3 de Septiembre 791 5:15 pm
La mirada del supremo kaiou sama se centró en
mi por un momento antes de volver hacia aquel claro donde estaban aquellas
sabandijas; aun con tu tono de piel, pude notar su rostro enrojecido, pero no
supe distinguir si era por enojo o por vergüenza.
Un tercer sujeto de aspecto extraño salió
después de Babidi y Dabura, este estaba ataviado con una especie de uniforme y
una armadura de color blanco y apariencia orgánica. De cierta manera me parecía
muy familiar, quizás en la época que viajaba por el espacia me habría topado
con algún otro ser de su misma especie.
Yo mismo continúe mirando la situación, Yam y
Spopovich le entregaban la urna que contenía la energía de Gohan al “niño rata”
y a “cuernitos”. Levemente se escuchaba la conversación que tenían, pero a
parecer el grandulón y su compañero estaban esperando alguna clase de
recompensa, a lo cual Spopovich tuvo una respuesta inesperada. En medio de alaridos
de dolor comenzó a sujetarse la cabeza y a convulsionarse, su cuerpo se fue
hinchando de manera grotesca como un
repugnante globo de carne hasta estallar. Los que estaban a mi lada se hallaban
un poco más que perturbados por el sorpresivo acontecimiento, pero note que de
todos el más afectado era Krillin quien sudaba frio y se había puesto pálido,
quizá algún mal recuerdo le había llegado a la mente.
Al ver a su compañero estallar Yam emprendió
la huida despavorido al ver que era su turno; emprendiendo el vuelo a toda
velocidad se alejó varios metros antes
de que el tipo de la armadura de dispusiera a actuar. Con un brazo extendido en
dirección a su víctima y sosteniéndolo con la meno del brazo opuesto, el
agresor acumulo su energía en la punta de sus dedos y luego la disparo en una
violenta ráfaga; a mi parecer era una técnica poco refinada, pero con cierta
inspiración. Yam desapareció en medio de un estallido cegador sin dejar
rastros. Tanto Kakarotto como el supremo kaiou sama estaba espantados ante la
crueldad de Babidi al matar a sus propios hombres, sin embargo no causo el mas mínimo
efecto en mí, no sabría decir si es porque yo mismo había hecho lo mismo, o por
el simple hecho de que en el mundo en el que me crie los insectos inservibles
como ese par de sabandijas son desechados como si fueran basura. Como quiera
que fuese, no compartía la repulsión de los que estaban a mí alrededor; lo
único que me importaba era terminar rápido con esto.
Tras un breve momento en el cual Babidi y
Dabura parecían estar hablando, el mago y el sujeto de la armadura entraron a
la nave nuevamente dejando a solas a Dabura. De pronto pude sentir su energía
elevarse y envolverlo todo a su alrededor, era agresiva y llena de sed de sangre,
no me cabía la menor duda.
-
¡Ya descubrieron que estamos aquí!
– grite para advertirles sin importar que me oyera Dabura, ya era demasiado
tarde para ser sigiloso.
Con una inusitada velocidad, casi como si
simplemente se hubiera aparecido Dabura estaba frente a Kibito con su mano
derecha extendida sobre el rostro del acompañante del supremo kaiou sama. Una
sonrisa macabra que dejaba ver sus colmillos se esbozó en la casa de Dabura
antes de disparar contra Kibito sin darle oportunidad de reaccionar. Todo fue
muy rápido, pero pude ver como la mueca de horror de Kibito se fue deformado
mientras era desintegrado, la piel de su rostro dejo de esta sobre los huesos
que cubrían y su masa ósea se hizo polvo, hasta que la ráfaga de energía le
envolvió completamente y desapareció dejando tras de sí solamente humo.
Incapaces de hacer nada el supremo kaiou sama
y Gohan se quedaron inmóviles. Kakarotto se lanzó al ataque con un puñetazo el
cual Dabura esquivo con facilidad, yo le seguí atacando a continuación con una
rápida sucesión de golpes que el diablo rosado bloqueo con suma facilidad para
luego retroceder. Kakarotto y yo bajamos nuevamente a tierra, seguramente igual
que yo él estaba tratando de idear la manera de atacarlo de manera efectiva.
Dabura permaneció unos segundos quieto paseando la vista sobre todos los
presentes y sorpresivamente escupió en dirección a nosotros. Esto fue tan
desconcertante que a pesar de haber sido algo tan lento no creo que a ninguno
se le hubiera ocurrido esquivarlo. El escupitajo dio de lleno en la mejilla de
Krillin.
-
¡Oh no lo ha tocado la saliva de
Dabura! – declaro el supremo kaiou sama.
-
¡Qué asco! – espeto Piccoro.
Este se lanzó contra Dabura también, pero fue
parado con otro escupitajo de lleno en el pecho, Piccoro retrocedió a tierra
igual que notros. De pronto Krillin empezó a gritar con horror y su piel
comenzó a tomar un tono grisáceo y literalmente se fue petrificando.
-
Si un ser vivo taca la saliva de
Dabura este se convierte en piedra.
Ahora también Piccoro se estaba transformando,
en segundos él y Krillin ya eran estatuas inmóviles de solida roca. Era
inaudito; jamás en todos mis viajes vi algo similar.
Kakarotto corrió en auxilio de sus amigos,
pero antes de poder llegar a ellos el supremo kaiou sama le detuvo.
-
¡No lo haga! ¡No lo toque! – Grito
el enano purpura.
-
¡¿Por qué no?! – Reclamo Kakarotto
encarándose a él.
-
Porque si usted los toca y llegan
a romperse ellos ya no podrán volver a la normalidad.
-
¡Ah ja ja ja ja ja! – interrumpió
Dabura con su risa llena de perverso placer – Mejor váyanse de aquí, nadie
puede oponerse al gran Babidi – advirtió mientras se alejaba volando hacia la
escotilla de la nave espacial.
Todos permanecimos en silencio mientras
Kakarotto y Gohan examinaban a Krillin y Piccoro. Por unos instantes nadie hizo
nada hasta que Kakarotto rompió el silencio.
-
Dijiste que si los rompíamos no
regresarían a la normalidad… ¿Quiere decir que existe un método para salvarlos?
– Pregunto Kakarotto dirigiéndose al acojongado dios.
-
Así es… pero… mientras Dabura siga
con vida… ellos… - respondió este con creciente pesimismo.
-
Me parece perfecto – replico
Kakarotto con una sonrisa – y es mucho más fácil de lo que me imaginaba.
-
¿Qué? – el supremo Kaiou sama
pregunto asombrado.
-
Entremos a la nave – agregó Gohan
con decisión – después de todo vas a ir, tenemos que salvar al Sr. Piccoro y a
Krillin.
-
Por supuesto que si – Dijo su
padre con confianza absoluta - ¡Vamos! – Ordeno antes de emprender la marcha a
toda velocidad.
-
¡Ah! Esperen por favor – clamo el
supremo Kaiou sama al tiempo que le pasaban por encima volando – no se dejen
llevar por los planes del enemigo.
-
… - Kakarotto y Gohan se
detuvieron en el aire para mirarle en silencio.
-
Si entrar a la nave le darán toda
la ventaja al enemigo, necesitamos observar un poco más la situación.
-
No podemos dejar a Piccoro y a
Krillin convertidos en piedra – le respondió Kakarotto.
-
Lo mismo pienso yo – le secundo
Gohan.
Ambos continuaron su camino dejando
boquiabierto al diminuto dios. Kakarotto bien podía decir eso, pero yo sabía la
verdad que se escondía detrás de su sonrisa, era su sangre de saiyajin que
había empezado a hervir ante la emoción de pelear con un oponente poderoso, de
la misma manera que hervía la mía.
-
Lo siento – le dije condescendientemente
al supremo kaiou sama para llamar su atención – pero a nosotros nunca nos ha
gustado esperar.
Acto seguido seguí a Kakarotto y a su hijo, no
tenía intención de dejarles que se quedaran con toda la diversión. Cuando los
alcance, ambos estaban asomándose por la escotilla; al acercarme pude ver un
oscuro túnel que descendía varios metros bajo la superficie de la tierra – Muy
bien, síganme – indico Kakarotto. Bajamos por el pasadizo, este se alargaba
tanto que no parecía tener final. Luego de unos minutos pude ver luz al final
del túnel; bajamos a toda velocidad para evitar se emboscados, pero para nuestra
sorpresa llegamos a una habitación circular completamente vacía.
-
¿Qué lugar es este? – pregunto
Kakarotto – Pacerse una habitación ordinaria.
-
… - mire a mi alrededor y me
percate de una especie de puerta en una columna en la pared, la puerta tenía
una “M” labrada en su superficie.
-
Mira papa, ahí hay una puerta –
señalo Gohan - ¿quieres que la destruyamos para ver que hay?
-
¿Eh? Si, si… claro – respondió su
padre.
-
… - No hice comentario alguno,
pero Kakarotto parecía distraído.
-
¿Qué? – volvió a preguntar
Kakarotto mirando hacia el tunel por donde llegamos. Al instante el supremo
kaiou sama apareció sobre nosotros y decenio dándonos la espalda.
-
¡Vaya! Así que el supremo kaiou
sama también decidió venir – le recibió Kakarotto.
-
Tuve que hacerlo, ya que ustedes
se precipitan mucho en su manera de actuar.
Un sonido mecánico sobre nuestras cabezas
llamo nuestra atención; al mirar hacia arriba vimos como una compuerta se
cerraba en el sellándolo completamente.
-
Ahora que hemos entrado en la nave
no podremos salir hasta que hallamos derrotado a Babidi – anuncio el supremo
kaiou sama.
-
¿Uuuuhhmm? ¿Entonces simplemente
tenemos que derrotarlo? – confirmo Kakarotto.
-
… - El
supremo Kaiou no pareció contento con la respuesta.
-
Je, si nos enfadamos seremos
capaces de destruir la nave – le dije.
-
¡Está prohibido hacer eso! –
impero el enano de orejas puntiagudas – si la nave recibe un gran impacto,
Majin Boo podría despertar.
-
… - le mire anticipando otro más
de sus sermones.
-
No se han dado cuenta quienes son
realmente Babidi y Majin Boo – y así fue – Majin Boo tiene un gran poder, tanto
que fue capaz de acabar con mis amigos – La sabandija dio un paso hacia mi
mientras me miraba con severidad, su tono empezaba a volverse molesto, tanto
que me veía tentado a cerrarle la boca a puñetazos, pero me contuve, eso solo
alargaría el tiempo que pasaríamos aquí. Cada minuto que estuviéramos en este
lugar era un minuto menos que no pelearía con Kakarotto - ¡y eso que aún no se
había transformado a la perfección! Es capaz de destruir el planeta tierra en
segundos.
-
¡Bah! – la misma tontería de
antes, simplemente me limite a ignorarle.
-
¡Esta habitación se ve muerta! –
declare – no existe el reto.
De pronto la puerta a mis espaldas se abrió
lentamente. De tras de ella se encontraba el tipo de la armadura, quien salió
dando un saltito.
-
¡Ja! Los esperaba, este es el
primer escenario – anuncio con una molesta voz chillona.
-
¿El primer escenario? - Pregunto
Gohan.
-
¿Qué significa eso? – pregunto a
continuación Kakarotto
-
El gran Babidi se encuentra en la
planta baja y para poder llegar ahí tendrán que atravesar unos cuantos
escenarios y derrotar a los guerreros que salgan, de lo contrario no podrán lograrlo
– explico el secuaz del mago.
-
… - Todo mundo permaneció en
silencio, yo por mi parte ya adivinaba la continuación del discurso.
-
Y el guerrero del primer escenario…
¡seré yo! Lo que significa que no tienen oportunidad porque aquí morirán ¡JAJAJAJAJA!
– y ahí estaba el clásico discurso de victoria de las sabandijas de bajo nivel.
-
Pues déjeme decirle que está
totalmente equivocado – replico Kakarotto con jovialidad.
-
¡¿QUE?! – espeto sorprendido el
tipo de la voz chillona.
-
Muy bien – dijo Kakarotto –
empecemos.
-
¡Espera un momento Kakarotto! ¡con
que derecho te sientes para ser el primero en pelear!
-
¿Uhm? Ah discúlpame Vegeta, tienes
razón, Gohan ¿Tú piensas lo mismo?
-
Realmente no me importa el orden.
-
Y usted supremo kaiou sama ¿Quiere
pelear primero? – pregunto al dios enano girándose hacia él.
-
¿Pero de que está hablando?
Debemos pelear todos juntos, solo así podremos vencer.
-
Pero eso no sería justo… - respondió
con tono honesto – todo mundo quiere divertirse.
-
… - el supremo kaiou sama se quedó
sin habla.
-
Bueno ¿qué les parece si decidimos
quien pelea primero? ¿Piedra, papel y tijeras? – sugirió Kakarotto.
Jugamos cerca de 7 rondas antes de obtener un
ganador hasta que un brillante movimiento de tijeras gane.
-
Ju ju bueno parece que yo gane.
-
¡Ay qué suerte tienes Vegeta!
-
Seré el primero en pelear.
-
¡Pero ¿Es que de verdad piensa
pelear solo y sin la ayuda de nadie?! – inquirió exasperadamente el supremo kaiou
sama.
-
Por supuesto que si – respondo de
espaldas a él y cruzándome de brazos – conmigo es más que suficiente.
-
Ja ja ja ja ja – se entrometió con
una carcajada ese insecto de la armadura
– el gran Babidi me dijo que tuviera cuidado con ustedes porque tenían mucha energía
pero parece que solo son unos idiotas.
-
Pues a mí me parece que el tal
Babidi es un estúpido por no investigar bien – le respondí – ya se arrepentirán
después; apuesto que ni siquiera se imaginaban que el hombre más fuerte del
universo se encontraba en la tierra.
-
¿Qué, el hombre más fuerte? Ja ja ja
ja – a continuación trato de “impresionarnos” con su velocidad de un lugar a
otro – este tipo tiene vacía la cabeza – aparecía y desaparecía de un lugar a
otro, seguramente él creía que era muy velos pero en ningún momento le había perdido
de vista.
-
No subestimen al enemigo – advirtió
el supremo Kaiou sama con seriedad – Babidi es muy selectivo, solo reúne a los
guerreros más poderosos en su ejército, no hay que confiarse.
-
Je Tómalo con calma –le comento
Kakarotto – deja que Vegeta se encargue de esto, el sabrá que hacer.
-
Ju ju ju Ustedes ya no podrán escapar
de aquí – ese sujeto seguía saltando de un lugar a otro tan rápido como podía –
porque todo el daño que reciban esta habitación lo absorberá… y su energía será
enviada directamente al huevecillo donde se encuentra Majin Boo.
-
Me da mucho gusto escuchar eso,
quieres decir que si no nos hacen daño no nos robaran la energía ¿no es así? –
le pregunte al monigote aquel.
-
Exactamente granuja – el muy
confiado se paró justo frente a mí – aunque lamento decirles que eso será imposible…
no lo harán mientras yo esté presente.
-
¡Agh! Que sujeto tan fastidioso… -
yo mismo presumí un poco mi velocidad poniéndome frente a el luego de que volvió
a alejarse de mi – ya deja de parlotear, y peleemos de una buena vez.
De un salto se lanzó contra mí con una patada
giratoria dirigida a mi cabeza, pero me basto con interponer mi brazo para
detenerla; sorprendido, mi adversario lazo después un izquerdazo a mi cara el
cual retuve con la misma facilidad con una mano. Desconcertado por la falta de
efecto de sus ataques este retrocedió dando maromas hacia atrás.
-
Vaya, perece que eres más fuerte
de lo que me imaginaba… pero es lo único que harás.
El muy inepto corrió hacia mí para soltar una ráfaga
de golpes y patadas que me limite a esquivar, después de un centenar de sus
ataque ya me había hartado por lo que sufete su pierna en la siguiente patada
que lanzo, y solo me tome un segundo para ver su cara llena de estupefacción antes
de mandarlo a volar con un puntapié en el estómago. Su cuerpo se estrelló
contra el domo que formaba el techo sobre nosotros y luego cayo pesadamente al
suelo emitiendo un quejido quedando a mis pies. Se incorporó lentamente y trato
de atacarme repentinamente, pero lo único que consiguió fue la impresión de mi
bota en su mentón cuando le recibí con otra patada, esta vez se elevó más pero
logro evitar impactar con el techo impulsándose con las piernas, pero cuando
bajo de nuevo al suelo ya no me encontraba donde mismo. Se quedó buscándome por
la vista por un par de segundos antes de que le diera una pista.
-
Estoy aquí atrás tonto – llame su atención
y en cuanto se giró mi puño impacto en su mejilla haciéndolo rodar por el
suelo.
Comenzaba a aburrirme así que lo apalee como a
un costal de arena cuando volvió a caer al suelo ya me había decidido a
aniquilarle cuando vi que algunos de sus dientes salieron volando. Pero de
pronto el entorno cambio a nuestro alrededor; la habitación desapareció y me encontré
bajo un cielo de aspecto cósmico y bajo mis pies una superficie árida, un viento
seco levantaba polvaredas por todos lados y la gravedad aumento un poco, era de
cierta manera confortable sentir un poco de resistencia, la gravedad de la
tierra era muy baja para mí.
-
Jajajaja – rio con su sonrisa
desdentada – pobre diablo no sabes que ya perdiste – deje de mirar el cielo
sobre mí, por un momento quise ver si reconocía alguno de los planetas que se podían
divisar – estamos en el planeta Zun, yo me crie en este planeta y aquí la
gravedad es 10 veces más que en la tierra, no podrás soportar la presión, ¡Ja ja
ja ja!
-
Ju ju ju… ¿que tiene de malo? – le
pregunte apagando su carcajada – a mí no me afecta en lo más mínimo si esta aumentada-
-
¡Mientes ya sé que estas
fanfarroneando!
-
Dentro de muy poco veras que no es
así.
-
¡AAARGGHH! ¡MUERE!
Corrió hacia mí con notable torpeza, al
parecer a él no le sentaba tan bien el cambio de gravedad, nuevamente lanzo
tantos golpes como pudo y esta vez apenas y tuve que moverme para esquivar. Le respondí
con un gancho a la boca del estómago seguido de una patada y mi excusa de
oponente volvió a salir volando para estrellarse estrepitosamente contra una
roca unos metros atrás de él. Me sentía muy bien, la presión de la levemente aumentada
gravedad era refrescante para mis músculos. Comencé a dar saltitos en mi lugar
mientras tomaba mi guardia.
-
Te dije que no estaba mintiendo.
-
¡Maldición! – Estúpidamente volvió
a correr hacia mí. Pero esta vez no iba a ser tan indulgente con él.
Adelantándome me coloque frente a él y coloque
ambas manos en su plexo solar, su mueca se tornó de horror mientras yo le
dedique una sonrisa burlona antes de desintegrarlo con una ráfaga de energía. Habían
pasado ya varios años desde la última vez que destruí a alguien de esa manera,
me evocaron gratos recuerdos de mi adolescencia.
Vaya no me di cuenta de que ya había anochecido,
mejor me iré a la cama, mañana tengo que acompañar a Bra a casa de Gohan, creo
que es el cumpleaños de Pan.
3 comentarios:
Me encaran las memorias de vegeta. Sigue escribiendo. ;)
Oye, cuando vuelve a salir otra entrada???? No nos dejes con la intriga por favor. Eres excelente
Por favor, escribe, es estupendo el trabajo q haces. Describes a Vegeta en una forma muy sublime, y especial por q es desde su perspectiva.... No te demores en escribir :)
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