pesar de que ya estaba muerto, pero antes de que lanzara su ataque, la cabeza
de Kakarotto entro en escena golpeando al monstruo rosado en la barbilla e
interrumpiendo su concentración.
-
…
-
Yo te
remplazare Vegeta – dijo devolviéndome mis palabras – Majin Boo es un oponente
muy fuerte… de todas las pelas que he tenido él es el enemigo más fuerte que me
ha tocado, pero te juro… ¡que no me daré por vencido!
Kakarotto se transformó
de golpe a súper saiyajin fase dos y embistió contra Majin Boo. Estaba pasmado,
¿de dónde sacaba tanto coraje? Aun antes de alcanzar a su enemigo, Kakarotto ya
se había preparado pasando a la Fase 3 al vuelo y retomando su combate con
Majin Boo. Me libere de la roca y baje al suelo; las piernas me temblaban y sentía
mi cara adormecida por los golpes, mi abdomen ardía por ese último punta pie y resistía
el impulso de devolver el estómago por muy poco. Mire a los dos combatientes y
me senté dejándome abatir por el cansancio; entonces me tome un momento en la
privacidad de mis pensamientos para contemplar con frustración y admiración a
aquel saiyajin llamado Kakarotto. Recordé cuando nos conocimos, yo aún era un
mercenario en busca de planetas con un excelente medio ambiente para venderlos
a un buen precio; cuando lo vi por primera vez me impresionó su estatura y
seguridad, pero mi orgullo como príncipe de los saiyajin me hacía inconcebible
la derrota ante un caballero de clase baja como el, cuan equivocado estaba…
golpe a golpe Kakarotto se igualo a mi nivel en esa primera pelea y a partir de
ese momento solo vivía con un solo objetivo, el cual era superar los poderes de
Kakarotto, use todo método a mi disposición para volver a estar por encima de él,
pero cuando nos volvimos a encontrar en el planeta Namekusei, Kakarotto ya había
superado mis poderes una vez más y se convirtió en el legendario súper
saiyajin. Yo también logre despertar al súper saiyajin que había en mi al
desatar mi furia, con emoción pensé que por fin había superado a Kakarotto ¡y
que los momento de gloria que tuve como el príncipe saiyajin habían regresado! Pero
al final no pude superarlo… al principio pensé que era por su obligación de
proteger a sus seres queridos, que a cauda de eso un misterioso poder brotaba
en su corazón… quieras era eso, yo ahora tenía el mismo deber, hacia mi mujer y
mi hijo, en el pasado yo peleaba por imponer mi voluntad, por diversión, ¡era
na delicia para mi matar a la gente! Y sobre todo para fortalecer mi orgullo,
pero Kakarotto… él era diferente, no peleaba solo por la victoria, ¡siempre
sobrepasaba los límites de su fuerza para no perder ante nadie! Por eso nunca
opto por matar a sus oponentes, lo sé porque nunca se atrevió a matarme… en ese
momento me di cuenta que en mi corazón había un poco de sentimentalismo humano
y aun que no podía soportar la idea de que existiese un saiyajin bondadoso que
amaba las pelas…
-
¡Tú puedes Kakarotto… eres el número uno! – admití en silencio dentro de mi corazón mientras
presenciaba una pelea por el destino del universo.
Se hace tarde, me iré
a la cama antes de que Bulma se dé cuenta de que otra vez me desvele
escribiendo.
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