sábado, 30 de septiembre de 2017

Lo que aprendí de Overwatch acerca del esfuerzo y recompensa

El otro día estaba jugando Overwatch para levear un poco y juntar créditos para el próximo evento de Halloween que se avecina este mes de octubre, ya que los rumores indican que entre los nuevos skins saldrá uno para mi waifu Mei Ling Zhou y por supuesto que lo quiero.
  

Los que juegas Overwatch sabrán que después de cada partida se te van dando puntos de experiencia en base a tu desempeño durante esta; eliminaciones, participación en la defensa o ataque al objetivo, asistencias, sanaciones, muertes, etc. Y después de unas cuantas partidas note un cierto patrón, uno que ya se me había pasado por la mente pero solo entonces se conectó con otro concepto que conozco “Hacer un esfuerzo adicional” o como se le conoce en inglés “Go the extra mile” este concepto lo haba escuchado muchas veces, pero lo entendí tras leer “Piense y Hágase Rico” de Napoleón Hill. Ya antes les había hablado sobre este Sr. En mi video sobre las 5 características del éxito; en este libro Hill describe el esfuerzo extra como la cortesía que toda persona debería extenderle a los demás cotidianamente al no limitarse a hacer lo que se nos pide, si hacerlo de la mejor manera y con la mejor disposición, con una “actitud mental positiva” ir más allá del servicio que se espera de nosotros sin buscar una remuneración. La recompensa a nuestros esfuerzos usualmente vendrá sin que la esperemos o solicitemos, siempre y cuando este disposición de servicio sea un habito en nosotros.

Ahora bien, ¿Qué tiene que ver esto con Overwatch? En cada partida, la victoria o derrota depende de un gran número de factores, obviamente el trabajo en equipo y comunicación son gran parte de esto. Pero intrínsecamente lo más importante es el rol del personaje con el que eliges jugar (Ataque, Defensa, Tanque o Soporte) al apegarnos a las funciones de cada rol y cumplir con nuestro papel en base a lo que nuestro equipo necesita en determinado momento de la partida, podemos crear sinergia entre sus miembros. 

Quizás el equipo requiere de un franco tirador que elimine a un enemigo que obstaculiza el avance de la carga, o un héroe de ataque necesita un sanador que le permita atravesar las filas enemigas de manera eficaz o simplemente se requiere que un taque defienda la posición en lo que los compañeros caídos reaparecen. A menudo el desempeñar estas tareas con lleva sacrificar el ego y dejar de lado “las Kills” y el puntaje individual para que el equipo salga victorioso. Por otro lado, el esfuerzo extra se puede ver en los detalles diminutos que a menudo se pasan por alto, tales como agradecer a nuestro sanador por restablecer nuestra salud, o a nuestro soporte por un escudo o cobertura, o al compañero que se desvía de su camino para ayudarte cuando estas siendo asediado por dos o más héroes enemigos. Así mismo cosas tan pequeñas como permanecer en la partida aunque el pronóstico no sea favorable y mantener una actitud amable a pesar de los errores de nuestros compañeros de equipo, se pueden considerar como hacer un esfuerzo extra, ya que a pesar de que esto debería ser sentido común muy seguido ignoramos lo fundamental de la actitud deportiva adecuada.

En cuanto a la recompensa, esta se ve reflejada a la hora de nuestro marcador y puntos de experiencia, las asistencias, defensas, sanaciones, permanencia en el punto y por supuesto eliminaciones nos sumaran mayor puntaje, permitiéndonos acceder más rápido a mas cajas de botín al subir de nivel; además un buen trabajo en equipo entre desconocidos se verá recomenzada con compañeros que quieren permanecer en el equipo para la siguiente partida, y el juego recompensa esto con un 20% más de experiencia, y todo esto sin mencionar la satisfacción de cada victoria, que a final de cuentas es el objetivo principal del juego.

Todos estos ejemplos, los podemos ubicar en nuestra vida diaria, desde la casa, en la escuela, el trabajo y en la vía publica. Hacerse cargo de una tarea del hogar que “no nos corresponde” pero que de igual manera somos capaces de hacer,  el ayudar a un compañero en sus estudios si hay algo que no haya entendido y nosotros sí, el realizar las obligaciones laborales con la mejor actitud a pesar de los contratiempos y molestias que se puedan presentar (especialmente en servicio al cliente), o detener en tu camino para ayudar alguien que tuvo un problema con el auto o darle un aventón a un vecino que viste caminando de vuelta a casa.



Todo esto parece muy común y fácil, pero es precisamente que por eso llega a ser raro ver estos actos de servicio frecuentemente y por eso mismo, aquellos que hacen un esfuerzo extra atraen hacia su persona la atención favorable de quienes los rodean, abriéndose sin intentarlo las puertas de grandes beneficios, de los cuales, la reciprocidad que causan estos actos en las demás personas es la mas valiosa. 

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