Hombres y mujeres procesan de modo distinto la información visual que les llega al cerebro, algo que tiene sus raíces en los tiempos prehistóricos de los cazadores recolectores. Experimentos llevados a cabo por científicos del Hammersmith and West London College muestran que los varones son actualmente capaces de calibrar mejor los blancos situados más lejos mientras que las mujeres enfocan mejor los que están próximos. Según los expertos, que publican sus conclusiones en el British Journal of Psychology, esas diferencias pueden derivarse de la distinta evolución del cerebro del hombre y la mujer según sus correspondientes roles en aquellas sociedades prehistóricas. Los cazadores, por lo general hombres, necesitaban una habilidad especial para avistar de lejos su presa mientras que las mujeres tenían que centrarse en el espacio más próximo en busca de frutas, nueces o raíces comestibles.
Para su estudio, los investigadores pidieron a un grupo de 48 hombres y mujeres que marcaran el punto medio de una serie de líneas trazadas en un papel y comprobaron que los primeros eran más exactos cuando el objetivo se colocaba a una distancia de un metro y que ocurría lo contrario a la mitad de distancia. Según Helen Stancey, psicóloga del citado centro, "el cerebro procesa de modo distinto la información visual del espacio próximo y lejano que le llega por distintas vías". "Esas diferencias pueden ser fruto del legado evolucionario, es decir de nuestro pasado de cazadoresrecolectores", explica Stancey, según la cual hace miles de años las mujeres tenían que trabajar sobre todo en el espacio más próximo mientras que los hombres buscaban sus presas en un espacio mucho más vasto.
Para su estudio, los investigadores pidieron a un grupo de 48 hombres y mujeres que marcaran el punto medio de una serie de líneas trazadas en un papel y comprobaron que los primeros eran más exactos cuando el objetivo se colocaba a una distancia de un metro y que ocurría lo contrario a la mitad de distancia. Según Helen Stancey, psicóloga del citado centro, "el cerebro procesa de modo distinto la información visual del espacio próximo y lejano que le llega por distintas vías". "Esas diferencias pueden ser fruto del legado evolucionario, es decir de nuestro pasado de cazadoresrecolectores", explica Stancey, según la cual hace miles de años las mujeres tenían que trabajar sobre todo en el espacio más próximo mientras que los hombres buscaban sus presas en un espacio mucho más vasto.
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