14 de Septiembre 791
5:00 pm
Los cuerpos de los
rescatados comenzaron a caer víctimas de la gravedad, Kakarotto atrapo a sus
hijos y yo a Trunks y a Piccoro. Mire a Majin Boo y seguía parado e inmóvil en
uno pequeño risco.
-
Majin Boo aún
no se ha dado cuenta, hay que esconderlos deprisa – le dije a Kakarotto.
Apenas empezamos a descender
para buscar donde refugiarlos cuando nos detuvimos en seco. El ki de aquel
monstruo que hasta ahora había disminuido comenzó a crecer exponencialmente,
Kakarotto y yo nos miramos desconcertados por un segundo, pero sin esperar a
que dijera algo volé para ver lo que ocurría con Majin Boo. Era imposible,
Majin Boo seguía quejándose por lo bajo como si algo le causara un dolor
constante, pero sus músculos se inflamaban grotescamente haciendo que se que
saltaran las venas en la piel, y su ki iba en aumento segundo a segundo.
-
Oye
Vegeta, corrígeme si me equivoco, pero el ki de Majin Boo está aumentando ¿no
es así? – Pregunto Kakarotto acercándose a mis espaldas.
-
Sí, no
puede ser… - Los músculos de Majin Boo seguían creciendo junto con su ki y muy
pronto se convirtió en una mole de músculos rosados.
-
¿Crees
que… este sufriendo una transformación para su beneficio? – Pregunto de nuevo
Kakarotto visiblemente preocupado.
-
No,
espera… - Majin Boo comenzó a lanzar alaridos y retorcerse como si luchara
contra algo en su interior – no, esta es otra transformación.
-
Me
gustaría que ya se tranquilizase.
Cuando termino,
respiraba agitadamente, la musculatura y enorme estatura dio paso un cuerpo
pequeño pero bien definido, su apariencia era definitivamente infantil, pero en
su cara estaba fija una muestra de furia contenida, el ki que habíamos sentido aún
se hallaba presente pero comenzaba a disminuir – Ja ja ja le gusta asustarnos –
le comente a Kakarotto.
-
Míralo, el
infeliz se hizo más pequeño.
-
Ja ja que
bien ¡lo logramos Vegeta! Tal vez ahora si podamos acabar con él.
-
Al parecer
la figura de Majin Boo se ha convertido en un infante – señale bastante
anonadado por todos los cambios que había sufrido ese monstruo.
-
Lo primero
que tenemos que hacer es buscarle refugio a Gohan y los demás.
Dejamos en a Trunks y
los demás debajo de una saliente que protuveraba del suelo, seguían inconscientes,
pero Kakarotto pudo confirmar que seguían con vida después de obeter como
respuesta un leve quejido de Gohan cuando trato de despertarlo. Mire a mi hijo
tendido en el suelo, en efecto, estaba ileso. Pero fue en este breve momento de
calma que recordé mi situación actual… yo, aún estaba muerto; mientras
Kakarotto se alegraba de que estuvieran todos a salvo, mi mente tomo una ruta
hacia el pesimismo, mi hijo estaba con vida, pero su madre, sus abuelos, todo
aquello por lo que sacrifique mi vida se había esfumado a manos de ese maldito
de Majin Boo y lo que era peor, se me había dado el privilegio de atestiguar lo
inconsecuente de mi muerte.
-
Majin Boo
se está moviendo Vegeta.
-
… - En
efecto, Majin Boo voló a máxima velocidad varios kilómetros a la redonda en
cuestión de segundos, solo para volver al mismo risco donde comenzó y luego
comenzó a soltar su ki dando gritos espeluznantes, el cielo se oscureció y
tormentas eléctricas y tornados se formaron de la nada, la tierra se estremecía
tanto que estoy seguro que toda la tierra sintió las réplicas de aquel sismo.
-
¡¿Qué está
haciendo?!
-
¡Está
gritando como loco! – le respondí gritando a Kakarotto quien había hecho lo
mismo al preguntar, el ruido era tan ensordecedor que apenas nos escuchábamos.
De repente todo se calmó
como si aquello nunca hubiera pasado. Majin Boo volvió a esta inmóvil por un
momento como si pensara en algo y luego extendió una mano hacia el suelo a sus
pies. Entre sus dedos formo una pequeña bola de energía rosada, pero yo podía
sentirlo no era cualquier ataque, era tan concentrado que si lo lanzaba
destruiría todo a su paso.
-
¡¿Pero qué
hace?! – reclamo Kakarotto al percatarse de lo mismo
-
¡Maldición!
– Majin Boo lanzo su proyectil contra la tierra y solo alcance a lanzar yo uno
propio para desviarlo metros antes de impactar, albos poderes chocaron y
cambiaron de dirección disipándose en el horizonte.
-
Casi
destruye la tierra con ese diminuto poder, ¡gracias Vegeta!
-
¡¿Está
loco o qué?! ¡¿?quiere morir junto con esa explosión!
-
No… aunque
se hiciera trizas puede regresar a la normalidad fácilmente.
-
¡Oye Majin
Boo! ¡Es tu problema si quieres destruir este planeta! ¡¿Per porque primero no
peleas con nosotros?! – le reclame enardecido por su táctica cobarde.
-
¿Qué? –
Pregunto con una aguda voz volteando a vernos atrás.
-
Pelea.
-
… - Majin
Boo se giró para encararnos y sonrió con sadismo – Ji ji ji.
-
Así es
como debe ser – le dije. Entonces Majin Boo alzo una mano y comenzó a acumular
energía en su palma; más y más se iba reuniendo hasta que formo una incandescente
esfera de luz rosada que era casi segadora.
-
¡¿Qué está
haciendo?! – se preguntó en voz alta Kakarotto – cuanta energía… ¡no puede ser!
Tiene pensado arrojarla contra la tierra.
-
…
-
¡Eh eso no
podemos regresárselo! – compartía el pesimismo de Kakarotto, cuando estábamos
fusionados poseíamos un poder mayor al de los dos juntos, por eso habíamos
podido devolverle todos sus ataques Majin Boo y torturarle, pero no había
manera de que por separado pudiésemos repetir esa hazaña - ¡Ya basta Boo! ¡Por
favor! ¡EXPLOTARAS LA TIERRA CON TODO ESE PODER! – le imploraba Kakarotto con
desesperación - ¡¿no vas a pelear con nosotros?!
-
Je je je –
Majin Boo sonrió con la malicia de un niño a punto de hacer una travesura y
lanzo su ataque señalándonos con su dedo índice.
-
¡Ah! – la
colosal súper nova rosa de Majin Boo se acercaba con atemorizante lentitud,
como si fuera consiente de sí misma y supiera que nada podía pararla, aunque lo
más probable es la que tenía en mente su creador.
-
… Los
muchachos… ¡Vegeta sígueme! ¡Vamos a hacer la tele transportación! – grito
Kakarotto recordándome que no éramos los únicos en riesgo.
-
¡Sí!
Volamos a todo vapor
en busca de Trunks y los demás, aún estaba incapacitados, de pronto Kakarotto
se desvió por un momento y bajo rápidamente a tierra, cuando se elevó de nuevo
y se puso a mi lado llevaba a Dende, el Namekuseijin y a ese insecto llamado
Mr. Satán - ¿Qué demonios estaban
haciendo ellos ahí? ¿Cómo es que habían sobrevivido? – me pregunte al verlos.
El ataque de Majin Boo nos pisaba los talones; vi como Kakarotto se esforzaba
por concentrarse en hacer la tele transportación si éxito, entonces recordé que
su tele transportación dependía de sentir el ki de alguien más, y al ser los
únicos en la tierra no había a donde huir, si bien podía intentar buscar otro
planeta como Namekusei, eso requería mas concentración, y ante el abrumador
peligro detrás de nosotros eso era imposible. De pronto un sujeto de orejas
puntiagudas y cabello largo apareció frente a nosotros y le tendió la mano a
Kakarotto.
-
¡¿Qué
haces?! – le pregunte a Kakarotto cuando me sujeto del cuello de la camiseta,
de pronto todo se ilumino de luz y voltee a ver hacia donde estaban mi hijo y
los demás, a solo unos metros, solo un segundo más y lo alcanzaría…
Pero desaparecieron en
la luz, todo desapareció, el ligero ki que sentía de mi hijo en su letargo,
Majin Boo y su esfera de luz mortal, la tierra… todo había sido destruido. Pero
no yo, caí al suelo víctima de la gravedad y un planeta que no era la tierra,
había césped por todos lados, árboles y riscos, el cielo era de un trono ligero
de purpura y podía ver planetas ajenos en el horizonte. Mi estupor fue
interrumpido por el golpe que Kakarotto le propinó al suelo.
-
¡Maldición!...
no pudimos llegar a tiempo – su cara tenía una mueca que raras veces había
visto en su cara, una de frustración y derrota.
-
¿En dónde
estamos? ¿en el paraíso? – pregunto Mr. Satán lleno de duda mientras yo me
ponía de pie.
-
¡GRRR! –
esta basura seguía con vida solo porque Kakarotto se había desviado para
salvarle. Me acerque a Kakarotto y lo levante por la camisa del lugar donde
esta postrado - ¡Kakarotto! ¡¿Por qué demonios salvaste a este sujeto en lugar
de a Trunks y los demás?! ¡Ellos no nos ayudan en nada!
-
… -
Kakarotto guardo silencio y desvió la vista de mí; quería romperle la cara,
quería que suplicara mi perdón por su equivocación.
-
Lo siento…
- Dijo Dende súbitamente manteniendo la vista en el suelo.
-
¡Argh! –
avente a Kakarotto soltándolo para quitarme su estúpida cara de enfrente.
Me di la vuelta y me
cruce de brazos, no había nada que hacer y lo sabía muy bien al igual que los
demás Dende y Kakarotto se quedaron también en silencio mientras que El tipo de
cabello largo y un anciano que parecía pertenecer a su misma raza se miraban
apesumbrados; al verlos más detenidamente los recuerdos que obtuve de Kakarotto
me hicieron saber que se trataba del supremo Kaiou sama quien se había fusionado
con su sirviente y el anciano era su predecesor. El supremo Kaiou sama anciano
se aproximó a una esfera de cristal que estaba en el suelo y la miro por un
momento.
-
La tierra
ya no está… la hicieron desaparecer – anuncio con una temblorosa voz.
-
¡Entonces!...
Gohan, Piccoro y los demás están… - comenzó a sugerir Kakarotto, pero no
termino la oración, los ojos del anciano se clavaron en nosotros confirmando
nuestros temores.
-
Siento
decirlo, pero explotaron junto con la tierra – agrego el vejestorio.
-
¡Grrrr! –
gruño Kakarotto con impotencia.
-
… - yo por
mi parte solo mire al suelo sin saber cómo expresar mi frustración.
-
¡¿Están
locos?! ¿Qué la tierra desapareció? ¡Ja ja ja ja! – interrumpió Mr. Satán con
una risotada – por favor, no digan tonterías ¡esta es la tierra! – señalo
apuntando al suelo con un dedo - ¿Qué no la están viendo? ¡ese anciano está
loco de remate!
-
¡Hump! –
el anciano se limitó a mirar con desaprobación al terrícola.
-
¡Guarde
silencio! – le exhorto Dende con vehemencia - ¡¿pero cómo se atreve?! Esas
personas son los supremos Kaiou sama… bueno eso creo.
-
¿Los supremos
Kaiou… sama? ¿y qué diablos es eso? – a este punto ambos seudo dioses miraban
con recelo al “hereje” la verdad no lo culpaba, ese par no daba para nada la
impresión de poseer divinidad, sobre todo el más joven. Dende comenzó a explicarle
sobre la jerarquía de los dioses y su importancia, así como aclara que este era
el planeta supremo y no la tierra.
-
¿Estas
bromeando? – pregunto Mr. Satán – si de verdad son tan poderosos ¿Por qué no
hicieron algo con el tal Majin Boo? No eres muy buen comediante…
-
Ese hombre
hace muy buenas preguntas – comento el supremo anciano con un dejo de sarcasmo.
-
Pensándolo
bien… también se me hace muy extraño que tú seas el dios de la tierra –
cuestiono Mr. Satán la divinidad del joven Namekuseijin.
Mr. Satán continuo con
sus tonterías alegando que todo lo que veía era un sueño y como tal incluso él
podría volar, corrió hacia un desfiladero y proclamo como volaría por el
universo para vencer Majin Boo, salto y cayó al vacío… por desgracia no fue más
que una altura mínima, sus quejidos tras impactar con el suelo confirmaron que
la alimaña seguía con vida.
-
Ese sujeto
es muy gracioso, se le ocurren puros disparates – dijo el anciano supremos
Kaiou sama con humor.
-
¡Kakarotto!
– le dije, desentendiéndome de aquellas estupideces - ¡Eres un torpe! ¡¿Cómo
pudiste salvar a ese estúpido en lugar de Piccoro y los demás?! ¡Tanto trabajo que
nos costó rescatarlos! ¡Y tú los dejaste morir!... quizás ya no los podremos resucitar,
porque las esferas desaparecieron junto con la tierra.
-
… - Kakarotto
sabía que había cometido un error, ahora todo estaba perdido.
-
¡Ah!
¡Miren esto! – llamo el supremo Kaiou Sama… (Ya me estoy cansando del nombre de
este papanatas, Shin para futuras referencias).
-
¡Ah!
-
¡Ah! –
exclamamos Kakarotto y yo al ver lo que nos mostraba Shin en la esfera de
cristal, en medio del vacío del espacio, una masa rosada se retorcía
asquerosamente en el lugar donde solía estar la tierra.
-
Majin Boo
fue hecho pedazos pero parece que regresa a la normalidad.
-
¡Diablos!
– maldijo Kakarotto.
-
Se
regenero – les dije.
-
No importa
en cuantos pedazos sea cortado Majin Boo, siempre volverá a la normalidad –
comento Shin con angustia.
Majin Boo comenzó a
mirar a su alrededor cuando hubo acabado de regenerar su cuerpo y de pronto pareció
percatarse de algo; al instante desapareció sin dejar rastro.
-
¡¿Y ahora
a donde se fue?! – pregunte incrédulo de lo que veía.
-
Parece ser
que Majin Boo se tele transporto a otro planeta – respondió el anciano mientras
manipulaba con los dedos la bola de cristal sin siquiera tocarla. La imagen
contenida en ella cambio por la de un planeta extraño y luego vimos lo que ocurría
en su superficie.
-
¡Esto es
terrible! Ese demonio ya sabe dominar a la perfección la técnica de tele
transportación de Kibito – agrego Shin al verlo aparecer y desaparecer con gran
facilidad.
Ya sabía que ese
monstruo era muy hábil para aprender las técnicas de sus oponentes, pero usar
semejante técnica era absurdo. Sin pensárselo dos veces Majin Boo disparo una
diminuta esfera de energía contra la superficie de aquel planeta y lo hizo
estallar aún más fácilmente que la tierra; con horror observamos cómo se
regeneraba y se trasladaba a otros planetas para hacerlos estallar, la esfera
de cristal no perdía detalle de lo que ocurría 3, 4, en menos de 20 minutos
había exterminado cinco planetas como si fueran nada y cada vez que lo hacía se
volaba así mismo con ellos, regenerándose en pocos segundos.
-
Ese
demonio los está buscando por todas partes – dijo el anciano para responder a
la pregunta que nadie había pronunciado, pero que yo mismo me estaba haciendo
en mi mente – recuerden que en este universo hay millones de ki que pueden ser
percibidos.
-
¡¿Y por
eso sigue destruyendo planetas en vano?! ¡es una amenaza para todos! – bramo
Kakarotto con ira y remordimiento.
-
Boo es el
único demonio que haría esas atrocidades… - dijo Shin – nuevamente las vidas de
todo el universo están siendo sacrificadas.
-
Ya sé que
destruyo nuestra tierra, pero habrá muchos más planetas que jamás volverán a la
normalidad aunque destruyamos a Majin Boo – declaro Kakarotto.
-
¡CLARO! –
grito entusiasmado Dende llamando la atención de todos - ¡aún podemos contar
con las esferas del dragón!
-
¿Eh? –
pronunciamos todos al unísono al no entenderle.
-
Si todos
vamos al planeta donde yo nací, seguramente el nuevo patriarca habrá creado
unas nuevas esferas del dragón – explico el joven de cara verde – nos dejaran
usarlas y la tierra y los otros planetas se salvaran… ¡y las personas que
fueron asesinadas por Majin Boo revivirán!
Como si nos hubieran
quitado una carga inmensa de encima, los ánimos de todos se avivaron, inclusive
yo podía apreciar el atisbo de esperanza que aquel Namekuseijin nos había
brindad.
-
¡Es
cierto! – se me escapo sin poder contener mi optimismo.
-
Oye,
espera un momento - me interrumpió Kakarotto – Dende… ¿no crees que tu planeta
queda muy lejos de aquí?
-
¿Qué? –
pregunto Dende sin entenderle.
-
El ki que
tienen los campesinos de ese lugar, no es muy fuerte, me costara mucho trabajo
llegar halla tele transportándonos.
-
¡Grrr! –
maldito Kakarotto, tenía que arruinar el momento.
-
Y tampoco
contamos con una nave espacial.
-
Si… Ya veo
– asintió Dende con pesimismo.
-
Esperen… -
Intervino Shin – en realidad no conozco las esferas del dragón de las que tanto
hablan… pero si puedo tele transportarme desde este planeta supremo a cualquier
lugar de la galaxia, es mi especialidad – declaro con una sonrisa.
-
¡Estamos
salvados! – grito Kakarotto.
-
¡Perfecto!
– se sumó Dende.
-
¡Y si
derrotamos a Majin Boo todo saldrá a la perfección! – sugerí viéndome contagiado
de su repentina alegría.
-
¡No
esperen! – Protesto en anciano supremo - ¡que no se les ocurra usar las esferas
del dragón! Lo único que están provocando es que la naturaleza pierda su
camino. Quizá tengan razón, nos Namekuseijin tienen esa ventaja, pero
cometerían una violación al querer usarla.
-
… - Todos
miramos con disgusto al arrugado dios.
-
¡Desde la
antigüedad se hizo un pacto para que solo ellos pudieran usarlas! Y desde
entonces jamás lo han hecho, ni siquiera para salvarse ¡¿Por qué íbamos hacerlo
nosotros?!
-
¡Supremo!
– interrumpió Kakarotto fingiendo docilidad – no tienes por qué ser tan severo
con nosotros.
-
¿Hmmm?
-
Si todo
sale a la perfección, te regalare una foto de esa chica bonita que te conté –
sugirió Kakarotto como un vendedor a punto de embaucar a un incauto – será toda
tuya, así podrás verla cuando tú quieras.
-
¿De verdad
vas a regalarme esa fotografía? – la expresión severa del anciano cambio por
completo llenándose de anticipación.
-
¿Qué tal?
¿verdad que la quieres? – dijo ese inútil endulzando aún más su tono de voz,
algo en ello no me agradaba.
-
¡Siii! –
el anciano empezaba ahora a salivar como un perro frente a una carnicería.
-
¡Bueno! Ya
no es tan joven pero aún sigue siendo
muy atractiva – ese gusano, cada palabra que decía me daba más y más mala
espina.
-
Pero esa
mujer ya fue asesinada por Majin Boo ¿no es verdad?
-
¡Por eso
te estoy diciendo que la reviviremos con las esferas del dragón!
-
¡O, Oye
Kakarotto!
-
¡¿Si?! –
la manera alarmada en la que se giró a verme me decía que algo se traía entre
manos.
-
¡Espero
que esa mujer de la que estás hablando con tanta exaltación no sea Bulma!
-
¡Hiiiggh!
-
¡¡AH
ESTABAS HABLANDO DE ELLA!! ¡¿Cómo TE ATREVES A PFRECES ESPOSAS DE OTROS?! ¡SI
TE ATREVEZ A HACER ESO TE HARE PEDAZOS! ¡¿POR QUE NO LE OFRECES UNA FOTOGRAFIA
DE TU ESPOSA?!
-
¡No
vegeta!, ¡recuerda que Milk no es muy bonita que digamos! – se excusó ese
insecto ofrece esposas, dos caras, traidor - ¡además es capaz de matarme!
-
¡Rápido! –
interrumpió mi arranque de ira Shin - ¡Vengan todos a ver esto!
-
… Boo está
a punto de irse a otra parte, está buscando al Sr. Goku y al Sr. Vegeta por
medio de su ki - Por unos minutos la esfera de cristal perdió el rastro del
monstruo, y luego vimos un familiar cielo rosado, era el otro mundo.
-
Majin Boo
apareció en el planeta de los Kaiou sama ¿con que propósito? – se preguntó
Kakarotto.
-
¡Si nos está
buscando que venga! – Le dije.
-
Shin, entrégale
tus arcillos a Goku y a Vegeta para que se fusionen de nuevo, de ese modo
tendrán la victoria asegurada – ordeno el anciano.
-
¡Sí! –
Shin removió los pendientes de sus puntiagudas orejas y nos los tendió – Sr.
Goku, Sr. Vegeta, por favor derroten a Majin Boo con estos arcillos.
-
Je… - Mire
el pendiente en mi mano y estaba a punto de romperlo como había hecho la última
vez, pero para mi sorpresa, Kakarotto hablo primero.
-
No, te lo agradezco,
pero ya no necesitaremos esto, te lo devuelvo.
-
¡¿Eehhh?!
– exclamaron ambos “dioses” al unísono.
-
Esta no es
nuestra manera de pelear, no me sentiría bien… disculpen por rechazar su ayuda,
pero yo quiero pelear por mi propia cuenta.
-
Se, señor
Goku… - Shin estaba atónito.
-
Perdónenme
por estos caprichos aun en una situación tan desesperada, pero el tampoco está
fusionado con alguien más.
-
¡MUCHACHO
TONTO! – vocifero el anciano - ¡¿Cómo se te ocurre decir algo así en este
momento?! ¡ustedes no van a entrar en un torneo para pelear con Majin Boo!
¡¿Por qué n lo quieres entender?!
-
¡Si, él
tiene razón! – apoyo Shin.
-
¡Bien
dicho Kakarotto! – le elogio con honestidad, sin duda era lo que esperaría de
un saiyajin de sangre pura como yo – yo tampoco necesito esto para pelear
contra el – triture el pendiente en mi mano horrorizando a los supremos Kaiou
sama – Así es como debe ser un saiyajin de raza guerrera – le dedique una
sincera sonrisa de aprobación a mi rival, por primera vez estábamos de acuerdo
por completo.
-
… -
Siguiendo mi ejemplo, Kakarotto destruyo el pendiente en su mano también.
-
Y ¿creen
que de verdad podrán ganarle de ese modo? Tomen en cuenta que Majin Boo volvió
a ser como originalmente era, su corazón está lleno de maldad, y posee unos
poderes asombrosos.
-
¡Todo
estará bien! Ya verás que esto se solucionara – Le aseguro Kakarotto a Shin. En
ese momento no pude evitar pensar que debido a la fusión, un poco de mi orgullo
saiyajin se le había pegado a Kakarotto.
Boo apareció en el
otro mundo sosteniendo un pilar que estaba por caerse, Krillin, Yamcha y otros
sujetos estaban siendo apaleados por el pequeño demonio. Sin importar cuanto le
atacasen su fuerza insignificante para su oponente; continuó barriendo el piso
con aquellos pobres diablos hasta que finalmente pareció aburrirse y se dispuso
a destruir el planeta en el que se encontraba.
-
No es
justo, Yamcha y Krillin ya están muertos y si esta vez los destruye…
desaparecerán por completo – advirtió Kakarotto con angustia al ver el peligro
que corrían aquellas sabandijas. Se apartó unos pasos de nosotros y se detuvo
en seco – Ya se, usare la tele transportación.
-
Espera
Kakarotto.
-
¿Eh?
-
Vamos a
atraerlo para que venga, aunque peleemos con todas nuestras fuerzas, este
planeta supremo no se destruirá con nada, así que pelearemos… con todo nuestro
poder.
-
Si… pero
¿Cómo Vegeta?
-
Él nos está
buscando, si elevamos nuestro ki se dará cuenta de que estamos en este planeta
y vendrá.
-
¡Ahhh! ¡Es
cierto! Bien.
Kakarotto y yo nos
preparamos y comenzamos a elevar nuestro ki enfocándonos en que fuera notorio;
el planeta de los Kaiou sama estaba en el otro mundo, así que nuestro ki debía trascender
la distancia entre ambos puntos. De repente Majin Boo aparecio de la nada, la
carnada había funcionado, pero no había una trampa, solo una pelea por el
destino del universo.
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