21 de Noviembre 791
Un par de días después
de mi platica con el Dr. Briefs, mis visitas a su laboratorio se volvieron más
frecuentes; a diferencia de aquella vez cuando estaba tratando de superar al súper
saiyajin ordinario, la investigación se centró más en entrevistas, mi suegro
había preparado un montón de cuestionarios y equipo de grabación para llevar un
registro de todas nuestras platicas. La verdad es que estaba aún más
entusiasmado que la primera vez que hicimos nuestra investigación,
probablemente era porque cosas como la fusión y la existencia de Majin Boo eran
algo completamente a su campo de experiencia.
Fue después de una de
nuestras entrevistas que, que decidió por fin indagar un poco más a fondo mi
fusión con Kakarotto.
-
Dime
Vegeta, ¿qué sentiste al fusionarte?
-
… Asco, y
no solo por tener que fusionarme con ese tonto, sino literalmente nauseas.
-
“Nauseas”
– repitió el Dr. Mientras anotaba en una libreta - ¿notaste si tu pulso se
aceleraba?
-
Es difícil
saberlo, estábamos siendo apaleados por Majin Boo.
-
¡Oh!
Cierto, cierto.
-
Pero… -
dude por un momento antes de proseguir – Cuando me puse el pendiente, mi cuerpo
fue atraído hacia el de Kakarotto con tal fuerza que instintivamente trate de
detenerme, en el momento que nuestros pechos chocaron, puede sentirlo, el
latido del corazón de Kakarotto… aunque bien podría haber sido mi imaginación.
-
Ya veo…
-
Para serle
honesto no sé qué tanto pueda decirle, todo fue muy rápido, yo ni siquiera
estaba con vida.
-
Espera,
¿que no habías revivido con las esferas del dragón?
-
No, no,
eso fue después, Enma Daiou sama le pidió a Uranai Baba que me trajera de
vuelta a la tierra por un día… - empecé a notar como la cara del doctor se
llenaba de incredulidad y confusión – ¿sabe qué? No importa, realmente suena más
complicado de lo que es en realidad.
-
Si tú lo
dices- respondió sin mucho ánimo, imagine que se quedó algo intrigado por los
detalles – Trunks Menciono que cuando se fusiona con Goten los pensamientos del
segundo se vuelven confusos, como un susurro, o al menos eso es lo que pude
entender entre todos los “efectos especiales” que le agrega a lo que me cuenta.
-
Mmmm, algo
así me ocurrió a mí también, pero mientras más pasaba el tiempo más sentía como
si Kakarotto y yo fuésemos realmente la misma persona, incluso algunos de sus
recuerdos se colaron entre los míos.
-
¿Qué
interesante? Imagino que Goku sintió algo similar ¿o me equivoco?
-
No tengo
la menor idea de lo que pasa por la cabeza de ese tonto, me alegro
infinitamente que la fusión hubiera terminado por no ser permanente.
-
¿Permanente?
La fusión que hicieron los niños solo dura 30 minutos ¿no?
-
Según
entiendo, pero en nuestro caso, la fusión se consolidaba gracias a esos
pendientes que usan los supremos Kaiou samas.
-
¡Ugh! – El
padre de Bulma se masajeo la cien del lado derecho mientras hacia una mueca de desaprobación,
una expresión que no muy a menudo veía en su rostro – por más que intento
entender la “jerarquía” de este universo como me lo planteas no consigo hacerme
a la idea de estos seres.
-
Ni que lo
diga, yo he viajado por gran parte de la galaxia y jamás supe de los Kaiou sama
hasta que hable con el recientemente.
-
¡Exacto!
Goku alguna vez menciono todo lo que pasaba en el otro mundo per pues es Goku,
hay que ser quisquilloso con lo que dice ese muchacho.
-
¡Ja ja ja
ja! Tiene toda la razón.
-
Algo que
no me queda del todo claro, es ¿Cómo es que sus dos mentes se coordinan al
estar fusionados?
-
Es
bastante difícil de explicar… fue como si no fuera yo mismo, pero tampoco como
si estuviese al tanto de todo en la mente de Kakarotto, no éramos dos mentes
juntas, era más bien como si “Vegetto”
fuera una nueva persona nacida de nuestras dos personalidades, sé que suena
redundante cuando hablamos de la fusión, pero creo que es la mejor manera en la
que puedo ponerlo.
-
¿Vegetto?
Me suena a que tú tuviste que ver más con la elección de ese nombre que Goku.
-
Yo también
lo creo, no sé si tenga que ver el que estuviese más reacio a fusionarme, lo
que hizo que mi carácter fuese más predominante.
-
Ahora que
lo mencionas, Trunks también dijo algo similar.
-
No me sorprendería,
de entre esos dos niños Tunks definitivamente es el líder.
-
Por último,
pero no menos importante, ¿tienes aun recuerdos ajenos a los tuyos? te lo
pregunto porque los niños dijeron que después de cada fusión se sentían aún más
familiarizados con el otro, recordando eventos incluso en los que no estuvieron
presentes.
-
… No,
después de fusionarnos ciertamente tenia más noción sobre lo que pensaba
Kakarotto, de hecho al pelear juntos nos coordinábamos muy bien, pero no creo
recordar nada.
Mentí, si podía
recordar… en ciertos momentos me llenaba la nostalgia por las colinas y
alrededores de la montaña Paos, la emoción de pisar la plataforma del torneo de
las artes marciales, inclusive los vagos recuerdos del otro mundo,
entrenamiento, conocidos, peleas. Todo eso aun permanecía en mi mente, difuso,
pero definitivamente seguía ahí; pero una parte de mí se negaba a aceptar lo
que había quedado de Kakarotto en mi ser, para mí, el aceptar esa parte como mía
hubiera lastimado mi orgullo, más aun después de todo lo acontecido. Quería que
desapareciera, tenía que deshacerme de eso.
Las entrevistas con el
Dr. Briefs continuaron por algún tiempo, durante el cual no dejo de insistir en
que aceptara fusionarme nuevamente con Kakarotto, aunque fuera usando el método
que usaban los niños, pero eso era algo que no iba a ocurrir de ninguna manera;
así que opto por centrar su investigación de ese asunto en los niños, quienes
estaban más que dispuestos en presumir sus poderes. Fue durante estas sesiones
en las que empecé a tomar interés en Gotenks, específicamente en su habilidad
para transformarse en súper saiyajin 3, si bien
consideraba que esta transformación tenia más desventajas que
ventajas a su favor, quería tratar de
entenderla. En cierta ocasión antes de que los niños se fusionaran para el Dr. Les
lance un anzuelo.
-
¡Vaya,
vaya! Parece que se han fortalecido mucho niños, ¿tú que dices Trunks? ¿Crees que
puedan contra mi estando fusionados?
-
¿Eh? Bueno…
- mi hijo bajo la mirada al piso mientras cavilaba su respuesta – somos muy
fuertes pero no creo que lo seamos más que tú.
-
¿Tú que
dices Goten, crees que tengas lo necesario para pelear conmigo?
-
No lo sé…
mi papa dijo que si seguíamos entrenando un poco podíamos volvernos más fuertes
que él y usted.
-
¡¿Qué?!...
¡ese insolente de Kakarotto! Siempre hablando demás – me había tomado por sorpresa
ese comentario, y a juzgar por la expresión de mi hijo a él también.
-
¡Oye
Vegeta! – intervino mi suegro – no creo que los niños estén listos para pelear
contra ti.
-
¡Tonterías!
Este par pudo contra Majin Boo cuando estuvieron fusionados, así que
seguramente podrán aguantar contra mí.
-
Quizás
tengas razón en eso, pero creo que si quieres que peleen deben hacerlo en otro
lugar, hasta donde he medido su fuerza, sería catastrófico que lo hicieran aquí.
-
Si… quizás
tenga razón, ¡Muy bien niños! Iremos fuera de la ciudad.
-
Si me
permites Vegeta, tengo algo más en mente…
En ese momento no me habría
imaginado lo que mi suegro tenía preparado. Creo que lo dejare aquí por hoy,
voy a salir a comer con Bulma mas tarde y tengo que recoger mi traje de la tintorería,
la próxima semana hay un evento de gala al que quiere que la acompañe.
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