lunes, 25 de mayo de 2009

Mapa Fémino



CELEBRANDO LA PUBLICACION NUMERO 150 GUSTO DE PUBLICAR LO SIGUIENTE

Ahora que se acerca el verano o mas bien que ya está aquí, es bueno hacer un reportaje sobre las piernas sexys de nosotras las mujeres ya se empiezan a ver las minifaldas y los pantalones tipo pescadores en los bellos cuerpos femeninos. A parte de ser una buena vestimenta que nos libera del calor sofocante de los jeans....es motivo de exitación de los hombres y atrae miradas de donde quieras que vayas.
Pregunten a cualquier hombre sobre qué es lo que mira en una mujer en los primeros contactos, yo creo que más del 99% les dirán que los pechos y las caderas (nalgas), el físico en general, quien no lo diga es casi siempre por pudor, o por hipócrita (estos son los peores), quizá digan que ven la mirada, las manos, etcétera, pero eso en general es secundario.

La sensualidad es una facultad que posee el ser humano, lejos de ser un instinto, es algo que se aprende. Pero para poder ser sensual se necesita estar en armonía con tu interior, sentir confianza y sentirse bien con tu forma de ser. Algunas personas suelen atribuirle la sensualidad a la mujer y la sexualidad al hombre.
Pero, la verdad es que ambos tienen una porción de cada una en su personalidad, tal como los dos comparten lo masculino y lo femenino en su ser. Esta clasificación errada se debe a los condicionamientos sociales y culturales, los cuales inhiben o potencian una serie de conductas, según se trate de una mujer o un hombre. Tanto mujeres como hombres pueden explotar su sensualidad. Lo ideal es que el hombre comprenda que ser sensual no implica afeminamiento. Si bien la sensualidad femenina es más delicada, evidente y aceptada socialmente, el hombre posee su propia forma de expresarla: ser viril, galante, caballeroso y educado son algunas de las características que todo hombre sensual debe poseer. Además, cuando de vida en pareja se trata la sensualidad debe estar estrechamente ligada a la sexualidad, pues la primera tiende a la innovación, despierta la curiosidad y la imaginación debido a que no es tan limitada como la sexualidad, es decir, entre las dos se complementan. La sensualidad incorpora los sentidos: vista, gusto, tacto, olfato y oído e incluso espiritualidad. La principal función de estos es permitir que nos relacionemos con el mundo que nos rodea. Pero si sabemos como utilizarlos se pueden convertir en el alma perfecta para despertar pasiones y triunfar en el difícil arte de las relaciones amorosas, pues una mirada sugestiva, un suspirar al oído o una caricia en el lugar adecuado, pueden decir más que mil palabras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pretty cool stuff here thank you!!!!!!!

Anónimo dijo...

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