jueves, 9 de febrero de 2017

Los pecados del manga



El manga es un medio de expresión maravilloso, los autores plasman en sus páginas sus ideas, creencias, pasiones e incluso temores; a lo largo de la historia hemos sido testigos de grandes aventuras, tórridos romances, terribles catástrofes, triunfos derrotas y un sin fin de situaciones que van de lo cotidiano a lo fantástico…
Pero, aun así no siempre el autor logra enganchar a los lectores por completo o lo que es peor los deja “colgados” o con un sabor de boda que hace que te arrepientas de haber siquiera hojeado el primer tomo de su obra. Por eso hoy les presento los  pecados del manga.

El final anticlimático
Toda historia tiene un final, pero no siempre es satisfactorio, y se siente aun peor cuando el manga a sido publicado por años y años, y cuando por fin llegamos al desenlace el autor esta tan cansado que se le han acabado las ideas o ha perdido el hilo de su propia historia. En otros casos la editorial tan solo quiere que termine para poder darle paso a la siguiente obra. En algunos casos el autor nos emociona con una saga final que es tan épica que nos tiene pegados a las páginas  esperando por la conclusión y… nada. La obra culmina en una sola viñeta, una sola página o incluso con una sola frase “inteligente y profunda” que solo  te hace preguntar si le faltan paginas al capítulo que estás leyendo. 


Ejemplos hay varios, pero el quemas claro tengo en mente es el final de Oh My Goddess de Kosuke Fujishima, su saga final estuvo llega de emoción, intriga y respuestas a muchas preguntas que nos habíamos plantado a lo largo del manga pero termina de una manera tan simple que te hace querer ver más. Y es que para una historia tan buena como la de Keiichi y Belldandy un “y vivieron felices para siempre” no es suficiente.

La pausa interminable
El autor es también un ser humano y como tal su vida tiene altibajos que pueden interferir con la obra en la que está trabajando, a veces estas pausas pueden ser de un día, una semana, un mes o varios (las memorias de Vegeta *cof, cof*) y no hay nada malo en esto cuando se trata de mantener la salud del autor o hacerse cargo de asuntos personales, pero cuando la pausa se debe al desinterés del autor o que se distrae para jugar algún juego  como es el caso del autor de BERSERK Kentaro Miura quien para de trabajar cada que sale un nuevo juego de Idol Master es simplemente reprochable.


El manga tiene publicándose desde 1988, si, hace más de 20 años, y no porque es una historia extremadamente larga no, el manga cuenta actualmente con 38 tomos y no le quito crédito al señor ya que cada viñeta está hecha con un cuidado y dedicación que son dignas de enmarcarse y exhibirse en un museo (si es que no te molesta el GORE) pero a la fecha eso solo equivale a poco más de 300 capítulos mientras que mangas como One Piece, Hajime no IPPO o Detective Conan superar por el doble o triple esa cantidad y el arte no es la razón, ya mangakas como Kaoru Mori llevan a cabo trabajos de tan exquisito detalle que incluso alguien que no es afecto al manga puede apreciar por su belleza.

La Historia sin fin
Como fans nunca queremos que la historia de nuestros personajes favoritos termine, pero igual que en la vida real todo debe tener un principio y un final, no obstante, a veces lo autores extienden las historias de una manera tan exagerada y absurda que uno termina por perder el interés en ellas, y es que una historia puede ser larga cuando aún hay que contar, pero cuando la historia se deforma de tal manera que no se parece en nada a lo que fue en un principio como lo fue en el caso de Naruto de Masashi Kishimoto, en el cual mientras más capítulos salían más se alejaba del concepto que atrajo a toda una generación hacia sus páginas o aún más drásticamente como en BLEACH de Tite Kubo, cuando después de finalizar la saga principal (con Aizen) decidió seguir con una muy forzada (los Fullbringers) y por ultimo ponerla en soporte vital con la tediosa saga de lo Quincy, esta última fue tan mala que la deje de leer por meses y solo la retome para leer muy de mala gana el final, el cual bien podrían haber puesto justo al final de lo de Aizen.



El falso profeta
En la actualidad la manera en la que los fandoms discuten comparten y teorizan información sobre sus series favoritas  es maravillosamente abrumadora. A meros ninots de que un nuevo capítulo de manga sale a la venta los foros, blogs y redes sociales se llenan de discusiones y cada viñeta es sometida  a tal escrutinio que a menudo se descubre por accidente la trama que el autor había ideado, forzando a cambiar por completo lo que se tenía planeado para mantener el elemento sorpresa, en algunos casos las teorías de los fans están tan bien cimentadas que pareciera que los autores leen las redes sociales y sacan sus ideas de ahí. 

Pero en otros casos los “ajustes” hechos a la historia son tan forzados y ridículos que uno llega a preguntarse “¿Por qué sigo leyendo esta basura?” y que mejor ejemplo de esto que Naruto, si otra vez, que Itachi era parte de una conspiración, que Sasuke estaba equivocado, que Tobi era Obito, pero no, no era Obito, ah no espérate si era, oh pero el no era el jefazo era Madara, pero olvida todo lo que conoces porque Sasuke y Naruto son la rencarnación de los nietos de la princesa conejo MILF que es fan del reverse harem… espera ¡¿QUE?!

El gran olvido
En toda historia hay detalles que se pierden entre la trama, cabos sin atar, los llamados huecos argumentales o “plot holes” y esto ocurre en las buenas historias y en las malas, pero conforme mas se expande el universo que ha creado el autor algunas cosas pueden quedar a la deriva, líneas de historia que no llevan a nada, preguntas que quedan sin responderse o en el peor de los casos personajes que quedan olvidados por completo… 


¡Te estoy viendo a ti Akira Toriyama! Literalmente el sr. Respondió al preguntársele porque no incluyo más a Lunch en Dragon Ball Z que fue porque se le había olvidado, asi de simple, en una serie con tantos personajes es normal que te olvides de un par de ellos… ¡si son personajes de fondo! Lunch fue parte esencial del elenco de Dragon Ball por mucho tiempo y tenía un interés romántico en Ten Shin Han, ¿Cómo carajos te olvidas de un personaje que se transforma en otro cuando estornuda?  Es por cosas como esta que no me acaba de gustar al 100% Dragon Ball Súper, pero de eso les hablare en otra ocasión.

Y ¿ustedes que opinan? ¿de qué otros pecados son culpables sus mangakas favoritos?

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