domingo, 1 de octubre de 2017

Las Memorias de Vegeta (Entrada 110)

15 de Septiembre 791

Majin Boo había aparecido en el planeta supremo e inmediatamente comenzó a reír como un demente; no pronunciaba palabra alguna, pero por su comportamiento podía adivinar que se jactaba por dentro por habernos encontrado.

-          Este planeta podremos pelear a gusto – dije con anhelo mientras me tronaba los nudillos.
-          Supremo Kaiou sama… - Llamo Kakarotto con seriedad girándose hacia el grupo de espectadores a nuestras espaldas – por favor lleva a los demás a un planeta donde puedan estar seguros.
-          ¡¿Eh?! – se sorprendió Shin ante la petición.
-          Parece ser que esta pelea no será nada fácil, y no quiero que les pase nada.
-          ¡Sí! Como usted diga…
-          ¡Oooii! ¡Ustedes siempre nos causan problemas! – rezongó el anciano dios – pero está bien porque aunque peleen en este planeta será muy difícil que se destruya. ¡Goku, Vegeta, Peleen con todas sus fuerzas!
-          ¡Gracias Anciano! –dijo Kakarotto.
-          ¡Les deseo buena suerte a los dos! ¡Hagan lo posible por vencerlo! – animo Dende.

Le dedique una sonrisa de confianza a nuestros “animadores” y Kakarotto alzo un pulgar indicando su seguridad pero cuando se marcharon usando la tele transportación de Shin, nuestras sonrisas se borraron al encarar a nuestro oponente.

-          Veamos si esto podrá funcionar, ya que todo depende de esta pelea – declaro Kakarotto.
-          Si… - se secunde sin quitar la vista de Majin Boo.
-          Bien, ¿Quién de nosotros peleara primero?
-          ¡Vamos a decidirlo!
-          ¡Sí!
-         
-          ¡Piedra, papel o tijeras! – gritamos al unísono extendiendo nuestras manos con las respectivas señas.

Puede parecer estúpido, pero si no puedes decidir algo con simpleza cuando el universo está en peligro, entonces ¿Cuándo lo vas a hacer? Para mi disgusto, Kakarotto gano, y obtuvo el derecho a luchar primero; seguramente para las mentes de seres más inconsecuentes (como aquel trio de dioses) la mejor opción hubiera sido pelear juntos. Pero para un saiyajin, poder enfrentarse mano a mano y de uno a uno con el enemigo es más importante que el destino del universo. Frustrado por haber perdido, me relaje y deshice mi transformación en súper saiyajin, me encamine con calma hacia otro lado para ver mejor la pelea.

-          Kakarotto, hace tiempo que no te veo pelear, así que demuéstrame lo que has aprendido – en realidad no había pasado mucho desde que él y yo nos enfrentamos, y por supuesto habíamos combatido lado a lado mientras rescatábamos a Trunks y los demás, pero en medio de todo ese caos no había podido apreciar la técnica de mi oponente.
-          ¡De acuerdo! Aunque lamento decirte que probablemente no vas a participar… - Kakarotto siguió hablando mientras yo me elevaba en el aire para irme a sentar en un peñasco cercano donde pudiera tener una mejor vista, pero decidí ignorar las tonterías que salían de su boca.

Kakarotto empezó liberando su ki y pasando de su estado de súper saiyajin a la forma que supera a este, o como él lo llama “súper saiyajin fase dos”, en respuesta, Majin Boo comenzó a golpearse el pecho y a bramar como poseso. Pasaron los segundos hasta volverse minutos y ese payaso seguía jugando; el mismo Kakarotto había bajado la guardia debido a la confusión que le causaba el comportamiento de su oponente. Harto de esto, mi rival dio el primer ataque moviéndose a velocidad supersónica y sembrando su rodilla en el rostro de Majin Boo; pero como si esto no importase, el simplemente siguió golpeteando su pecho con los puños, siguió haciéndolo incluso después de que Kakarotto lo mando a volar con una patada, hasta que se estrelló con una roca en su camino, entonces se vio forzado a ponerse firme para contrarrestar la inercia. Al ver a Kakarotto acercarse le ataco con una esfera de energía rosada que este esquivo con facilidad para luego responder con otro rodillazo al estómago que hizo que Majin Boo se doblara de dolor. Sin perder e l ritmo, Kakarotto lanzo una sucesión se golpes con piernas y brazos, terminando con una pirueta en el aire para después dar una patada giratoria a la cabeza de su enemigo, haciéndolo quedar mareado apenas unas instantes, pero era todo lo que Kakarotto necesitaba, se colocó a espaldas de Majin Boo, y cuando este se dio cuenta ya era demasiado tarde, el saiyajin le disparo con una ráfaga de energía tan potente que su cuerpo se desgarro mientras gritaba, pero luego su grito se vio acallado por la explosión que acompaño al ataque de Kakarotto.


Sin duda alguna la técnica de aquel insecto había mejorado, sus ataques iban en cadena de una manera mucho más fluida. En el pasado siempre había tenido problemas para pasar de los ataques físicos a los ataques con energía; incluso en nuestra resiente pelea, su forma de pelear había sido más contenida, quizás por querer evitar recibir daño y que esa energía la absorbiera Majin Boo o tal vez porque en anterior condición de “muerto viviente” no podía darse el lujo de usar todo su poder. Como quiera que fuese, una parte de mí se sentía frustrada al no haber podido combatir con aquel hombre de la forma correcta, y lo que era peor, ganásemos o perdiésemos esta pelea, ya nunca podría volver a intercambiar golpes con Kakarotto.

Al disiparse el humo, el breve momento que le siguió al estruendo de la explosión se vio interrumpido cuando los fragmentos esparcidos de Majin Boo volvieron a unirse, la pequeña bestia recupero su forma y comenzó a reírse burlonamente de Kakarotto como diciendo “mira, no me hiciste nada”. Eso ya me lo esperaba, esta no iba a ser una pelea corta. Kakarotto se preparó para atacar de nuevo, pero Majin Boo se movió mucho más rápido que él y le conecto un golpe a la cara, el intercambio de golpes y patadas entre ambos se volvió feroz, viéndose solo interrumpido por algún ataque con ki de vez en cuando. Kakarotto seguía peleando con fluidez y habilidad acrobática, pero la capacidad de Majin Boo para deformar su cuerpo y atacar de maneras imposibles hacia que su repertorio se viera limitado solo por su imaginación. Tanto así, que cuando Kakarotto logro contratacar uno sus ataque más extraños, en el cual enterró una pierna en el suelo para lanzar una patada por debajo de donde Kakarotto estaba parado, este tuvo que esquivar a toda prisa las numerosas patadas hasta que pudo zafarse del ataque para propinarle un puñetazo que mando a volar a Majin Boo nuevamente, pero el diabólico niño rosado hizo de las suyas nuevamente al estirar su antena tras de sí y usándola como lazo para atrapar a Kakarotto por el cuello, apenas le dio tiempo al saiyajin de interponer una mano para evitar la asfixia cuando Majin Boo pudo reincorporarse en el suelo. Con una fuerza sobrenatural sacudió se alargada antena y le dio vueltas por el aire a Kakarotto hasta que lo lazo contra una loma saliente a lo lejos, su cuerpo se incrusto en la tierra y Boo voló para pararse sobre el montículo y golpeo su pecho otra vez como un gorila demostrando su supremacía. Por un momento pensé que había terminado, Kakarotto había quedado inconsciente o aun peor, pero mis dudas se disiparon al instante al oír el crujir de la tierra. Kakarotto había partido en dos la loma que le aprisionaba separándola al extender los brazos; cualquiera puede destruir y despedazar una montaña usando ki, pero hacerlo por simple fuerza bruta es una proeza aun para peleadores de nuestro nivel.

A ver que su oponente estaba libre, Majin Boo se tele transporto lejos, me tomo un momento ubicarlo, pero lo encontré flotando en la estratosfera del planeta supremo directamente arriba de Kakarotto. Majin Boo se arrojó en picada a tal velocidad que casi desaparece de mi vista, cuando impacto con Kakarotto ambos se recibieron con puñetazos opuestos al rostro, la potencia combinada de ambos golpes genero una onda de choque tan fuerte que se volvió una luz incandescente de una blanco brillante, el terreno se sacudió ante la monumental fuerza de ese impacto, cambiando las formaciones rocosas un kilómetro a la redonda y creando nuevas estructuras que surgían como pilares de la superficie terrestre. Estaba realmente anonadado, un solo golpe de ambos había causado tal estremecimiento en un planeta cientos de veces más grande que la tierra… ambos eran unos monstruos.

Kakarotto y Majin Boo se separaron tras su tremendo ataque mutuo, Kakarotto parecía haberlo resentido más que aquel monstruo que se reía como maniaco cual si disfrutara mucho de la pelea; Luego junto su pequeñas manos rosadas y creo una diminuta esfera de energía, la alzo por encima de su cabeza y concentró su voluntad en hacerla crecer. No queriendo darle oportunidad de concluir con lo que tramaba, Kakarotto lanzo uno de sus poderes hacia la bola de energía de Majin Boo con la intención de hacerla estallar antes de que fuera demasiado tarde, sin embargo esta absorbió la energía de Kakarotto y doblo su tamaño. Satisfecho con su creación, Boo se la arrojo a Kakarotto que había quedado estupefacto al ver su ataque fallar; sin tiempo para reaccionar, el saiyajin solo pudo atrapar la esfera con sus manos y repelerla con su propio ki, aunque con visible esfuerzo, el ataque de Boo salió volando hacia la estratosfera del planeta supremo hasta perderse, pero ha Boo no pareció importarle en lo más mínimo. Solo segundos después me di cuenta del porqué, la esfera reapareció en el firmamento como un pequeño sol rosa directamente encima de Kakarotto y se precipito hacia el tan velozmente que se deformo hasta convertirse en un pilar de luz; ¡ese mal nacido! Solo era capaz de controlar su ki miles de kilómetros a lo lejos sino que podía manipularlo a su antojo y tan rápido que la hizo dar una vuelta al planeta para crear momento e incrementar su velocidad. Kakarotto esquivo por muy poco el ataque de Majin Boo cuando este penetro en la superficie del planeta. La reacción fue cataclismica, el cielo se tornó de un reojo sangre antes de oscurecerse por completo dando paso a una tormenta eléctrica con rayos tan cargados de energía que ahí donde impactaban la tierra se abría despedazándose por sí sola; el suelo se sacudió en un sismo que abarco todo el planeta, grandes áreas del suelo se colapsaron hace el centro del mismo planeta supremo. El provocar un temblor por un despliegue de energía es algo con lo que estaba bien familiarizado, pero no a esta escala, no en un planeta tan vasto como el planeta supremo; el ki del que Majin Boo podía disponer en cualquier momento era posiblemente su cualidad más peligrosa por el momento. Cuando el sismo hubo cesado ambos contendientes quedaron parados uno frente al otro sobre dos pilares de roca elevados sobre la deforme y maltrecha superficie del planeta, aún quedaban los remanentes de la tormenta eléctrica, pero algo no cuadraba, la energía de Majin Boo se había disipando, pero la descarga de energía en el aire iba en aumento. Entonces me di cuenta, las descargas eléctricas estaban rodeando a Kakarotto, era el quien estaba elevando su ki ahora; con un alarido y una explosión de ki, la punta del pedestal donde estaba parado Kakarotto se desprendió haciéndose añicos, cuando Kakarotto tocó el suelo, su cabello se había convertido en una larga y frondosa melena dorada. Este era el Súper Saiyajin fase 3 que me había ocultado. El muy canalla por fin iba a pelear como se debe. Ahora esperaba que me mostrase su verdadero poder.

Majin Boo miro a Kakarotto con sadismo y le sonrió diabólicamente antes de desaparecer con su velocidad y reaparecer frente al para darle un cabezazo. Esto desencadeno una andanada de golpes que rompían la barrera del sónico al impactar y ataques con energía que hacían que uno se estremeciera aun viéndolo desde lejos. El intercambio de golpes se había vuelto aún más brutal que antes, pronto el terreno les quedo chico y su pelea se extendí kilómetros a la redonda dejando destrucción donde quiera que cruzaban lo puños. Por un breve momento Kakarotto tomo la delantera con un golpe de martillo que lanzo a Majin Boo contra el suelo, pero este contorsiono su cuerpo convirtiéndose en una pelota y aprovechándose de su maleabilidad comenzó a rebotar y con cada rebote buscaba golpear a Kakarotto. Iba haciéndose más y más rápido con cada envestida, por un momento temí que fuera a darle de lleno, pero Kakarotto logro esquivar su ataque en vertical haciendo que Majin Boo se incrustase en la tierra el solo. Un temblor anunció que Majin Boo estaba por emerger de nuevo, pero Kakarotto no podía ubicarlo así que se movió a la redonda manteniéndose aleta, pero aun así lo tomo por sorpresa saliendo por el mismo agujero por el que se había metido bajo la tierra. Lo que más dificultaba esta pelea era lo impredecible de ese demonio, a diferencia de sus versiones anteriores, no tenía un estilo de pelea ni método en sus ataques, era solo violencia  deseo de destrucción, eso sin contar la versatilidad de su cuerpo, lo que hacía muy difícil predecir sus movimientos.

Kakarotto parecía entenderlo también, y en un intento desesperado, lanzo un Kame Hame Ha con todo su poder. El poderoso ataque hizo trizas a Majin Boo, pero cada pedazo de reformo en un Majin Boo Miniatura, el millar de ellos rio burlonamente antes de extender una mano hacia Kakarotto y bombardearlo con millones de proyectiles de energía; Kakarotto soporto de alguna manera los ataques y disipo toda la energía expulsado su ki. Por un momento pensé que se lanzaría al ataque de nuevo, pero de repente Kakarotto volvió a la normalidad y cayo inconsciente al suelo.

-          ¡Kakarotto! – Grite sin poderlo evitar al verlo caer, me transforme en súper saiyajin y volé hasta donde estaba; deshice mi transformación a fin de no desperdiciar más energía y centre mi atención en él, empezaba a incorporarse con esfuerzo – Kakarotto, yo te remplazare – dije.
-          ¡Ugh! – apenas y se movía, ni siquiera podía alzar la vista del suelo.
-          ¡Necesitas descansar un poco!
-          … Vegeta, ese sujeto… tiene una fuerza increíble, te recomiendo que, te prepares.
-          ¡Sí! Lo sé – lo sabía muy bien, ya que yo había muerto por su culpa.

El millar de Majin Boos se carcajeaba por encima de nosotros. No iba a dejar que se saliera con la suya; me lance volando sin transformarme en medio de todos ellos, cada uno no era más grande que un gato, pero estaba seguro que todos me superaban no solo en número sino en fuerza. La multitud se abalanzo contra mi lanzado golpes y patadas, forzándome a repelerlos expulsando mi ki, cuando me libre de ellos comencé a disparar a diestra y siniestra, mi objetivo no era derrotarlo, sabía que no podría hacerlo, solo necesitaba darle tiempo a Kakarotto para reponerse; los múltiples Boo fueron destrozados por mis disparos de energía y los trozos se reunieron en un cuerpo único otra vez.

-          ¡Los voy a matar a los dos! ¡Ah ja ja ja ja! – dijo con una chillona voz infantil para luego reír con demencia.
-          ¡…!

Antes de que siquiera pudiese coordinar mis ideas Majin Boo me ataco con una esfera de energía seguida una apabullante ronda de golpes, eran fuertes, pero no lo suficiente para causar un daño severo, sin embargo era demasiado veloces, apenas me reponía de uno cuando ya había conectado el siguiente. No podía seguirle el paso, ¿Cómo era posible que Kakarotto haya contra él? Cada golpe que me daba iba haciendo que mi cuerpo se acostumbrara el dolor, fue entonces que aproveche para esquivarle y contra atacar; lance una patada, un golpe, otro punta pie y un volado de izquierda, ni siquiera lo roce. Majin Boo tomo distancia y contorsiono su cuerpo moviendo las caderas, como diciendo “no puedes tocarme idiota” el miserable me estaba provocando. Acumule mi energía y dispare un rápido ataque contra sus piernas, desintegrando su cuerpo desde la cintura, como siempre Majin Boo se regenero con poco esfuerzo, así que dispare una, dos tres veces más teniendo el mismo resultado. Me estaba quedando sin aliento y no estaba logrando nada… en medio de mi estupor Boo lanzo un puntapié estirando su pierna para golpear mi estómago y mandarme volando a lo lejos hasta que impacte en una roca incrustándome en ella.

Cuando abrí los ojos, Boo ya estaba frente a mí con una sonrisa condescendiente en la cara. No podía vencerlo, era un enemigo fuera de mi alcance. La bestia tomo distancia y preparo un ataque de energía, el pensamiento de que me mataría me paso por la cabeza, a pesar de que ya estaba muerto, pero antes de que lanzara su ataque, la cabeza de Kakarotto entro en escena golpeando al monstruo rosado en la barbilla e interrumpiendo su concentración.

-         
-          Yo te remplazare Vegeta – dijo devolviéndome mis palabras – Majin Boo es un oponente muy fuerte… de todas las pelas que he tenido él es el enemigo más fuerte que me ha tocado, pero te juro… ¡que no me daré por vencido!

Kakarotto se transformó de golpe a súper saiyajin fase dos y embistió contra Majin Boo. Estaba pasmado, ¿de dónde sacaba tanto coraje? Aun antes de alcanzar a su enemigo, Kakarotto ya se había preparado pasando a la Fase 3 al vuelo y retomando su combate con Majin Boo. Me libere de la roca y baje al suelo; las piernas me temblaban y sentía mi cara adormecida por los golpes, mi abdomen ardía por ese último punta pie y resistía el impulso de devolver el estómago por muy poco. Mire a los dos combatientes y me senté dejándome abatir por el cansancio; entonces me tome un momento en la privacidad de mis pensamientos para contemplar con frustración y admiración a aquel saiyajin llamado Kakarotto. Recordé cuando nos conocimos, yo aún era un mercenario en busca de planetas con un excelente medio ambiente para venderlos a un buen precio; cuando lo vi por primera vez me impresionó su estatura y seguridad, pero mi orgullo como príncipe de los saiyajin me hacía inconcebible la derrota ante un caballero de clase baja como el, cuan equivocado estaba… golpe a golpe Kakarotto se igualo a mi nivel en esa primera pelea y a partir de ese momento solo vivía con un solo objetivo, el cual era superar los poderes de Kakarotto, use todo método a mi disposición para volver a estar por encima de él, pero cuando nos volvimos a encontrar en el planeta Namekusei, Kakarotto ya había superado mis poderes una vez más y se convirtió en el legendario súper saiyajin. Yo también logre despertar al súper saiyajin que había en mi al desatar mi furia, con emoción pensé que por fin había superado a Kakarotto ¡y que los momento de gloria que tuve como el príncipe saiyajin habían regresado! Pero al final no pude superarlo… al principio pensé que era por su obligación de proteger a sus seres queridos, que a cauda de eso un misterioso poder brotaba en su corazón… quieras era eso, yo ahora tenía el mismo deber, hacia mi mujer y mi hijo, en el pasado yo peleaba por imponer mi voluntad, por diversión, ¡era na delicia para mi matar a la gente! Y sobre todo para fortalecer mi orgullo, pero Kakarotto… él era diferente, no peleaba solo por la victoria, ¡siempre sobrepasaba los límites de su fuerza para no perder ante nadie! Por eso nunca opto por matar a sus oponentes, lo sé porque nunca se atrevió a matarme… en ese momento me di cuenta que en mi corazón había un poco de sentimentalismo humano y aun que no podía soportar la idea de que existiese un saiyajin bondadoso que amaba las pelas…

-          ¡Tú puedes Kakarotto… eres el número uno! – admití en silencio dentro de mi corazón mientras presenciaba una pelea por el destino del universo.

Se hace tarde, me iré a la cama antes de que Bulma se dé cuenta de que otra vez me desvele escribiendo.




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