5 Ser menospreciado
por los adultos
Seguro alguna vez te paso. Ya teniendo edad para entender un
poco más el mundo que te rodeaba, comenzabas a prestar atención de vez en
cuando a las conversaciones de los demás, y seguramente quisiste expresar tu opinión
o incluso aconsejar a alguien desde tu inocente y sincera postura infantil,
solo para encontrarte con una mirada de confusión de los adultos o frases como “hay
que bonito amor” “Tú no sabes” o la clásica de mi abuelo “ve a ver si ya puso
la marrana”. Y en algunas ocasiones, el tiempo te demuestra que tenías un poco
o toda la razón en tus pensamientos, lo cual lo hacía más frustrante.
4 No tener libertad
de ir a donde querías
Siendo niños era inevitable que se nos restringiera en
muchas cosas, pero cuando se trataba de ir a aun lugar al que solo tu querías
ir dependías por completo de la decisión de los adultos. No tenías edad para
andar en el transporte público, menos aún para andar por ahí caminando solo en
las calles. Por supuesto necesitabas quien te acompañara, te llevara en automóvil
si era demasiado lejos, y ni se diga cuando se trataba de salir en familia,
entonces pasabas a ser un cero a la izquierda sin voz ni voto en beneficio de
la mayoría.
3 Viajar en familia
No sé ustedes, pero yo detesto los viajes familiares, no fue
sino hasta que empecé a viajar solo que empecé a disfrutar de conocer nuevos
lugares. Y es que cuando eres niño tu voluntad está completamente sometida a lo
que quieran tus padres hacer, a donde ir, que comer, ¡hasta la mera en la que
vas a dormir! Eso y pasar a hasta 16 horas escuchando música completamente
fuera de mi agrado mientras atraviesas el espinazo del diablo rumbo a Sinaloa mientras
luchas por combatir el mareo en medio de una avalancha de maletas, no es una buena
fuente de recuerdos para tus viajes.
2 Falta de
responsabilidades
La gente siempre habla de lo fácil que era todo cuando eran
niños. Sin obligaciones ni responsabilidades. Pero no suelen hablar sobre lo
horrible que era no tener ninguna responsabilidad real; piénsenlo un momento,
todas esas cosas que te ponían hacer de niño no eran tu responsabilidad, eran
tareas que te eran impuestas para “enseñarte valores” pero rara vez se nos dijo
cuál era el provecho de dichas tareas, lo que pasaría realmente si no nos aplicábamos
a ellas. Como adultos tenemos muchas más responsabilidades, económicas,
laborales, personales, familiares, etc. Pero son responsabilidades que tu
elegiste tomar, no te fueron impuestas por alguien más.
1 El salvaje y brutal
mundo infantil
Desde niños, se nos
dice lo difícil que es la vida adulta, lo duro que es ganarse el pan de
cada dia, mantener una familia y todo eso. Pero pareciera que no recuerdan que
ser niño no es, irónicamente “juegos y risas”. Los niños son de naturaleza
cruel, ya que no están atados por la moralidad adulta que aún no han aprendido,
no les interesan las normas sociales y simplemente carecen de la madurez para resolver
sus problemas pacíficamente. Y no me dejaran mentir mis estimados congéneres otakus,
de niños es cuando más abuso se sufre de los abusivos en la escuela. Todo el
camino cuesta arriba hasta la preparatoria, si es que sobreviviste a la
secundaria. De ahí en adelante las cosas empiezan a mejorar poco a poco, los abusivos
ya no tienen tiempo de estar molestándote, están muy ocupados buscando trabajo
para mantener a los hijos que procrearon a los 16 porque se les hizo fácil tener
sexo y los que te rodean en general empiezan a estar tan ocupados con sus
propia vida que no tienen tiempo de prestarte atención. Por fin eres libre.
Estas son mis 5 cosas que no extraño de la niñez, ¿Cuáles son
las tuyas?
2 comentarios:
Está genial éste post, me recordó exactamente las cosas q odiaba de chica y hasta creo que te quedaste corto
Está genial éste post, me recordó exactamente las cosas q odiaba de chica y hasta creo que te quedaste corto
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