lunes, 9 de mayo de 2011

Las Memorias de Vegeta (Entrada 23)

1 de Julio 791 3:30pm

Durante dos días permanecí de pie, al no estar volando o peleando el Koa era sumamente efectivo, por lo que podía meditar incesantemente; lo única interrupción que tenia era Trunks que no dejaba de insistir en entrenar conmigo cada tanto, bien hubiera podido hacerle entender el objetivo de mi cavilación, pero no tenia tiempo que desperdiciar con ese chiquillo, con todo y su presencia continué simulando en mi mente los escenarios que podrían liberar todo mi poder, antes de poder llevarlo a la practica tenia que educir el tiempo de prueba y error, ya que si algo salía mal tendría que tomar tiempo para recuperarme. En la mañana del tercer día pude sentir nuevamente la presencia de Kakarotto, pero esta vez estaba seguro que era el, poco a poco su energía se incrementaba, lo que me decía que se había recuperado por completo; una mezcla de molestia y alegría me hizo sonreír irónicamente. Por un lado ese inútil seguía con vida y por el otro ese inútil seguía con vida solo para que yo pudiera matarlo, es uno de esos placeres culpables.

Mientras el tiempo transcurría lentamente hice un recuento de mi entrenamiento fuera de la tierra, una vez que logre transformarme en súper saiyajin, mi energía se multiplico mas haya de lo que podría haber imaginado. Cualquiera puede destruir un planeta aplicando la cantidad de energía adecuada en el punto adecuado, pero con el poder que tenia ahora podía hacerlo con un disparo de energía tan potente que lo reduciría a polvo cósmico, mi Big Bang Attack concentraba la energía y la liberaba en una explosión controlada, no utilizaba todo mi poder, no podía utilizarlo, la energía de un súper saiyajin era tal que liberada sin control podía destruir mi propio cuerpo, así que la mejor manera de superar ese nivel seria aprendiendo a liberar toda mi energía sin riesgo para mi.

Cuando dio el medio día sentí a Kakarotto moverse una gran distancia, seguramente uso su tele transportación, luego de unos minutos desapareció de nuevo para reaparecer al lado de Trunks. Hablo con el por un momento y luego se acerco a mi volando.


- No me molestes Kakarotto.
- No digas eso Vegeta, conozco un buen lugar para entrenar.
- … -hablaba de manera muy alegre y confiada, demasiado para alguien que se vio tan humillantemente derrotado por ese androide gordinflón, pero estaba interesado en ese lugar de el que hablaba.
- En el templo sagrado, donde vive Kami Sama, existe una habitación donde puedes entrenar lo de un año en tan solo un día.
- … - a pesar de mi silencio estaba totalmente sorprendido, ¿Cómo era posible algo así? – ¿es eso cierto?
- Si, ven con nosotros… y n te preocupes, no te estoy pidiendo que entrenes conmigo.

Dude por unos instantes, la posibilidad de que proponía Kakarotto era absurdo, pero ya había contemplado e incluso experimentado la resurrección por medio de loas esferas del dragón, quizás una habitación donde algo como “un año en un día” no era tan imposible como yo creía.

- Pero solo pueden entrar dos personas, como no tenemos tiempo tu y Trunks tendrán que entrar juntos. – aceptar ayuda de Kakarotto no era algo que hubiera aceptado normalmente, pero la situación ameritaba hacer una excepción.
- Esta bien, pero yo entrare antes que tu ¿me oiste?
- Si – respondió con cierto humor al haber logrado su objetivo.

Trunks y Gohan se acercaron cuando Kakarotto les llamo con la mano, tras explicarle a al chico cual era el plan decidió que lo mas rápido seria que nos tele transportara a todos al templo sagrado, Gohan tomo la mano de su padre y Trunks hizo lo mismo, obviamente no pensaba hacer tal cosa, así que mi hijo se limito a colocar su otra mano en mi hombro. Repentinamente sentí que mi visión se nublaba y el piso bajo mis pies desaparecía, no era como si nos moviéramos, si no que lo que se movía era el mundo a nuestro alrededor, debo admitir que no fue una experiencia agradable, pero en solo tres segundos, volvía a haber algo solidó bajo mis botas y mi visión volvió a ubicarse en una plataforma inmensa que tenia como techo el cielo. El enorme piso cuadriculado con lozas blancas se extendía por lo menos 1km en lo que parecía ser el centro de este lugar había una estructura similar a una mansión, grandes jardineras decoraban el panorama con palmeras, arbustos y otras plantas, en el horizonte pude ver la curvatura de la tierra, lo que me dio a entender que este lugar estaba a una altura muy elevada, tanto que podía notar la ausencia de nubes sobre nosotros. Pronto nos encaminamos al edificio guiados por Kakarotto, Trunks no paraba de observar maravillado los alrededores al igual que Gohan, así que supuse que el tampoco había estado aquí antes.

- Kakartotto ¿es ese el lugar del que me hablaste? – pregunte viendo que nuestro “guía” estaba muy callado.
- No, ese es el palacio de Kami Sama – contesto sonriente – este lugar el templo sagrado, se encuentra unido a la torre del maestro Karin por medio de mi báculo sagrado – mientras hablaba de todo eso note que su mirada se llenaba de nostalgia, como si recordase algo de muchos años atrás – piensa en ello como la casa de dios.
- ¡Que tontería!

Pronto llegamos al palacio, ahí había un hombrecito robusto y de baja estatura, su piel era negra y su mirada se veía completamente vacía, Kakarotto saludo a esta persona afectuosamente y lo presento como Mr. Popo, el ayudante de Kami sama y el encargado del templo.

- Mr. Popo, me imagino que ya sabes la situación en la que estamos ¿no es asi? – le pregunto Kakarotto al extraño individuo.
- Así es, antes de que el Piccoros y Kami Sama se fusionasen… El le contó todo a Mr. Popo.
- Ya veo… por eso he venido a pedirte que nos dejes utilizar la habitación del tiempo.
- Si desean usarla pueden hacerlo, ahí hay comida y baño pero no lo ensucien mucho.

Diciendo esto, Mr. Popo nos condujo por un largo pasillo al interior del palacio, confirme avanzamos me di cuenta de que había varias escaleras que descendían, por lo que supuse que la mayor parte del palacio se encontraba de bajo de nosotros.

- Kakartto ¿Por qué me pides que entrene en este lugar? – pregunte deteniéndome un momento, a mi parecer era ilógico ayudar a tu rival a que se fortaleciera – tu sabes que mi único objetivo es acabar contigo.
- Porque es imposible que solo uno de nosotros acabe con este adversario, tu debes saberlo mejor que nadie Vegeta.
- Espero que no te vayas a arrepentir por esto jujujum – la idea de volverme mas poderoso que Kakarotto y que fuera gracias a el mismo era ahora hilarante.

Pronto llegamos a una puerta de madera robusta, la cual estaba a la sombra de un arco y en este había un reloj.

- Aquí es – Dijo Mr. Popo al tiempo que la señalaba con su mano extendida - ¿Quién será el primero en entrar?
- Vegeta y Trunks serán los primeros – le contesto Kakarotto.
- Asta bien – dijo al tiempo que abría la puerta – pasen.
- Con su permiso señor Goku – Trunks avanzo titubeando al interior de la habitación.
- Si, buena suerte Trunks, trata de llevarte bien con Vegeta – Le dijo ese inútil con una sonrisa, mientras yo simplemente me limite a mirarle como diciéndole, “no te metas en lo que no te importa”.

La habitación, parecía completamente normal, había un par de camas, un refrigerador y una enorme alacena, también había dos cuartos adjuntos los cuales seguramente conducían al baño y a la cocina, todo era normal, pero en momento en que la puerta se cerro, deje de sentir el ki de Kakarotto y todo lo demás, la atmósfera se volvió sumamente calurosa y el oxigeno en el aire disminuyo, además pude notar un incremento en la gravedad, para mi que había entrenado con una gravedad aumentada 400 veces era insignificante, pero note como a Trunks le hizo perder la calma de inmediato.

Con dificultad camino hacia lo que parecía ser un patio, pero al salir me sorprendí tanto como el era un espacio vació, un espacio infinito donde no había nada. Trunks siguió balbuceando algo que no pude entender, el repentino cambio en el ambiente hizo que se me taparan los oídos.

- Es perfecto – exprese con una sonrisa
- Bien… creo que no nos queda otra opción que comenzar a entrenar papa – dijo Trunks forzando una sonrisa mientras el sudor corría por su frente.
- Haz lo que quieras.
- ¿Que?
- Yo iré a comer primero y luego dormiré una siesta.

Dando vuelta volví a la habitación, seguramente el chico estaba desconcertado, normalmente habría comenzado a entrenar de inmediato, pero después de 3 días usando el Koa, prefería recuperar mi energía para poder concentrarme en entrenar una vez que hubiera reposado un poco. Mientras yo comí y descanse Trunks comenzó a entrenar con su espada, era evidente que nunca había entrenado con la gravedad aumentada, ya que le costaba mucho trabajo mover su cuerpo, para mi era como dar un paseo, la mayor complicación era el calor y el aire enrarecido, pero a lo que realmente le sacaría ventaja era a el enorme espacio y el año que pasaríamos aquí.

Antes de comenzar a entrenar por mi cuenta, decidí revisar el lugar, tal como había dicho Mr. Popo había un baño y suficiente comida para ambos durante un año, además había 2 bolsas con semillas del ermitaño, 365 en cada una, por lo que debería utilizarlas adecuadamente. Dentro de este lugar la única manera de llevar la cuenta del tiempo eran los relojes en la entrada y techo de la construcción, luego de examinarlos me di cuenta de que el del techo media los días, mientras el que estaba sobre la puerta media las horas. Habrían pasado cerca de 6 horas cuando Trunks volvió jadeante y sudoroso.

- Es mucho mas difícil de lo que me imagine, ni siquiera imagino como podremos superar la fuerza de un súper saiyajin.
- No digas estupideces, es obvio que tu no podrás lograrlo, el único que puede hacer tal proeza soy yo, no un mocoso que apenas y sabe pelear – Note que los ojos de mi hijo se clavaron en mi espalda al salir hacia el amplio capo de entrenamiento.
- Es mejor que no te alejes demasiado, no sabemos que tan grande es este lugar.

Su voz contenía un dejo de molestia en esa última línea, pero si en verdad tenía sangre de saiyajin utilizaría esa rabia para reforzar su espíritu al entrenar. Estaba conciente del potencial de mi hijo, pero dudaba mucho que pudiera progresar mucho en este tiempo, su falta de experiencia no le permitiría ver los fallos en su técnica, quizás después podría aconsejarle un poco, pero en ese momento lo mas importante era comenzar con mi entrenamiento. Ya había mirado el problema desde varios ángulos, primero estaba el hecho de que los androides tenían energía ilimitada, lo que los hacia incansables y aun mejorando mi condición física tendría un limite, una respuesta aparente seria utilizar el Koa pero al parecer era demasiado difícil mantener la concentración estando transformado en súper saiyajin debido al estrés y la ansiedad que provocaba; por lo tanto la mejor opción seria incrementar mi fuerza para causar un daño mayor sin importar la resistencia de esas chatarras. También tendría que aumentar mi velocidad para no verme superado por ellos al momento de atacar, de lo contrario no serviría de nada volverme mas fuerte si no podía asestar ningún golpe. Pero mas importante aun era incrementar mi estameña; los androides no sufrían de cansancio y muy probablemente ese monstruo llamado Cell tampoco, por lo que era necesario que pudiera realizar un mayor numero de ataques continuos antes de tener que deberme para recuperar el aliento.

Con esto en mente decidí enfocarme la primera semana en fortalecer mis piernas por medio de carrera. Comencé lanzando una esfera energía lo mas rápido que pude y corrí tratando de alcanzarla, esto no fue muy difícil he incluso fui capaz de hacerlo sin la necesidad de transformarme. Posteriormente agregue complejidad al ejercicio rebasando la esfera para luego golpearla en dirección contraria, repitiéndolo cuantas veces soportara antes de agotarme. Durante este tiempo Trunks estuvo practicando por su cuenta alejado a varios kilómetros de mi, dado que el único punto de referencia con el que contábamos era la construcción en la que habitábamos tratábamos de no perderla de vista.

Con el paso del tiempo me di cuenta de lo compleja que era esta habitación. A pesar de que no había sol o luna que diferenciara el día de la noche, esto se apreciaba en el cambio de temperatura, durante el “día” la temperatura era bastante alta alcanzando temperaturas letales al medio día y en la “noche” bajaba mas haya del punto de congelación. También me di cuenta que la gravedad era mayor mientras mas te alejabas de la habitación, esto hubiera sido practico de no ser porque conforme la gravedad aumentaba el oxigeno disminuya y sin importar que tan fuerte puedas ser no puedes vivir sin oxigeno. Estas condiciones adversas hacían de mi entrenamiento no solo arduo si no interesante, a cada hora los bruscos cambios de temperatura hacían que mi cuerpo tuviera que acostumbrarse nuevamente al entorno, lo que hacia que mi metabolismo se reactivara constantemente y la presión atmosférica hacia que mis músculos requirieran mas oxigeno por lo que mi capacidad pulmonar mejoro rápidamente.

La únicas pausas que tomaba eran para desayunar, comer y cenar, nosotros los saiyajin podemos resistir un mayor tiempo sin dormir que los terrícolas, por lo que podía estar fácilmente 2 días en vela antes de requerir reposo total. Por su parte Trunks se veía forzado a descansar cada tantas horas, esto y su estilo de pelea que me parecía ligeramente familiar me hice ceder a la curiosidad, luego de unos días mientras ambos comíamos me decidí a preguntarle.

- Trunks, ¿Quién fue quien te enseño a pelear?
- Bue… bueno, en el futuro del que yo vengo tu moriste cuando yo aun era un bebe… comenzó a contestar un poco sorprendido por mi pregunta – y poco después los demás fueron asesinados por esos androides, Gohan fue mi maestro una vez que tuve edad para comenzar a entrenar.
- Ya veo... – era por eso que su estilo me parecía familiar, era muy similar a la manera en que pelea Piccoro, quien a su vez enseño a Gohan – y dime ¿el también puede transformarse en súper saiyajin?
- Si, creo que pudo hacerlo después de haber visto como mataban a Piccoro.
- Y tu, ¿Cuándo lo lograste?
- …
- Te hice una pregunta.
- Puede transformarme cuando los androides mataron a Gohan – respondió con la vista hundida en su plato de tallarines con lomo.

Esto me confirmaba dos cosas: la transformación estaba ligada a una experiencia emocional, una respuesta fisiológica a un trauma o estimulo que disparaba el cambio y segundo, aparentemente cualquier saiyajin podía lograrlo. Aun así la cantidad de poder liberado dependía de cada individuo, la razón de que al trasformarme me volviera mas fuerte que Kakarotto era que había entrenado por mas tiempo que el antes de lograr transformarme, por lo tanto mi cuerpo podía tolerar un mayor uso de energía así como aprovecharlo de mejor manera.

- Tu manera de pelear es ineficiente – le dije de pronto, esto fue tan repentino que se atrancando con el bocado que tenia en la boca.
- Cof, cof, ¡como puedes decir eso! Tu viste como vencí a Freezer y a su padre – protesto.
- Eso fue cuestión de mera fuerza, ante un oponente mas fuerte tu modo de pelear es inútil, prueba de ello es que cuando atacaste con tu espada a Kakarotto con tu espada hace tres años, le basto con un dedo para detener todos tus ataques, y tu reacciones al pelear son precipitadas, como las de Gohan – Puede notar como su expresión cambiaba y como sus orejas se enrojecían de coraje.
- ¡Eso no es cierto! Gohan era un excelente guerrero, el me enseño todo lo que sabia.
- Quizás, pero corrígeme si me equivoco, pero Piccoro, el Piccoro de tu época murió cuando Gohan aun era muy joven ¿no es así?
- Así fue, pero ¿Qué tiene que ver eso conmigo?
- Gohan, no maduro como guerrero sin la tutela de Piccoro, carece de la experiencia que se adquiere de una vida de peleas, experiencia que Kakarotto, yo y el mismo Piccoro tenemos. Como Gohan no podía enseñarte mas lo que sabía era imposible que progresaras mas haya de los límites de aquel que te enseño.

Trunks estaba completamente pasmado, estaba seguro que se había dado cuenta de que tenia razón, su mirada a pesar de estar dirigida a mi no se concentraba en mi persona, seguramente estaba haciendo introspección. Termine de comer en medio de ese largo silencio y me levante para recostarme un par de horas en lo que hacia digestión, cuando me di la vuelta, Trunks volvió a hablar.

- Papa, te lo suplico… déjame entrenar contigo, si no tengo lo necesario entonces enséñame para poder pelear a tu nivel.
- ¿Pelear a mi nivel dices? – su comentario era tan ofensivo como gracioso - ¡No me tomes a la ligera! Aprender a pelear es más que imitar el estilo de alguien más.
- … lo siento, no fue mi intención… - dijo con la vista hacia el piso.
- Pero… si en verdad quieres aprender supongo que puedo desperdiciar un poco de mi tiempo corrigiendo tus errores, seria vergonzoso que mi hijo no supiera pelear apropiadamente.

Su desanimo cambio por incredulidad y alegría al escuchar mis palabras, a decir verdad ni yo mismo me hubiera creído lo que dije entonces.

- Te enseñare a pelear como un saiyajin, pero deberás hacer lo que te ordene sin pensarlo dos veces, ¡¿te quedo claro?!
- S, ¡SI!

Creo que continuare mañana, además es buena idea ir a entrenar a Trunks un poco, desde que esta a cargo de la corporación capsula a descuidado su condición.

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