Las Memorias de Vegeta (Entrada 32)

9 de Julio 791 12:00pm

Cell estaba apaleado no solo mi cuerpo, sino también mi orgullo. Nuevamente me había visto superado por esta basura cibernética, primero los androides y ahora este insecto se colocaba sobre mi dejando a la sombra mis poderes; no era posible, no después de ese año que entrene como loco para sobre pasar el poder de un súper saiyajin. Lo humillante no era que el fuera mas fuerte que yo, esto es lo que había estado esperando, para eso me había preparado… Pero ese gusano obtuvo ese poder le la nada y prácticamente sin esfuerzo, así no lo hacia un guerrero de verdad. Para nosotros los saiyajin el poder y el sufrimiento van de la mano, mientras mas peleemos mas fuertes nos volvemos, mientras mas nos hieran mas poderosos seremos al recuperarnos, somos soldados perfectos, nacidos para pelear y sin ningún otro objetivo que el de ser los mas fuertes del universo… y yo… el gran Vegeta, príncipe de los saiyajin, e hijo del rey Vegeta no iba a caer tan fácilmente frente a esta cucaracha bípeda.

Mi cuerpo estaba adolorido, mi vista borrosa y mi respiración pesada. Enfrentarme cuerpo a cuerpo con Cell no era mas una opción, mis extremidades no respondían del todo, pero mi energía latente aun superaba por mucho el límite que podía usar. Mi entrenamiento me había permitido usar solo una pequeña parte de mi energía para estimular mis músculos para aumentar mi fuerza, pero no había sido suficiente. Sin embargo mi estancia en la habitación me había mostrado otro método para usar esa energía, liberarla de una forma tan violenta que podría lastimarme a mi mismo mas de lo que lo había hecho Cell. Era la única opción.

Estando elevado apenas un metro en el aire, alce mis brazos a los lados y respire tan profundo como pude, mis costillas rotas por poco rompen mi concentración cuando mis pulmones empujaron contra mi caja torácica, pero pude mantenerme firme. Comencé a acumular energía; igual como lo había hecho en la habitación del tiempo, debía dejar que mi ki emanara e inundara mi cuerpo, el proceso fue mas rápido esta vez y aun mas doloroso. Mis músculos se ensancharon por lo menos 2 tallas y vibraban con el flujo de mi poder.

Junte mis manos frente a mi pecho con los brazos bien estirados, en mis oídos solo se oían zumbidos y el eco interior de mi propia voz mientras vocalizaba un grito de guerra para ayudarme a canalizar mi ki. Sabia que mi energía estaba afectando el clima, la temperatura a mi alrededor iba en aumento conforme materializaba el ki en mis manos, una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo varias veces antes de salir de mi cuerpo en forma de relámpagos que levantaron polvo al arañar el suelo. Todo comenzaba a desaparecer de mi campo de visión; frente a mi solo estaba la borrosa figura de Cell.

-          ¡CELL!... ¡Aunque hayas perfeccionado tu cuerpo no tienes el valor suficiente para recibir este súper ataque! – le grite

-          …

-          Grrrn Es imposible que lo recibas… ¡Eres un cobarde!

-          Jujuju – pude alcanzar a ver como Cell se asentaba en el terreno, “muy bien idiota, no te atrevas a evadirlo” pensé con gozo.

-           ¡Detente por favor… destruirás la tierra por completo! – grito una voz distorsionada, pero ya no había marcha atrás.

-          ¡¡¡FINAL FLASH!!!

Mi ataque salió disparado con mas fuerza de la que jamás había usado en mili segundo impactaría de lleno con Cell desintegrándolo a él y todo lo que entrara en contacto con su energía, incluso creo a haberlo oído exclamar “oh no” aterrorizado al ver lo que le había lanzado… pero antes de que alcanzara su objetivo, la imagen de Bulma y mi hijo recién nacido aparecieron en el fondo de mi mente. Ella lo llevaba en brazos y caminaba hacia mi con una sonrisa, la misma sonrisa con la que me despidió en el palacio de Kami Sama y de pronto su expresión se volvió en una de terror y luego en dolor mientras sus cuerpos se encendían en fuego y su carne se calcinaba. El estupor fue tan grande que reaccione al instante, ten rápido que de haber querido hacerlo intencionalmente no lo hubiera logrado. De alguna forma logre cambiar la trayectoria de mi ataque, con lo que solo rozo unos kilómetros de la superficie terrestre; su inercia era tal que no siguió la curvatura de la tierra, sino que dirigió en línea recta hasta salir de la atmosfera en busca del espacio sideral.

Cuando el resplandor se desvaneció, solo una densa cortina de polvo quedo flotando, ya no había podido mantenerme en el aire, mis pies tocaron tierra firme conforme mi ataque termino. Había desviado mi poder, pero había dado en el blanco ¡estaba seguro! Y mas cuando la cabeza de Cell se asomo entre la polvareda.

-          Me… costaste mucho trabajo – su cara tenia una mueca de espanto que hacia que valiera la pena el dolor de respirar. Cuando el polvo se asentó revelo su cuerpo mutilado, su brazo derecho y parte de su torso habían desaparecido, dejando al descubierto unas grotescas entrañas grises de las que emanaban líquidos verdosos y purpuras – Te lo mereces maldito – le dije mientras sonreía gustoso.

-          Haz… logrado lastimarme – contesto con voz temblorosa mientras sus ojos no daban crédito a lo que veían.

-          Juju… jejejeje… ja… jajaja…. ¡JAJAJAJAJAAJA!

-          ¡MALDITO SEAS!

-          JAJAJA- me estaba regodeando en su sufrimiento, no estaba muerto… aun, pero esto me hacia sentir de maravilla.

-          Je, estaba bromeando.

-          JAa ¿ah? – mi risa se interrumpió de manera abrupta por ese comentario tan tranquilo.

-          Aunque me hagas mil pedazos no podrás mandarme al otro mundo, ¿acaso ya se te olvido que poseo las células de Piccoro? Ju ju ju.

Ese miserable volvía a sonreír como si nada hubiera pasado, simplemente se enderezo, y ante mis desorbitados ojos, sus repugnantes entrañas comenzaron agitarse, y en un instante un brazo y la parte de su torso que había perdido brotaron con aparente facilidad, de su herida solo quedaba una minúscula cicatriz que separaba los miembros nuevos del resto de su cuerpo.

-          ¿Te decepcione Vegeta? – pregunto con esa arrogante confianza de antes.

No podía ser cierto, mi último ataque habría destruido a un ejercito de Freezers, no podía estar ileso, este gusano tenia que estar blofeando.

-          Bueno, ha llegado la hora de exterminarte – dijo antes de empezar a caminar hacia mi.

Estaba alardeando, tenía que ser eso, un ataque mas y caería como una mosca - ¡Miserable! – Le grite al tiempo que le arroje un poder, pero eso no lo detuvo. Hice acopio de mi fuerza para mover mi cuerpo una vez mas y le lance una ráfaga de proyectiles, iba a caer, ¡Tenia que caer! Pero mis ataques solo levantaron el polvo, porque de pronto su rostro estaba frente a mi seguido de su puño izquierdo, el cual golpeo mi frente haciendo que mi cuerpo barriera el suelo mientras caía de espaldas.

No se de donde saque fuerzas, pero pude levantarme nuevamente justo antes de que Cell quedara frente a mi otra vez, luego pate mi estomago con tanta fuerza que sentí que vomitaría el corazón. Mi cuerpo se separo del suelo, en un segundo ya estaba 50 metros en el aire, todo empezaba a oscurecerse, cuando sentí un fuerte impacto en mi columna antes de perder el conocimiento.

Arg, esta entrada me esta dejando mal sabor de boca, mejor voy a comer algo antes de continuar, además Bulma y Trunks están fuera de casa atendiendo un negocio de la corporación capsula y dudo mucho que Bra vaya a preparar la comida… supongo que tendre que recalentar algo.