miércoles, 10 de agosto de 2011

Las Memorias de Vegeta (Entrada 27)



4 de Julio 791 7:15pm

Solo quedaban 4 meses antes de que el tiempo limite para permanecer en la habitación del tiempo se terminara, pero quería pasar a menos la ultima semana reponiendo mis energías, por lo que debía dominar esta nueva transformación en 2 meses únicamente, y dedicar el tiempo restante adaptar mi estilo de pelea.

Trunks no parecía haber entendido mi descubrimiento, pero eso importaba poco, con el limitado tiempo que quedaba no podía desperdiciarlo en entrenar a mi hijo, así que me limite a darle una serie instrucciones y lo mande a entrenar por su cuenta. Durante el primer mes me mantuve cerca de la construcción, e esa manera el aumento de gravedad era minino y no estorbaba a mi concentración. Repetí el fenómeno cada día durante horas hasta quedar exhausto; pronto podía mantenerlo por días, pero el daño no disminuía, además el aumento desmedido de mis músculos sacrificaba gran parte de mi velocidad por una gran fuerza, si solo se tratara de poder físico esto no habría sido un problema, pero con el cuerpo tan entumecido mi técnica de pelea se veía gravemente entorpecida.


Al cavo del primer mes logre encontrar un punto de equilibrio en el cual adquiría una fuerza superior y mis capacidades de combate no se veían afectadas. Una vez alcanzado este dominio, comencé a pulir mis movimientos; este nuevo estado era sumamente demandante, mis engrandecidos músculos requerían mas oxigeno para trabajar adecuadamente, y no solo eso si no que este estado consumía mucho mas rápido mi energía. Al tener que limitar por mi mismo la energía que expulsaba mi cuerpo acumulaba mayor agotamiento, el constante correr de la sangre en mis hinchadas venas hacia que mi cuerpo se calentara mas de lo normal, molestas jaquecas me agredían en mis pocos momentos de descanso y violentos calambres perturbaban mi sueño. Pero todo eso era un precio muy bajo con el poder que había adquirido.

A finales del segundo mes mi cuerpo se había habituado a esta transformación, permitiéndome mantenerla hasta por 2 semanas, ahora transformarme en súper saiyajin era tan natural como respirar, el shock de ansiedad había disminuido, pero al incrementar el poder se hacia presente nuevamente. Fue en esta semana que descubrí una nueva habilidad. Así como en su momento, descubrí como hacer el Big Bang Attack por mera casualidad. En cierta ocasión trate de incrementar mi masa muscular un poco más. Pero mi mente y cuerpo estaban cansados, tanto que por un momento perdí el control de la transformación. Mi poder comenzó a buscar una salida, pero no entraba una capaz de darle salida de golpe, extendí mis extremidades tratando de disminuir la presión que crecía dentro de mi y cuando no pude soportarlo mas lo libere en una inmensa ráfaga de energía, tan grande que me permití comprobar lo que parecía ser el limite de la habitación, la energía se estrello miles de kilómetros a lo lejos, incluso Trunks se vi forzado a retroceder cuando la onda de choque llego a nosotros. Yo estaba agotado y u adolorido. Tanto que en ese momento no me di cuenta que perdí mi transformación hasta que Trunks me lo dijo. Entonces comprendí que por primera vez había expulsado toda mi energía de súper saiyajin en un solo ataque. El resultado había sido devastador, nada habría soportado un poder de esa magnitud.

A pesar de que pude volver a transformarme inmediatamente en súper saiyajin, decidí tomar un descanso, podía sentir como mis fibras musculares imploraban por un merecido descanso. En los últimos días de mi estancia me limite a ejercitar mi capacidad pulmonar para aumentar la oxigenación de mi sangre. Por fin había pasado un año, pero para los demás no había trascurrido más que un solo día, era una sensación extraña pensar que todo lo que había hecho en un año era un efímero instante en este conflicto. Al salir Kakarotto y los demás nos esperaban con gran expectación.

-         Sentimos mucho haberlos hecho esperar tanto tiempo – dijo Trunk con tranquilidad que avanzaba por delante mió.
-         Si, tuvimos que esperar mucho – quien le respondió fue un sonriente Kakarotto.

Me queque parado un momento observándolos justo mientras intercambiaban saludos, mis ojos estaban un poco cegados por la abundante luz del templo de Kami Sama por lo que espere a que se acostumbraran de nuevo a la brillantes.

-         Me han dejado sorprendido, Mr. Popo jamas había conocido alguien que soportara tanto tiempo – menciono el extraño ser de piel negra.
-          Desde que entramos mi padre me dio la impresión de que había superado los limites de su fuerza convertido en súper saiyajin por 2 meses… pero le costaba mucho controlar el poder, por lo que en este tiempo…
-         ¡Cierra la boca Trunks! – interrumpí a ese boca floja de mi hijo – no tienes por que contarles.

Un momento de silencio lleno el ambiente y Kakarotto y yo nos miramos fijamente.

-         Je, parece que tuviste éxito, ¿verdad Vegeta?
-         Ujujujum, puede ser – le respondí con un tono condescendiente – te advierto que no tiene caso que entres en esta habitación, porque yo seré quien acabe con esos androides de pacotilla, y también con ese monstruo.
-         ¡¿Qué dijiste?! – replico el fenómeno de tres ojos, pero Piccoro que se encontraba a su lado le detuvo.
-         Vegeta, no tengo la menor idea de que tan fuerte te haz vuelto, pero no debes tomarlo a la ligera.

Siguieron parloteando acerca de lo poderoso que era Cell mientras me limitaba a reír por lo bajo.

-         Vegeta, acabo de rescatar a Ten Shin Han y a Piccoro con mi tele transportación y vi a Cell desarrollado, era el demonio en persona- agrego Kakarotto.

Por toda respuesta, le dedique un sonrisa, la cual por su expresión desconcertada parecía no entender, el no lo sabia, pero en verdad había superado la fuerza de un súper saiyajin. Entonces un ki muy familiar se aproximaba al templo, era Bulma; aterrizo en su avión sobre la enorme plataforma, todos parecían tan sorprendidos como yo de verla ahí, pero ella se sorprendió mas de ver a Trunks tan cambiado, mientras el le explicaba acerca de la habitación del tiempo, vi que también traía consigo a Trunks, el de esta época y que apenas era un bebe.

-         Entonces ¿porque el cabello de Vegeta no creció como el tuyo? – pregunto mi mujer volteando a verme.
-         ¿Ah? Solamente los saiyajin puros como nosotros no presentando cambios en el cabello desde que nacemos – aunque esto no es del todo cierto (Ver apéndice)
-         Ahh, con que por eso no me crecía el cabello – dijo ese idiota de Kakarotto.
-         ¿Y apenas te vas dando cuenta? – pregunto Bulma sorprendida de su estupidez.
-         ¡Oigan inútiles nos es momento de esta platicando tonterías! – les llame la atención antes de que continuaran con su absurda platica - ¡¿a que demonios viniste Bulma?!
-         Ah, es cierto, se me había olvidado. Aquí tengo los trajes de pelea que me encargaste desde la otra vez y como son muy resistentes hice trajes para todos – dijo al tiempo que sacaba una capsula de su bolsillo.

Lo había olvidado, le pedí a Bulma que buscara la forma de desarrollar trajes parecidos a los uniformes de batalla saiyajin, pero nunca espere que tuviera éxito. La capsula estallo dejando una nube de vapor y tras ella una caja metálica con 5 compartimentos; dentro había trajes completos, botas, guantes y petos exactamente iguales al mió. De inmediato tome un juego y comencé a cambiarme, Trunks hizo lo mismo, mientras Kakarotto y Gohan rebuscaban en la caja hasta que empezaron a cambiarse.

Mientras me cambiaba Bulma se acerco a mi y me susurro de manera muy sugestiva.

-         Tienes muchas agallas para no haberte parado por la casa cuando volviste y por si fuera poco me costo mucho trabajo fabricar estos trajes, así que mas vale que sepas como agradecérmelo- me guiño un ojo y supe que esa era una descarada invitación a pasar “tiempo de calidad” con ella. Sin tener nada que refutarle me limite a mirar hacia otro lado mientras me sonrojaba.

Y años después sigo pasando tiempo de calidad con ella, de hecho creo que iré a hacerle compañía ahora que Bra y Trunks están fuera de casa. Continuare escribiendo Mañana.

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