Desde hace ya algunos años nos hemos visto envueltos en la llamada “burbuja moe” en donde la historia llega ha ser a veces inexistente y lo único que queda son un grupo de niñas en situaciones cómicas y auto conclusivas, lo cual admito soy culpable de disfrutar igual que muchos otros.
Por otro lado la gran cantidad de anime ecchi que se ha venido publicando desde alrededor del 2005 es avasalladora, cierto es que siempre ha estado presente, pero en estos años la cantidad de series de este genero se multiplico como conejos alimentados con viagra.
Si a esto le agregamos la ya menos común moda de series MON en las que los protagonistas tenían una mascota o un juguete (llámese cartas, trompos, carritos, etc) con el poder militar de un arma de destrucción masiva, y la enorme cantidad de re-make de las series viejas les puedo decir lo siguiente:
EL ANIME ESTA EN UN BACHE CREATIVO
No me mal entiendan, no es que sea malo el anime en la actualidad, pero a decir verdad la variedad de propuestas ha ido bajando, y a pesar de la gran cantidad del mangas en publicación, la industria se sigue sosteniendo de 3 pilares, One Piece, Naruto y Bleach, no es que esto no haya pasado antes, pero este triunvirato a permanecido tanto tiempo que incluso se siente eterno, de estos, Bleach es el que mas rápido se acerca a su final, seguido muy cerca por Naruto mientras que One Piece en palabras de su propio autor “va a la mitad”. Obviamente, la falta de mangas best sellers repercute en el anime, y aunque hay versiones animadas de muchos mangas del montón que podrían haber sido obras maestras a menudo son OVA’s o series que a lo mucho llegan a 13 capítulos que no reflejan todo lo que el manga tiene que ofrecer y usualmente concluyen antes de que su homónimo lo haga.
Esto es mas sufrido en las tres joyas de la corona de shonen jump, que cada tanto nos pudren los sesos con “fillers” de lo mas idiotas y aburridos ya que el anime esta a punto de alcanzar al manga.
En la década pasada esto también ocurría, pero en una menor escala, y la mayor parte del relleno era bueno, a veces incluso mejor que parte de la historia original, y en las décadas anteriores el relleno era en si inexistente y lo común era que el manga terminara antes que el anime.
Se que esto se escucha como la queja de un otaku viejo y cascarrabias que añora el pasado (y lo soy, pero no tan viejo) pero estoy harto de que un buen anime termine en un final anticlimatico o abierto solo porque se les acabo la tela de donde cortar.
¿Y ustedes que dicen?
3 comentarios:
No creo que el Anime este realmente estancado, ya que siempre ha habido estilos que predominan sobre los otros.
Hoy en día es el moe el que predomina, hace una década las series mon y las comedias románticas al estilo de Love Hina y karekano eran las que mandaban, en los 90s tras el éxito de series como Evangelion y Lain empezaron a proliferar las series con tramas psicológicas, políticas y religiosas, y en los 80s las series de mechas controlados por niños eran muy comunes.
La diferencia es que antes no notábamos estas cosas porque no teníamos una herramienta como internet que nos permite tener acceso a todo el anime que queramos casi al mismo tiempo de su transmisión en Japón.
Pues yo si estoy de acuerdo, la verdad es que el anime de hoy deja mucho que desear tanto en contenido como en calidad, y no me dejaran mentir que el relleno de naruto raya en lo absurdo, ademas de que seamos sinceros, ni bleach ni naruto tienen una calidad de animacion a la altura del exito del manga, one piece se defiende pero de vez en cuando, la animación decae como en las otras dos. Por otra parte creo que si hay mucho, pero mucho material de donde basarse para hacer anime de calidad, pero la mayoria de estos mangas avanzan muy lentos, y han sido adaptados en mediocres versiones anime, digase Gantz, Tenjho Tenge, La espada del inmortal, entre muchos mas, pero con estos tres hay un claro ejemplo de que el anime es basura comparado con el manga. Sinceramente yo preferiria una pausa de hasta un año en los animes con el fin de evita los asquerosos rellenos y la pesima calidad de animación.
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