domingo, 29 de julio de 2012

Las Memorias de Vegeta (Entrada 44)


 18 de Julio 791

Regrese a casa pasada la media noche, no bebí mas de tres copas, pero mi metabolismo estaba poco acostumbrado al alcohol, por lo que decidí caminar para volver a la corporación capsula; cada vez que intentaba volar sentía nauseas apenas me elevaba un par de metros en el aire, así que me tomo cerca de hora y media de camino. Cuando llegue, las luces aun estaban encendidas, podía escucharse algo de barullo dentro de casa, por lo que evite entrar por la puerta principal. Con un poco de dificulta me eleve hasta la  ventada de mi habitación en el segundo piso, por fortuna seguía abierta, tal y como la había dejado; la habitación esta completamente a obscuras y un ligero aroma a encierro llego a mi nariz.

Me quite los guantes, el peto y las botas. Estaba muy cansado por la batalla y por si fuera poco estaba bastante desorientado por los efectos del licor de naranja. Me concentre por un momento por un momento y pude sentir la presencia de Trunks en la casa, una sensación de alivio hizo que me relajara un poco, pero de inmediato la tensión volvió a mi al percatarme de la presencia de alguien mas en la habitación.

-          Por fin haz vuelto – Bulma estaba sentada mis espaldas en una silla convenientemente ubicada en las sombras.
-          ¿Que?, ¿Qué haces aquí?
-          Esperándote – dijo mientras se ponía de pie y se acercaba a mi.
-          No tenias que hacerlo – respondí desviando la mirada.
-          Supongo que no – su tono no parecía de enfado, pero obviamente no estaba contenta – pero de cualqui – se interrumpió y acerco su nariz a mi persona - … ¡¿Estuviste bebiendo?!
-          ¡Cla, claro que no!
-          Eres un pésimo mentiroso, en fin, Trunks fue revivido, así que no estoy enojada contigo.
-         
-          Supongo que tu también lo pasaste mal… ¿Estas bien?

Su voz sonaba sincera y reconfortante, nunca en toda mi vida alguien me había externado preocupación tras una batalla, no respondí en absoluto.


-          No tienes que lamentarte por lo de Goku.
-          ¡¡…!! – La sola mención de su nombre me sorprendió.
-          Pudimos haberlo revivido con las esferas del dragón de Namekusei… - Recordé entonces que esas esferas poseían ese poder, el poder para revivir a alguien sin importar cuantas veces fuera necesario – pero… Goku no quiso ser revivido.
-          ¡¿QUE?!
-          Se comunico con Gohan y los demás desde el otro mundo con la ayuda de Kaioh Sama, y dijo que no lo reviviéramos… - la voz de Bulma comenzó a quebrarse - ¡Que ahora que Gohan se había vuelto mas fuerte que el, ya no lo necesitábamos! – las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos y se lanzo a mi para abrazarme - ¡Ese tonto! ¡¿Cómo puede decir que no lo necesitamos?!

Los sollozos de Bulma hicieron eco en medio del silencio de la noche, simplemente me limite a sostenerla hasta que se calmo. Luego de un rato, permaneció abrazada a mi en silencio, hasta que pregunto calladamente.

-          ¿Qué piensas hacer ahora?
-          … Nada.
-          ¿Te iras nuevamente?
-          Si, solo por algún tiempo, necesito estas a solas.
-          Compendio… pero podrías esperar hasta pasado mañana.
-          Supongo, ¿Porque?
-          Trunks volverá mañana al futuro, creo que deberías verlo partir cuando menos.
-          Ya veo, eso hare.

Bulma me dio un sencillo beso y se separo de mi, salió de la habitación sonriéndome antes de darme las buenas noches. Me desvestí y me di una ducha antes de meterme en la cama, la suavidad del colchón y la mullida almohada pronto hicieron que llegara a mi el sueño “mañana volverá a casa” pensé con lo ultimo de mi conciencia antes de quedarme dormido.

A la mañana siguiente, el sol que entro por mi ventana me despertó de una manera poco amable. Mi cabeza se sentía como un yunque siendo golpeado por un herrero, mi boca estaba seca y tenia muchísimo calor, me vestí con ropa ligera y baje a la cocina para buscar algo de agua helada. Los padres de Bulma jugaban con su pequeño nieto en la sala, mientras que Bulma le cortaba nuevamente el cabello a la versión adulta de Trunks.

-          ¡Ah! Buenos días papá – saludo Trunks al verme.
-          Aja – respondí sin animo dirigiéndome directo a la cocina.

Bebí 3 vasos de agua y me senté en la mesa, ya empezaba a darme hambre, así que decidí servirme un poco de cereal, pero antes de que pudiera hacerlo, Bulma llamo mi atención.

-          Espera un poco por favor Vegeta, vamos a desayunar todos juntos, hace mucho que no lo hacemos.
-          ¡Argh! Esta bien, pero dense prisa que tengo hambre.

Luego de unos minutos el cabello de Trunks había vuelto a su forma de casquete corto y subió a su habitación para cambiarse, Bulma y su madre comenzaron a preparar el desayuno, mientras que el Dr. Briefs siguió jugando con el bebe Trunks. Tras otros 20 minutos Trunks bajo nuevamente, vestía la misma ropa que traía cuando le conocimos. Ya con todos sentados a la mesa, desayunamos en medio de risas y platica familiar, en la cual por supuesto no me inmiscuí, tales actividades me parecían totalmente irrelevantes.

Horas mas tarde Gohan, Krillin y los demás llegaron para despedirse de Trunks. La maquina del tiempo estaba lista y dispuesta en el patio trasero, el sol de medio día estaba en todo su fastidioso fulgor, lo que hacia que me doliera la cabeza, tal parecía que la resaca aun no se me quitaba del todo, asi que me refugie a la sombra de un árbol; todos intercambiaron apretones de mano y agradecimientos con el joven saiyajin, su madre no dejaba de contener las lagrimas al ver partir a “su bebe”, luego, Trunks miro en mi dirección, por toda respuesta le dedique un gesto con la mano como despedida y respondió de la misma manera sonriendo alegremente. Entonces subió a su maquina del tiempo, y al encenderla esta se elevo para después desaparecer en medio de un estallido de luz, Trunks había vuelto al futuro. Esa noche Bulma y yo hicimos el amor y dormimos abrazados, a la mañana siguiente, empaque provisiones un algo de dinero; esta vez simplemente viajaría por este planeta, necesitaba tiempo para apaciguar mis ideas y retomar mi rumbo, Bulma y su familia se despidió de mi con una sonrisa, mientras mi hijo se limito a mirarme con sus penetrantes ojos azules.

Hablando de resaca será mejor que vaya a ver como sigue Bulma, ayer no pude despegarme de ella y termino yendo conmigo al bar, no debió beber tanto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que nota parcero lo que voz escribis es simplemente una nota te felicito escribes muy vacano parece que el que escribio eso es el mismo vegeta

Anónimo dijo...

cuando subes la siguiente? muy buena

Anónimo dijo...

Sugoi!
Sigue asi Amigo te felicito!