Saint Seiya Omega y la Orden de los Mediocres

Saint Seiya Omega ha estado ya causando algo de revuelo entre los fieles fans de la serie original por un buen rato. Ha quienes la odian, hay quienes la aman y otros a los que no les interesa en lo absoluto. Pero a parte del diseño de personajes que en momentos hace bastante repelente a este anime, la animación inferior comparada con otros trabajos del mismo estudio y la historia que tiene mas grietas argumental que el escudo del dragón, uno de los factores que mas irritan y entretienen a los fans son los protagonistas.

Empecemos por el “heroe” Kouga; desde el principio se nos da el indicio de que el es la prueba viviente de que Seiya si “anoto” con Saori. Y luego que el villano de la serie Mars o Marte como prefieran llamarle, infecta a Atena con lo que llamo “cáncer de cosmos” el pequeño mocoso es entrenado por una resignada y solterona Shaina que se a conformado con ser la chacha de Atena. Kouga rápidamente se convierte en el sucesor del caballero Pegaso y va aprendiendo poco el oficio de caballero y que mejor lugar para aprender a ser caballero que en Howarts… digo Palaestra donde los jóvenes aprenden a usar el cosmos en bien de la humanidad. 

En su camino conoce a Souma, el caballero de León Menor, es juguetón, distraído y pelirrojo… ¿Por qué me es tan familiar? 

Ya una vez en el colegio, ambos conocen a Hermio… Yuna, caballero del águila y gran aficionada de los libros y la astronomía, quien después de trabar amistad con los dos chicos decide que no tiene que esconder su rostro de los demás solo por ser un caballero, ignorando así la mas sagrada regla de las mujeres caballero ¡no mostrar su rostro a nadie! 

En medio del goce de la vida escolar conocen a Ryuuhou quien a primera vista parece ser hijo de Shun de Andrómeda, pero sorpresa es hijo de Shiryu de Dragón y no solo eso sino que ha heredado su armadura ya que su padre ha perdido la vista por Necima vez junto con todos sus demás sentidos,, lo cual es una fortuna ya que se suicidaría al ver la débil y enfermiza muñequita que es su hijo (y en caso de que se lo estén preguntando, si Shun Rei es la madre).

Mas adelante se les une Haruto de lobo, quien además de ser un caballero es un ninja y le hace honor a su constelación separándose del grupo cada que se le pega la gana, todo un lobo solitario el muchacho.

Finalmente tenemos a Aria, una jovencita inocente y tierna a la que Mars ha hecho pasar por Atena y usa su cosmos para crear un nuevo santuario. 

Aria es rescatada por nuestros héroes y les acompaña en busca de las reliquias de la muert… cristales elementales, poderosos objetos que controlan los elementos atribuidos a cada tipo de cosmos, ¿como? ¿Qué el cosmos no tiene elementos? ¡Pues ahora si! Es mas las armaduras ya no se guardan en cajas sino en “piedritas mágicas” que invocan versiones moe de las constelaciones y los caballeros ya no son caballeros son niñas mágicas que hacen que Sailor Moon se vea como Rambo. ¡En serio! En el capitulo mas reciente Ryuhou casi se muere de un infarto por subir una pendiente inclinada, mientras que su padre subió las doce casas, corrió por las helados bosques de Asgard y anduvo derribando pilares en el fondo del mar. Kouga cae vencido en cada capitulo solo para ser levantado por sus amigos, ¡por favor! Seiya se rompió literalmente todos los huesos, perdió los cinco sentidos, perdió hasta el cosmos y siguió levantándose aun en contra de todas las posibilidades. Souma, Yuna y Haruto tienen personalidades tan profundas como un charco y solo están ahí para completar el equipo. Aria es tu típico clondefectuoso de Rei Ayanami, aunque debo reconocer que es más tolerable que Saori, al menos ella no corre a las garras del enemigo para que la atrapen.

¡ARRHG! Esta serie es tan mala… ¡y aun así me encanta verla! Porque es tan mediocre que me divierten sus patéticos intentos por hacer que el tome en serio, me encanta ver cuando algún personaje de la serie original hace un cameo o las patéticas escusas de los malos para no parecer tan débiles.

En resumen, Saint Seiya Omega es un fallido homenaje a uno de los animes más importantes de la historia, quizá si los productores le hubieran dedicado el presupuesto y trabajo que merecía esta “secuela” tendríamos una serie digna de su titulo.