2 de Agosto 791 4:20pm
A la mañana siguiente Trunks se levantó más temprano de lo hubiera
esperado. Cuando baje a desayunar el ya casi había terminado sus alimentos.
-
¡Buenos días papa!
-
… - Simplemente le respondí
asintiendo con la cabeza, era muy extraño que estuviera tan entusiasmado.
-
¿Ya vamos a entrenar? – pregunto levantándose
de su silla de un salto.
-
¿Ah? Sí, pero primero voy a
desayunar.
Trunks se quedó sentado frente a mi mientras
desayunaba, sin quitarme la mirada de encima y se notaba que trataba de
contener su emoción por alguna razón; sus hombros estaba apretujados y marcaba
el ritmo con un dedo como si quisiera acelerar el tiempo. El tener clavados sus
penetrantes ojos azules comenzaba a ser bastante molesto, de esa forma no podía
disfrutar de la comida.
-
Trunks, ve y coloca los muñecos en
el patio mientras termino mi desayuno – le ordene.
-
¡Si papa! – y sin rechistar salió
corriendo al laboratorio de su abuelo.
Unos pocos minutos más tarde Salí al patio
para encontrarme con Trunks preparando el último de los 5 muñecos que su abuelo
había creado.
-
Muy bien comencemos hoy vas…
-
Espera papa – dijo interrumpiéndome
–quiero mostrarte algo.
-
¿Mmm?
Sin esperar a que respondiera avanzo unos
pasos hacia el primer muñeco y se paro con las piernas separadas a la altura de
los hombros y apretó los puños justo a su cintura, inhalo profundamente y
apretujo los dientes. De repente pude sentirlo, un pequeño pero perceptible
aumento en su ki – imposible – pensé mientras su diminuto ki se acumulaba.
-
¡Haaaaaa! – Trunks extendió sus
brazos al frente rápidamente con las manos completamente abiertas.
-
¡No puede ser! – el muñeco había sido
impactado por una fuerza invisible y fue arrancado el suelo para caer un par de
metros más atrás.
-
Je je, ¿verdad que es sorprendente?
– pregunto con orgullo colocando los puños en la cintura y sonriendo
ampliamente.
-
… Ju eso no es nada niño tonto.
-
¿Uh?
Apunte con un dedo al muñeco que había caído y
con un simple rayo de energía lo hice estallas en pedazos.
-
Lo que acabas de hacer es
simplemente expulsar tu ki y ni siquiera lograste materializarlo.
-
¡Pe, Pero! – Trunks estaba pasmado
- ¡pero si lo practique toda la noche!
-
¡Cabeza hueca! – el pequeño
respingo un poco – el ki no es algo que puedas dominar en una sola noche y te
dije muy claro que debías descansar, si no lo haces no podrás usar toda tu
fuerza en el entrenamiento.
Trunks miraba al suelo y su cuerpo estaba
tembloroso, era obvio que su orgullo estaba lastimado, lo que había pensado que
era un gran logro resulto ser solo merito mínimo, yo conocía a la perfección
esa sensación.
-
Sin embargo… comencé a decir llamando
su atención de inmediato – es sorpréndete que lograras hacerlo por tu propia
cuenta.
-
¡ah ja ja ja! – nuevamente se alegró
al ver reconocido su esfuerzo.
-
Como premio te mostrare algo bueno.
Basto con concentrarme un poco y reunir mi ki
para transformarme en super saiyajin. Los ojos de mi hijo se abrieron por
completo al ver el cambio en mi persona, la única vez que me había visto en
esta forma era cuando apenas era un bebe, siempre que me transformaba en casa
lo hacía lejos o dentro de la cámara de gravedad, por lo que hasta ahora no lo había
visto.
-
Esta es la apariencia de un súper
saiyajin, y cuando nos transformamos no solo cambia nuestra apariencia, sino también
nuestro poder de pelea. Si entrenas duro, algún día tú también serás capaz de
hacer esto.
-
… - sus ojos brillaban con emoción
al verme, ahora le había dado una meta que alcanzar.
-
Ahora vete a jugar y duerme bien
esta noche, continuaremos entrenando mañana.
-
Pero, puedo…
-
Nada de peros, no me sirves si no
puedes entrenar a tu máximo.
-
Si papa.
Con su confianza renovada, Trunks se retiró
para descansar. Luego de guardar los muñecos fui a la biblioteca con un vaso de
licor de naranja en las manos y me senté a beberlo lentamente. Sentía en mi
interior una sensación que no había tenido desde la primera vez que supe el
origen de aquel muchacho que vino del futuro para advertirnos de la amenaza de
los androides hacía ya algunos años.
-
Es mi hijo… tiene sangre saiyajin –
dije repitiendo las mismas palabras que había dicho en aquel entonces, me sentía
lleno de orgullo por mi hijo.
Si no mal recuerdo Trunks dijo que hoy saldría
con una chica, eso me reconforto bastante, me estaba empezando a preocupar que
fuera “rarito” con todo ese tiempo que
pasa en compañía de Goten. Cuando vuelva veremos qué tal le fue.
1 comentario:
La saga de Trunks entrenando está muy buena! Vegeta orgulloso, great father :)
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