domingo, 22 de junio de 2014

Las Memorias de Vegeta (Entrada 97)



3 de Septiembre 791

Gohan comenzó a acumular energía y pronto si ki comenzó a elevarse. Con un alarido su cabello se tornó dorado y sus ojos color esmeralda; su cuerpo se vio envuelto por la flameante aura propia de un súper saiyajin y los distintivos relámpagos que circundaban a su alrededor anticipaban su ascensión a la transformación que supera al supure saiyajin ordinario. Lo entendía a la perfección. Había dedicado muchos años a entender ese nivel de poder para poder alcanzarlo y hasta donde mi entendimiento alcanzaba, yo debería ser capaz de lograr esa transformación; pero me hacía falta el detonante, la emoción que hacía las veces de catalizador… sed de sangre. La amiga de Gohan llego corriendo completamente recuperada y cambiada de ropa solo instantes antes de que Gohan se transformara. Las losas de la plataforma se alzaron por efecto de la energía expelida y el ki de Gohan estallo en una cegadora explosión de luz dorada, tras la cual las lozas cayeron pesadamente en su lugar de nuevo. Su ki era indudablemente sorprendente, pero yo sabía que estaba lejos de lo que solía ser.

-        ¡Hmph! Ese tonto... – comente – en la batalla con Cell tenia mucho más poder, y todo por dejar de entrenar ahora que en la tierra reina la paz.
-        No, a pesar de eso me ha sorprendido bastante – reparo el supremo kaiou sama – tiene una extraordinaria fuerza… ahora veremos si esos 2 individuos serán capaces de apoderarse de ese poder.
-        ¿Apoderarse? – pregunto Kakarotto confundido.

En ese momento los dos extraños individuos, Spopovich y Yam saltaron a la plataforma llevando consigo alguna clase de urna con una aguja en un extremo. Gohan se percató al instante de su presencia, pero antes de que pudiera hacer algo, el supremo kaiou sama hizo un gesto con las manos en dirección al muchacho; este se quedó paralizado mientras la inmensa mole de Spopovich lo sujetaba y su compañero le clavaba la aguja de la urna en el abdomen. Gohan profirió gritos de dolor durante varios segundos mientras sus atacantes reían maniáticamente. Su amiga trato de correr a auxiliarle, pero Kakarotto la detuvo. Piccoro apretaba los dientes impotente al no poder ayudar a su alumno. El cabello del chico se tornó nuevamente negro y sus ojos se pusieron en blanco.  Pude hacerme a la idea de que algo estaban haciendo con esa urna, y según las palabras del diminuto dios de dioses, ellos querían la energía de Gohan, así que deduje que estaban absorbiéndola con la ayuda de esa cosa.

La extraña urna comenzó a resplandecer fuertemente de manera intermitente, hasta que la luz se tornó tan fuerte que fue imposible ver lo que ocurría. Cuando todo volvió a la normalidad, sus atacante liberaron a Gohan y este cayó al suelo, su cara estaba palida y su expresión era ausente.

-        ¡Aun no! – impero el supremo kaiou sama – no se muevan todavía, les aseguro que Gohan estará bien, Kibito le regresara su energía inmediatamente.

Mientras él hablaba los dos individuos escaparon volando a toda velocidad, alejándose del recinto del torneo.

-        ¿Qué sucederá ahora supremo kaiou sama? – pregunto Kakarotto.
-        Ahora sigue el segundo paso de nuestro plan, los seguiremos sin que se den cuenta.
-       
-        Si así lo prefieren, pueden venir con nosotros para descubrir la verdad… serian de gran ayuda – agrego antes de alejarse volando en la misma dirección que Yam y Spopovich.

Kakarotto Krillin y Piccoro discutían lo que harían mientras que Videl corría a auxiliar a Gohan. Mi rival parecía bastante dispuesto a seguir a aquel enano de orejas puntiagudas.

-        ¡Ya basta de tonterías Kakarotto! – le reclame acercándome a él y mirándolo a los ojos una vez estuve enfrente suyo - ¿Qué pasara con nuestra pelea? ¡es después de esta!
-        Vegeta – comenzó a decir condescendientemente – no digas eso, no ves que eso no es importante en este momento.
-        ¡No trates de engañarme! – dije al tiempo que le sujetaba de la camiseta - ¡no me interesa que ese “supremo kaiou sama” diga! ¡Que se vaya al diablo con sus comentarios! ¡lo único que quiero es saldar cuentas contigo el próximo combate!
-        Espera Vegeta, entiendo lo que dices y entiendo cómo te sientes, y te prometo que tendremos nuestro combate, pero no necesita ser en este lugar, eso es lo que quieres ¿o no Vege-?
-        ¡Urgh! – Le solté empujándolo hacia atrás antes de que terminara de hablar - ¡Eres una desgracia! ¡Sabes muy bien que solo puedes estar por un día en este mundo!
-        Si, te prometo que haya pelearemos – respondió con su cara de idiota.
-        ¡Grrh!
-        Parece que esta decidido – dijo Piccoro interrumpiéndonos - ¡Vámonos!


Acto seguido, Piccoro tomo la misma dirección que el supremo kaiou sama. Kakarotto por su parte voló hasta la plataforma e intercambio algunas palabras con Kibito antes de seguir a Piccoro.

-        ¡Argh! ¡insecto! – proferí antes de elevarme - ¡Ese sujeto es de lo más repúgnate! – espete mientras tomaba velocidad para alcanzar a ese gusano miserable de Kakarotto.

Voy a prepararme otro café y a servirme un par de huevos con tocino, el 3er. Desayuno es una de las 10 comidas mas importantes para un saiyajin.

2 comentarios:

Scabbers dijo...

3er desayuno!!!! Ya me parecía que tenían que comer mucho, el gasto de ki es impresioannte XD

Anónimo dijo...

Están cada vez mas cortas tus entradas kitsune