2 de Agosto 791 1:20pm
Tras unos días de entrenamiento el talento de
Trunks empezó a relucir. Pronto no solo fue capaz de expulsar su energía, si no
también materializarla e incluso aprendió a levitar; con un poco de práctica
seguramente aprendería a volar libremente por los cielos.
Viendo su progreso, decidí dejar de entrenarlo
para dejar que siguiera fortaleciéndose por sí mismo.
-
Trunks, ya has aprendido lo
necesario, ahora solo tienes que hacerte más fuerte.
-
¡¿Eh?! – Trunks no pareció
entender el significado de mis palabras a juzgar por su sonrisa llena de confusión.
-
Ahora yo volveré a entrenar en la cámara
de gravedad.
-
Entonces yo entrare contigo papa.
-
¡De ninguna manera!
-
… - el pequeño se quedó
completamente pasmado.
-
Eres demasiado débil para entrenar
a mi lado.
-
…
-
Si quieres entrar en ese lugar
conmigo deberás hacerte más fuerte primero.
Sin decir más me di la media vuelta y entre en
la casa. Parte de mi hubiera querido seguir entrenando a mi hijo, pero sabía
que debía dejarle encontrar su propia fuerza, su propia motivación para
volverse más fuerte, de lo contrario no serviría de nada su esfuerzo.
Por varios días Trunks no me dirigio la
palabra y evito mirarme ala cara, obviamente estaba molesto por haber dejado de
entrenarlo; sin embargo ni uno solo de esos días dejo de entrenar por su
cuenta.
-
Deberías de hablar con Trunks – me
dijo Bulma un día mientras cenábamos en un restaurante – todavía parece estar
muy enojado.
-
Eso está bien – dije antes de
romperle la cola a una langosta – recuerda que no es un niño normal, es un
saiyajin y quiero que crezca como tal… al menos dentro de lo posible.
-
A veces quisiera que no fueras tan
frio con el, no quiero que sienta que lo menosprecias.
-
Al contrario, es porque lo valoro
por lo que es que puedo hacer lo que hago – nuestro hijo es sorprendente.
-
… - Bilma descanso su cabeza hacia
un lado apoyándola en el dorso de su mano y sirvió un poco más de vino en su
copa, sonreí ampliamente de manera muy grata.
-
¿Qué pasa?
-
Nada, solo recordaba a aquel
apuesto bárbaro que conocí en Namekusei – bebió un sorbo del vino carmesí –
quien hubiera pensado que terminaría siendo mi… - Las palabras de Bulma se detuvieron
abruptamente y note como se ruborizo al instante, pero algo me decía que no era
por el vino.
-
¿Te sientes bien?
-
Si… discúlpame un momento, voy al
tocador.
Se levantó con gracia y pregunto al capitán de
meseros por el sanitario. Bulma se ausento por casi 20 minutos, estaba a punto
de ir a buscarla cuando apareció de nuevo en la sala de comensales.
-
¿Quieres postre? – pregunto con
una sonrisa.
-
… Si.
Se había retocado el maquillaje, especialmente
en sus ojos, pero estos estaban vidriosos, “ha caso había estado llorando” me
pregunte. El resto de la velada siguió normalmente y volvimos a casa;
normalmente habríamos hecho el amor pero Bulma se excuso por que tenía dolor de
cabeza. De vuelta en mi habitación no pude conciliar el sueño, el recuerdo de
los ojos llorosos de Bulma aparecía frente a mi cada vez que cerraba los ojos.
Por la mañana tras desayunar, me quede en la
biblioteca, la cabeza la sentía pesada y mis ojos ardían de somnolencia, pero
aun así no quería quedarme dormido. El desagradable desvelo se veía amortiguado
de vez en cuando con cada sorbo que le daba a la taza de café que estaba en la
mesita a mi lado. Ese día, Bullma se había ido a trabajar más temprano de lo
normal; por lo general desayunábamos juntos, pero esta mañana cuando a la hora
habitual Bulma ya estaba saliendo de casa y se despidió de mí rápidamente.
Estaba en la Biblioteca pero no leía nada,
sentado en un mullido sillón individual, me encontré a mí mismo inmerso en mis
pensamientos. Llevaba ya algo de rato ahí cuando de pronto la puerta del cuarto
se abrió rechinando sus bisagras.
-
Ah así que aquí estabas Vegeta – “Lo
que me faltaba” pensé al ver a la madre de Bulma entrar.
-
¿Necesita algo?
-
Quería preguntarte algo.
-
¿Qué cosa? – seguramente iba a
pedirme que la acompañara a la pastelería o preguntarme por mi sabor favorito
de helado.
-
¿Paso algo entre Bulma y tú?
Ya es bastante tarde, así que iré a dormir y
continuare mañana temprano.
1 comentario:
Es tan bello como escribes
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