domingo, 6 de enero de 2019

Las Memorias de Vegeta: El Poder Invencible (Parte 2)


Gracias a la velocidad de la nave revisamos las orbitas de varios planetas hasta llegar a las coordenadas de nuestro destino, pero lo único que encontramos fueron asteroides y polvo cósmico, sin embargo aún desde la nave podía sentir el remanente de una presencia, un enorme ki había causado esta destrucción. Para cuando regresamos a Nuevo Vejita ya había anochecido y al aterrizar pude sentir una molesta pero familiar presencia, Kakarotto estaba aquí.

-          Bien venido de vuelta su majestad – dijo Paragus recibiéndonos a la entrada del castillo – espero su búsqueda haya dado frutos.
-          ¡No! – negué rotundamente - ¡Demonios! Ese legendario súper saiyajin, ¡no lo vi por ninguna parte!
-          Mis hombres seguirán buscando, le pido por favor que sea paciente – imploro Paragus.
-          … - unos metros adelante vi el chillón color anaranjado de la ropa de Kakarotto.
-          Hola Vegeta – Saludo sentado en la cornisa de una ventana cuando me vio pasarle de largo, realmente no tenía mucho interés de hablar con él.
-          Kakarotto… ¿acaso haz venido aquí especialmente para pelear conmigo?
-          Pero que lastima Vegeta, por lo que veo no pudiste encontrar al legendario súper saiyajin.
-          Ya verás que lo encontrare personalmente ¡Y lo matare para demostrarte que soy el mejor! ¡no quiero que te metas en esto! – le advertí y seguí caminando.
-          ¡Compermisito! – grito el maestro Roshi que venía corriendo hacia mi jalando a ese cerdo llamado Oolong de las orejas, les esquive y pude notar la pestilencia a alcohol del anciano, seguramente había seguido bebiendo a expensas de mi reino, No te como el ki de Broly se elevó así como también el de Kakarotto, lo que me hizo detenerme un momento.
-          ¡Tranquilízate por favor Broly! – escuche a Paragus pedirle a su hijo, imagine que Kakarotto no era bien recibido, después de todo es un molestia.

El maestro Roshi comenzó a balbucear algo sobre querer volver a la tierra, era casi inentendible entre sus eructos de borracho y en medio de aquel escandalo el ki de ambos saiyajin disminuyo, una verdadera lástima, si hubiesen peleado al menos hubiesen servido como entretenimiento. Cansado y fastidiado por haber estado viajando toda la noche me retire a dormir; por fortuna me topé con uno de los sirvientes del castillo, quien me guio hacia la habitación destinada para mí. No era muy lujosa a comparación de la habitación de mi padre cuando vivía en el planeta Vejita, pero al menos era cómoda.

A la mañana siguiente decidí retomar la búsqueda en los sectores que no habíamos revisado el dia de ayer, solo por si acaso el legendario súper saiyajin se había movido mientras íbamos en su búsqueda. Ordene a Paragus que mandase llamar a Broly para que me acompañase.

-          Mis más sinceras disculpas mi señor – respondió postrándose ante mí – a pesar de su apariencia la salud de mi hijo es precaria y el viaje de ayer fue pesado para él, se encuentra en cama con fiebre.
-          Tu inútil hijo es un estorbo de cualquier manera… ¡Trunks! – Grite llamando a mi hijo al verle caminando hacia nosotros – alístate, iras conmigo a buscar al legendario súper saiyajin.
-          ¿Aún no desistes de eso papa? No existe, es solo una leyenda en la que estas personas siguen creyendo, Tú, el Sr. Goku, Gohan y yo somos prueba de ello.
-          Mi estimado príncipe Trunks, entiendo porque piensa de ese modo, pero le aseguro que es real, el escombro espacial alrededor de este sistema son los restos de planetas que fueron destruidos por el no hace mucho tiempo.
-          Yo también lo he visto, así que si ya terminaste de protestar, has lo que te digo y ¡sube a la nave! Partiremos de inmediato.

De mala gana Trunks accedió a acompañarme y en media hora despegamos hacia el cielo. Kakarotto por fortuna no había despertado para entonces, odiaría que nos hubiese acompañado y arruinara mi oportunidad de pelear contra el legendario súper saiyajin por si acaso lo encontrábamos; aunque por otro lado también seria grato mostrarle mis increíbles poderes a ese insecto y viera por fin la diferencia entre nosotros, así que se me ocurrió que quizás lo atraería elevando mi ki una vez que encontrase a mi enemigo, así haría que usara su tele transportación para encontrarme.

-          Hasta cuando vas dejar esa actitud Trunks – le dije a mi hijo que estaba enfurruñado en su asiento - ¿acaso no sientes la misma emoción que yo al saber que hay un rival digo con el que pelear?
-          No… - respondió secamente – toda mi vida la he pasado luchando para sobrevivir, no para fortalecer mi orgullo.
-          Esa es la débil sangre de tu madre hablando.
-          … - el ceño de Trunks se frunció severamente y sentí su ki elevarse un poco.
-          No se te olvide que eres un saiyajin, la sed de batalla corre por tus venas.
-          No es cierto, yo no soy un loco violento como…
-          ¿Cómo yo? – pregunte completando su oración – Iluso, la violencia es parte de la vida saiyajin, somos guerreros más poderosos del universo y por mucho que lo niegues tu eres igual en el fondo o ¿vas a decirme que no sentiste ninguna satisfacción a destruir a Cell?
-          No, pero no fue por destruirlo sino por haber salvado esta línea temporal de ese monstruo.
-          ¡Ja! Síguete diciendo eso hasta que te lo creas.

Por horas navegamos por las orbitas cercanas a Nuevo Vejita sin encontrar rastros de destrucción o del ki que había sentido anteriormente, en algunos de los pocos planetas con civilización vimos los rastros de invasión, lo cual los hombres de Paragus confirmaron como obra suya y de acuerdo con Trunks tanto la mano de obra del castillo como de las construcciones cercanas habían sido hechas por esclavos tomados de estos planetas,  cosa que a mi hijo no le pareció apropiada; era de esperarse de un saiyajin mestizo no entender que sus ancestros teníamos la esclavitud de otras razas más débiles por derecho. Pero aún más importante que la esclavitud de un montón de insectos fue lo que me revelo acerca de nuevo Vegeta, según le contaron los esclavos el castillo era la única estructura en buen estado y la ciudad  que se veía a lo lejos era inhabitable, el trbajo de los esclavos consistía simplemente en recoger escombro y materiales que pudieran ser incinerados para ser convertidos en energía para el castillo, cuando volviésemos le exigiría una explicación a Paragus al respecto. Para cuando volvimos a Nuevo Vejita estaba a punto de amanecer.

-          Preparen la nave para salir nuevamente – ordene a la tripulación – a medio día partiremos a la tierra.
-          ¡Papa! ¿Eso quiere decir que por fin has entrado en razón? – pregunto mi hijo entusiasmado.
-          Para nada, simplemente no quiero seguir perdiendo mi tiempo en este lugar, no me importa si ese supuesto súper saiyajin destruye este planeta o toda la galaxia del sur, puede hacer lo que quiera y si llega a atacar la tierra entonces simplemente lo eliminare.

Dado que aún faltaban varias horas para partir decidí dormir una siesta para reponer mis energías, el desayuno no me importaba tanto ya que seguramente podría llenar mi estómago de camino a la tierra; todo este asunto del legendario súper saiyajin había sido un fiasco, de haberlo sabido me hubiera quedado en la tierra y buscado a esos androides para satisfacer mis ansias de batalla y probablemente lo haría después de volver. Tras 3 horas desperté habiendo reposado suficiente para calmar la jaqueca que me vaticinaba el palpitar en mis cienes cuando aterrizamos, de pronto la puerta automática de la habitación se abrió.

-          Muy buenos días majestad – saludo Paragus con una reverencia – me informan sus súbditos que la búsqueda de ayer fue infructífera también.
-          Así es, igual que todo este maldito planeta – le respondí tajantemente.
-          No, no comprendo a que se refiere excelencia.
-          Mi hijo estuvo hablando con los esclavos y le revelaron que aparte del palacio no hay nada realmente funcional en este planeta.
-          Esos esclavos del planeta Shamu, hablando de más, me asegurare que les den un buen escarmiento. Le aseguro que es solo un atraso temporal debido a la amenaza del legendario súper saiyajin.
-          ¡Me importa un comino cual sea la razón! Y tampoco me interesa ya si es o no real ese súper saiyajin que tanto temes, ¡Me largo de este planeta!
-          ¡Pero mi señor, no puede abandonarnos!
-          ¡Claro que puedo, tan solo observa!
-          ¡¿Qué pasara con el nuevo planeta Vejita?! ¡¿Con el futuro de la raza saiyajin?!
-          Tú estabas bastante bien antes de que yo llegara si no mal recuerdo, así que quédate en este planeta a pudrirte pensando en el pasado.

Salí de mi habitación y me encamine a la entrada del castillo, a lo largo del camino Paragus siguió rogando que me quedase, Broly también se nos unió al oír la voz de su padre por los pasillos; al salir, volé hacia la nave y descendí a pocos metros de ella, con cada paso hacia el transporte los ruegos de Paragus se volvían más desesperados y molestos.

-          ¡Rey Vegeta! Espere por favor – Paragus corrió para adelantárseme y obstruirme el paso - ¡Rey Vegeta! Por favor espere hasta el día de mañana por favor ¡Se lo suplico!
-          ¡Hump!
-          Mañana seguramente encontraremos el planeta en el que se encuentra el legendario súper saiyajin.
-          ¡Grrrr! – gruño el hijo de Paragus a mis espaldas.
-          ¿Qué sucede Broly?
-          Ka… Kakarotto… - murmuro con su cuerpo temblando como si contuviera algo dentro de sí.
-          ¡Vegeta! – resonó la voz de Kakarotto con gran eco proveniente desde la nave espacial - ¡Ya nos cansamos de esperarte! ¡Estamos aquí desde muy temprano! ¡es más, ni siquiera hemos desayunado!
-          … - “¿Pero qué demonios está haciendo ahora?” pensé mientras Kakarotto seguía causando ruido que se magnificaba en el interior de la nave.
-          … - de pronto su tono burlón se tornó serio – Vegeta, no hay necesidad de irnos de aquí… el legendario súper saiyajin está entre nosotros – salió volando de la nave y descendió a donde estábamos.
-          ¡Te dije que no te metieras en lo que no te importa Kakarotto!
-          Paragus ¿Por qué no le dices a Vegeta que Broly es el supuesto súper saiyajin legendario?
-          Majestad… - dijo con suavidad Paragus mientras se ponía entre ambos – lo que está diciendo no es posible, simplemente no es verdad… - luego camino hacia su hijo y lo miro a los ojos – solamente quiere confundirlo, Broly tiene menos poderes que yo, ¡se lo aseguro! Seria absurdo que así fuera… regresemos al castillo por favor.
-          ¡PAPA! – llamo la voz de Trunks que llego volando del este - ¡es una mentira! ¡Nadie le creería que te necesitan para ser el príncipe del reino que están construyendo aquí! ¡Son puras patrañas! – vocifero y señalo hacia la ciudad que se veía a lo lejos - ¡esa ciudad que vez ahí está completamente abandonada! ¡Todo esto lo construyo Paragus para convencerte de que Vinieras, está ocultando algo!

En ese momento Krillin y Gohan llegaron a nuestra posición trayendo consigo una multitud de horripilantes criaturas harapientas, una de ellas fijo su vista en Broly y comenzó a temblar.

-          ¡Fue el! – grito señalando al hijo de Paragus - ¡ese es el monstruo que ataco nuestro planeta!
-          ¡Me engañaste! – le espete a aquel tuerto que empezaba a mostrar nerviosismo.
-          … es una verdadera lástima, parece ser que por fin te has dado cuenta de la verdad. Tu hijo tiene toda la razón, este planeta no tiene nada productivo, lo que vez aquí es falso… solo estaba utilizando este planeta como mi base hasta que fuera impactado por un cometa que no tardará en llegar, - su tono amable y sumiso había dado a paso a una elocuencia tan exagerada como su lenguaje corporal, el cual se volvía más dramático palabra a palabra – mi verdadero objetivo es apoderarme de la tierra en la galaxia del norte ¡Ju ja ja ja ja! Desde que la descubrí con ustedes en ella decidí establecer mi base en ese planeta por su saludable y placentera atmosfera, fue por eso que no los ataque en ese lugar, para mantenerla intacta hasta mi llegada… Todos tienen razón, mi plan era atraerlos hasta este lugar y para convencerlos tuvimos la necesidad de construir ese castillo… me causo mucha gracia verte con tu cara de bobo creyendo que ibas a ser el nuevo rey del planeta Vejita. Siento decirles que ustedes perecerán junto con este planeta sin futuro; asi ya no tendre a nadie que se entrometa en mi camino, ¡primero conquistare la galaxia del norte, luego la del este y por último la del oeste! – su monologo estaba alcanzando proporciones maniáticas, no me cabía la menor duda de que este insecto había perdido la cordura – en pocas palabras, el reinado de Broly y mío ¡permanecerá por la eternidad!
-          ¡Ah! Aaaah – a pesar de la extravagancia de su padre, Broly parecía prestarle poca atención, manteniendo fija su mirada en el saiyajin de ropa anaranjada – Ka, ka, ro, tto.. – tartamudeo mientras camino hacia el ignorándonos a su padre y a mí.
-          ¿Broly? – pregunto Paragus con la frente perlada de sudor nervioso.
-          … - el ki de Broly se elevó expulsando aura dorada de su cuerpo - ¡Kakarotto! – exclamo de nuevo sin dejar de avanzar y su ki se elevó a un más, haciendo que su cabello se erizase cambiando un poco su color negro y sus ojos se tornaron esmeraldas.
-          Así que… ¿Broly es el legendario súper saiyajin? – pregunte retóricamente sin dirigirme realmente a nadie - ¡HAAAAAAAAHHHH! – expulse mi ki para transformarme en súper saiyajin de manera tan violenta que alcance mi máximo poder en un instante, iba a mostrarle a esa sabandija quien era súper Vegeta - ¡IIYAAAA! – le lance una patada a la nuca que impacto con tanta fuerza que le habría arrancado la cabeza a Cell, pero aquel sujeto ni siquiera pareció sentirlo y siguió avanzando.
-          Kakarotto… - siguió murmurando mientras caminaba en un trance.
-          El ataque de Vegeta no lo lastimo en lo más mínimo… - señalo Kakarotto antes de saltar hacia atrás para hacer distancia entre él y Broly - ¡No soy Kakarotto! ¡Yo soy Son Goku!
-          ¡JA JA JA JA! – se carcajeo Paragus - ¡Perfecto! ¡No necesitamos de ese cometa! ¡Con la ayuda de tus poderes desapareceremos a estos saiyajin y seremos invencibles!
-          ¡GHhuaaahhh! – Concentre energía en mi mano y me eleve para alejarme de la explosión que provocaría mi ataque iba a volarle la cabeza a aquel imbécil -¡HAAAAAAAA!

Mi ataque dio de lleno en la parte de atrás del cráneo de Broly y la onda de choque mando a volar varios metros a Paragus, dejando envuelto en polvo el cuerpo del joven saiyajin; cuando la polvareda se disipo Broly seguía sin recibir daño aparente, pero se había detenido. Sus ojos estaban inyectados de sangre, sus dientes apretados conteniendo un gruñido visceral y su cuerpo temblaba en cada musculo; de pronto soltó un alarido hacia el cielo mientras su energía permeaba fuera de su ser en forma de una columna de aura de color verde. Su poder siguió elevándose hasta afectar el suelo donde estaba parado, haciendo que el sendero labrado temblase y los adoquines se despedazaran.

-          Oh no… ¡Detente por favor Broly! – llamo su padre – no eleves más tu ki, causaras un desastre ¡Ya basta Broly! Tranquilízate ¡Te lo suplico! – los ruegos de Paragus parecían genuinos esta vez así como su preocupación.
-          ¡Uuooooohhh! – el poder de Broly seguía creciendo segundo a segundo, afectando el clima y provocando relámpagos,  en definitiva iba a transformarse en súper saiyajin por completo.

El cielo se había oscurecido por las nubes que su poder había atraído, su aura cedió cuando su cabello se había vuelto por completo rubio. Su poder pareció estancarse por un momento, pero solo fue el ojo de la tormenta, su rostro se llenó de auténtico terror y confusión cuando su ki volvió a elevarse más violentamente que antes; su energía fue expulsada de su cuerpo en forma de luz esmeralda por cada poro en su piel, de su boca y hasta de sus ojos, la corona que adornaba su cabeza se fracturo, no, no solo eso su piel misma me dio la impresión de cuartearse a medida que su poder crecía desmesuradamente. Con un grito de ira y dolor el ki de Broly estallo desde su interior bañando todo a su alrededor en luz verde y dispersando las nubes del cielo. La explosión de ki fue tan apabullante que me hizo perder mi transformación, la presencia que sentía estaba más allá de todo lo que había experimentado hasta entonces, forzándome a bajar al suelo quedando de rodillas. En el lugar donde Broly se encontraba hacia un momento ahora se encontraba un gigante, su estatura era mayor y sus músculos habían triplicado su tamaño, su cabello se había erizado mucho más que antes y sus ojos… sus ojos estaban en blanco, haciéndolo lucir completamente inhumano.

-          ¡Ahaa! ¡es el verdadero y legendario súper saiyajin! – admití conmocionado ante su poder.
-          Kakarotto… tu serás el primero en morir, más vale que estés preparado – anuncio con Broly señalando hacia su enemigo con su enorme mano y una voz tan profunda que apenas se asemejaba a la del tímido joven que había desaparecido en la explosión.
-          ¡Cuidado papa! Advirtió Gohan saltando frente a su padre.
-          ¡UAAAAHH! – con un grito de guerra Broly se lanzó contra Kakarotto y su hijo, quien fue empujado fuera del camino por su padre para salvarle la vida.

Broly los paso de largo por un par de metros y de inmediato se dio la vuelta, reuniendo energía frente a su pecho y lanzándola hacia Gohan, de nuevo Kakarotto le salvo la vida al jalarlo de un brazo lejos del peligro.

-          ¡Su poder es infinito! ¡Jamás lo vencerán! – les dije sin poder moverme de mi lugar. En eso Broly alcanzo a Gohan y le disparo una ráfaga de energía emanada de su pecho, Trunks voló para socorrer al niño mientras que yo me quede arrodillado y con la vista clavada al suelo – Nos va a matar, ¡Nos va a matar a todos! Porque ese monstruo es el legendario súper saiyajin…

Sentí como la esperanza y el deseo de pelear abandonaba mi cuerpo como si supieran que todo estaba perdido.

-          Je je, Vegeta, tu eres un saiyajin de raza pura – dijo Paragus dirigiéndose a mí – parece ser que tu haz sido el único en entender cuáles son los terribles poderes de mi hijo - ¿Cómo no iba a entenderlo? Mi vida entera pase soñando con ser yo el súper saiyajin de la leyenda, cuando niño lo estudie a fondo en todos los textos antiguos del planeta Vejita, y conocía a la perfección cada detalle que había respecto a ese personaje, cuando por fin logre transformarme en súper saiyajin pensé que había superado la leyenda, más aun al superar mi propio poder, y ahora, el hijo de este hombre me dejaba que simplemente trataba de engañar al destino, yo no era aquel guerrero profetizado – pero ya es demasiado tarde – continuo diciendo Paragus – ahora que Broly ya no está bajo mi control y se ha convertido en el legendario súper saiyajin nuestros planes de dominar el universo se han terminado, ni siquiera el hombre más fuerte lo derrotara… por supuesto, la tierra y todas las galaxias serán destruidas, solo así Broly se sentirá satisfecho.

Apenas y escuchaba su voz entre las explosiones que Broly causaba mientras le daba caza a sus presas, pero eso no detuvo su verborrea; comenzó a contarme sobre el odio que sentía por mi padre por haber tratado de asesinarlo a él y a su hijo. Broly había nacido con un sorprendente poder de pelea de 10,000 y mi padre al ver amenazado su reinado ordeno su ejecución; Paragus rogo a mi padre que no lo hiciera solo para ser sometido por sus soldados y herido de muerte por el rey al que le había jurado lealtad. Desechados como basura Paragus sobrevivió gracias al poder de su hijo, quien despertó de un coma inducido por sus heridas al ocurrir la destrucción del planeta Vejita. Según Paragus, Broly inconsciente mente creo un escudo con su energía que los envolvió a él y a su padre, permitiéndoles escapar a la extinción de nuestra raza.   

La destrucción sin sentido de Broly continuo esparciéndose a nuestro alrededor mientras Trunks y los demás escapaban de sus ataques. Los gritos de las victimas alcanzadas por las explosiones eran apenas perceptibles tras el ruido que estas causaban. De pronto vi a lo lejos como se detuvieron en un Gohan, Trunks y Kakarotto y se transformaron en súper saiyajin, como si supieran que la única manera de extender su vida un poco más fuera peleando contra él.

-          ¡Deténganse! – les grite con todas mis fuerzas - ¡Jamás podrán vencerlo! ¡Nadie puede vencer al legendario súper saiyajin!
-          Ju, ju es mejor que veas bien – se burló Paragus – porque en el infierno no podrás ver un gran espectáculo como este.

Broly se abalanzó sobre ellos causando que su aura por si sola desmoronara la tierra, Kakarotto y los demás trataron de esquivarlo y contra atacar, pero su abrumadora fuerza los supero como si fuesen moscas, cuando sus golpes los impactaron se dieron cuenta que un ataque directo no funcionaria, así que optaron por alejarse aún más, aunque conociendo a Kakarotto, probablemente buscaba que no hubiera mas casualidades en medio de la pelea… Idiota, ninguno de nosotros saldría con vida. Se alejaron hasta perderlos de vista, pero aun podía sentir sus ki, se detuvieron en algún lugar y de repente montones de diminutas presencias se les acercaron, eran los esclavos del planeta Shamu, Krillin y compañía, ¿Qué clase de deseo suicida les había llevado ahí?... hubo un momento de calma y de pronto el poder de Broly se incrementó, era una enorme cantidad de energía reuniéndose para después ser arrojada en dirección a las pequeñas presencias pero cuando estaba a punto de impactarles dio vuelta y acelero hacia el cielo, vi una saeta de luz verde brillante cruzar el firmamento en segundos dirigiéndose al planeta que se veía como si fuese una luna y con un estallido que resonó por toda la bóveda celeste el planeta se hizo polvo.

-          Ese era el planeta Shamu – menciono Paragus – yo mismo no puedo creer el poder absoluto de mi hijo, ya antes había destruido planetas, desde su superficie o estando en su órbita… pero nunca desde esta distancia.

Tenía razón, destruir un planeta no era algo imposible, si sabias cuanto poder aplicar y donde dirigirlo podías hacerlo desde su órbita, pero para destruir un planeta desde la superficie de otro y de manera tan súbita… el poder necesario era inimaginable; Freezer no podría, ¡yo no podría hacerlo! Sin darse a esperar más Broly retomo el ataque sin piedad y aunque no podía verlos podía escuchar el estruendo de sus ataques y sentir las fluctuaciones de ki de todos ellos pero por encima de todo, el insólito poder de Broly que no había parado de crecer segundo a segundo, era tal y como la leyenda decía, el poder del legendario súper saiyajin era infinito.

Broly siguió persiguiéndolos hasta lograr separarlos y luego los ataco uno a uno; primero a Gohan, atacándolo hasta dejarlo inconsciente en algún lugar, luego fue tras Trunks y Kakarotto, dejando de lado a este por alguna razón y llevándose a mi hijo arrastrándolo consigo, el ruido de los edificios de la derruida ciudad que se veia lo lejos y el polvo provocado de la destrucción era lo único que se alcanzaba a ver desde donde estábamos Paragus y yo. Luego la presencia de Kakarotto se dirigio hacia donde estaba Gohan, pero Broly le cortó el paso, la luz de sus ataques y las explosiones que le siguieron me indicaron que le estaba arrojando bolas de energía. Para este momento me había quedado claro, Broly no estaba tratando de matarlos, si así fuera lo hubiera hecho desde el primer golpe, estaba jugando con ellos, como un gato con un montón de ratones que no entienden la diferencia entre su tamaño y el de su cazador.

El ki de Kakarotto y los demás  disminuyo haciéndome saber que estaban vivos pero a penas consientes… hubo un momento de calma en el que el de Broly fue expulsado súbitamente, este se elevó al cielo envuelto en una esfera brillante de su propia energía y comenzó a disparar ráfagas a diestra y siniestra sin ningún objetivo en mente, como si su inmenso poder no pudiese ser contenido por su cuerpo y tuviese que liberar el exceso, dos de las ráfagas se dirigieron a nuestra posición, cerré los ojos esperando una muerte rápida, pero no fue así, una de ellas golpeo cerca del sendero evitándonos por algunos metros y la otra impacto la nave de Paragus destruyéndola junto con sus hombres, quienes habían corrido despavoridos a ella para escapar de aquella bestia; el resto de sus ataque se esparcieron por la superficie del planeta y el ruido de las detonaciones hizo parecer como si el planeta mismo gritase de dolor. Broly se quedó en el aire, en calma y contemplando su obra, me pareció como si riera vanagloriándose ante los cuerpos inconscientes de los guerreros que inútilmente se le opusieron, luego  su atención se detuvo en un solo lugar; reunió energía en su mano y la disparo en dirección a donde se encontraba Gohan. Seguí con la vista la trayectoria de la esfera de energía y encontré a Gohan colgando de su ropa en un fierro retorcido que salía de un edificio, estaba completamente inconsciente e indefenso, el ataque de Broly lo ilumino con luz verde al acercarse, pero antes de poder impactarle otra esfera de energía la impacto desviándola y salvando al muchacho; una nueva presencia apareció, un ki que me era familiar, parado en el hasta de un alto edificio, su capa ondeaba en el aire como si se tratase de una bandera, era Piccoro.

¿Cómo había llegado ahí?, no me había dado cuenta  de su presencia, muy probablemente paso desapercibido ante todos debido al gigantesco ki de Broly. Piccoro y el legendario súper saiyajin parecieron intercambiar unas palabras y luego el Namekuseijin fue hasta donde se encontraba su discípulo y lo bajo de donde colgaba para llevarlo consigo a tierra, tras unos segundos el ki de Gohan volvió a la normalidad, lo que imagine era obra de las semillas del ermitaño, luego fue con Kakarotto y Trunks. Mientras todo esto ocurría Broly observaba con curiosidad lo que hacían y reia a carcajadas, como si le entusiasmase la aparición de un nuevo juguete.

Todo esto tomo tan solo unos minutos, cuando de pronto el viento arrecio y me di cuenta que el cielo se había vuelto a oscurecer, se hacía tarde, pero a pesar de que el sol se ocultaba, del lado opuesto otro sol aparecía refulgiendo con luz azul.

-          Por fin el momento ha llegado – dijo Paragus – a este planeta le queda muy poco tiempo de vida, ¡Vegeta! Deberías estar agradecido, porque el terror que sientes está a punto de terminarse.

Diciendo esto, Paragus se elevó en el aire y se fue volando de ahí… no me importo, ya nada me importaba, mi orgullo, mis sueños, mi propia existencia se habían reducido a la de un insecto esperando a ser aplastado bajo la bota de Broly. Estaba tan sumido en mi auto compasión que apenas me di cuenta cuando la pelea inicio nuevamente, los cuatro atacaron coordinadamente tratando de encontrar alguna apertura mientras Broly no parecía sentir sus ataques más que la caricia del viento. En medio de la batalla una esfera de energía impacto cerca de mi haciéndome perder el equilibrio; quede de rodillas y baje la cabeza al piso, toda esperanza se había esfumado de mi ser.

-          Este es el final… ¡Todo a terminado! – exclame con pesar resignándome a mi muerte, de pronto una mano me sujeto del cabello y me alzo forzándome a ver hacia arriba.
-          ¿Qué tonterías está diciendo? – pregunto Piccoro, ni si quiera me había percatado de que estaba ahí hasta ese momento – Si no estás haciendo nada ¡¿Por qué no estas peleando con los demás?!
-          ¡No! ¡este es el final! ¡¿acaso no entiendes lo que está ocurriendo?!
-          ¡El príncipe de lo saiyajin es un cobarde! – me espeto con repugnancia al tiempo que se elevaba en aire arrastrándome con él.
-          ¡Suéltame! – le dije, mi cuerpo ya no me respondía, todo instinto de pelea o huida de mi ser había desaparecido, tan solo quería dejar de existir.
-          ¡Observa! – me ordeno al acercarnos al campo de batalla – ellos aún siguen peleando
-          … - Kakarotto, Gohan, Trunks, sus pieles estaban llenas de rasguños a pesar de haber comido las semillas del ermitaño, sus ropas rasgadas y en sus caras podía ver el dolor filtrándose, aun así seguían atacando a Broly inútilmente - ¡todos! ¡huyan lo mas pronto posible! ¡él los va a matar! – les dije con todas las fuerzas que mi alma pudo reunir, pero mi voz era solo un murmullo.
-          Aunque huyas el resultado será el mismo – dijo Piccoro jalándome del cabello para forzarme a verlo – si no lo derrotamos ahora el universo entero será destruido.
-          ¡No hay posibilidades de vencerlo! ¡él es más fuerte que cualquier guerrero! – replique.
-          Ya entendí que no tienes el valor suficiente… ¡Lárgate! ¡No quiero ver tu repúgnate cara!

Piccoro me soltó y lo vi alejarse volando mientras me deje caer libremente – “¡No lo entiendo!... ¡¿Por qué siguen luchando contra este monstruo?! ¡Saben que no pueden vencerlo!” caí sobre un edificio derribado que evito que cayera más abajo, al golpear el concreto con mi espalda el aire de mis pulmones fue expulsado en un doloroso suspiro, dejándome sofocado solo un par de segundos, no me preocupo tener daño alguno por la caída, no solo porque algo así era insignificante para mí, sino porque aún más insignificantes éramos nosotros ante el legendario súper saiyajin.

-          ¡Va a matarlos! – les grite con toda la fuerza que pude reunir en mi ser.

La sensación de impotencia se volvía abrumadora al punto que había ahogado mis esperanza, mi sueños y ahora estaba por pisotear mi orgullo, era como…

-          ¿Cómo aquella vez? – pregunto de pronto la voz en mi cabeza, pero no era la mía, era… Kakarotto – Cuando nos conocíamos estabas orgulloso de ser el saiyajin más poderoso y aun asi te derrote.
-          ¡No! Tu no me venciste, estabas medio muerto, si no te hubieran ayudado las demás sabandijas hubiera acabado contigo – le respondí.
-          Excusas Vegeta… - Dijo la voz de Zaabon – Yo te vencí a pesar de que te habías vuelto más fuerte.
-          Y cometiste el error de no matarme y por eso estas en el infierno…
-          Siempre abusando de los más débiles que tu ¿verdad Vegeta? – pregunto Reecoom por eso tuvieron que salvarte el pellejo cuando peleaste conmigo.
-          ¡Cierra la boca maldito payaso también a ti te mate!
-          Pero a mí no Vegeta… - Dijo Freezer con su voz condescendiente – yo te mate, te hice saborear la derrota hasta tus últimos momentos y derramar lágrimas de frustración.
-          Y aun así aquí sigo, ya no eres nada para mí, ahora soy un súper saiyajin.
-          Pero a pesar de eso yo te puse en ridículo – dijo la voz femenina del androide No. 18 – sabes que eres un mediocre.
-          ¡Ya te he superado chatarra andante! ¡yo supere los poderes de un súper saiyajin!
-          Pero no eres el súper saiyajin de la leyenda – dijo la voz de Broly tan nítidamente que temí que estuviese frente a mí, haciendo que me levantase tan rápido como pude, el ruido de la batalla estaba cerca, pero no tanto aun. Entonces en Broly en mi mente continuo - ¿Lo ves? Estas temblando de miedo, porque sabes que yo soy el legendario súper saiyajin.
-          … - de pronto una onda de choque recorrió el lugar, fue tan fuerte que sentí la vibración en todo mi ser y los escombros junto a mí se sacudieron, entonces sentí el ki de Kakarotto, débil pero aún vivo – ¡Un guerrero de clase baja está peleando! – me dije a mi mismo.
-          Y mientras el príncipe de los saiyajin está aquí acobardándose – afirmo la voz de mi padre – no eres una leyenda, ni el hombre que sale victorioso de cada batalla, eres un sobreviviente y te vuelves más fuerte cada vez que vuelves a levantar, ¡Así que levántate hijo mío! Porque tú eres el príncipe de los saiyajin, tú eres…
-          ¡Grhg! – apreté mis puños como si sujetara en ellos los pedazos de mi fracturado orgullo - ¡yo soy…! ¡VEGETA! – declare gritando a los cielos al tiempo que me transformaba en súper saiyajin, me eleve y me dirigí a toda velocidad en busca de mi oponente… Broly.
-          ¡Papa! – dijo Trunks con un sonrisa al aproximarme volando.
-          ¡Muévete inútil! – le ordene a mi hijo pasando junto a él, porque más adelante se encontraba mi enemigo - ¡El príncipe de los saiyajin, Vegeta, será tu nuevo oponente!
-          Acércate Vegeta – respondió Broly con absoluta seguridad – te juro que a ti no te dejare morir tan fácilmente.

Le lance un derechazo al rostro, el cual esquivo con facilidad, pero aprovechando mi inercia gire en el aire para lanzarle una patada a su clavícula izquierda, la fuerza de mi pierna acompañada de la energía cinética en caída hicieron que las rodillas de Broly cedieron un poco, haciéndolo emitir un leve quejido de dolor, pero aún seguía sonriendo con seguridad, así que le lance un puñetazo de izquierda a la barbilla, sacudiendo su cabeza hacia atrás, pero no lo suficiente seguía sonriendo como si no le importara. Salte hacia atrás deparando una ráfaga de energía, pero el camino hacia ella y rio burlonamente mientras avanzaba entre el humo, salte y dispare una segunda vez teniendo el mismo resultado.

No hay comentarios: