domingo, 29 de septiembre de 2013

Las Memorias de Vegeta (Entrada 84)



20 de Agosto 791

Nuestra luna de miel se prolongó más de lo planeado, ya que el Dr. Briefs insistió en que nos quedáramos una semana más y dado que Trunks se la estaba pasando bien con sus abuelos yo no puse ninguna objeción. En medio de todo el ajetreo de la boda, Bulma y yo no habíamos tenido mucha intimidad, pero nos pusimos al corriente en ese lapso de tiempo. Claro está, tuve que repartir algunos coscorrones a la bola de sabandijas que no dejaba de mirar a mi mujer en su traje de baño mientras paseábamos por la playa. Bulma por supuesto renegaba de mi actitud, pero sé que en el fondo le encantaba ver cómo me encelaba por la atención que ella recibía de otros hombres.

Tras volver a casa las cosas retornaron a su habitual tranquilidad, con la diferencia de que ahora Bulma y yo pasábamos más tiempo juntos, sobre todo por las noches. Por fortuna Bulma siempre ha tenido una libido tan insaciable como la mía, por lo que difícilmente tenemos desacuerdos en lo que respecta a hacer el amor. Básicamente si yo quiero ella quiere. Aparte de eso, nuestra relación seguía prácticamente igual, pero ya no había notado episodios de depresión en mi esposa; y por otro lado a Trunks ya se le había pasado el coraje por restringirle la entrada a la cámara de gravedad. En los últimos días me había mostrado un gran incremento de fuerza, por lo que decidí permitirle entrar conmigo. Claro estaba que tenía que reducir la gravedad con la que entrenaba, pero con tan solo 5g podía tener una rutina más que adecuada para sudar un poco diariamente.

Los meses corrían con prontitud en medio de mi placida vida familiar, tanto, que aquellos años de servicio forzado a las órdenes de Freezer se veían muy lejanos ya. El aroma de la sangre de cientos de razas extraterrestres ya no era tan presente en mi memoria como lo había sido antes. Estoy seguro que mi yo de antaño habría sentido nauseas al ver la agradable vida hogareña del príncipe de los saiyajin, sin embargo a mi persona actual no le importaba la tranquilidad diaria. Cada mañana desayunar con mi familia y escuchar las insignificantes platicas de Bulma y su madre, leer en la biblioteca cada que me apetecía, mostrarle a mi hijo como controlar su ki, beber una vez por semana en el bar de Mike o incluso pasar la tarde en compañía de mi suegro. Esas se habían vuelto mis nuevas alegrías. Llevaba una existencia muy pacífica y me gustaba. Sin embargo aún sentía una espina en mi costado; el saber que a pesar de todo mi entrenamiento aun no podido superar el poder de un súper saiyajin, no había superado a Gohan y a Kakarotto. Esos insectos aún estaban por encima de mí, era como una mancha en una ventana que no puedes alcanzar y terminas viéndola todos los días hasta que te acostumbras a ella.


Continué mi entrenamiento tratando de superar mis límites a la par que el Dr. Briefs retomaba sus estudios sobre la biología saiyajin. Por desgracia esto llevo a un resultado que había temido desde hacía tiempo.

-        Vegeta, tengo los últimos resultados de tu examen de desempeño físico – me comento un día mi suegro.
-        … - Le mire a mientras cerraba sin ver la compuerta de la cámara de gravedad.
-        Me temo… - comenzó a decir – que los resultados no son alentadores.
-        … Ya me lo esperaba… - respondí con resignación – y ¿bien? ¿Cuáles son los resultados?

Según me explico, mi fuerza y velocidad no habían presentado un aumento significativo desde hacía meses, pero la cantidad de ki que era capaz de expulsar era mayor, pero aun así no era capaz de controlarla lo suficiente como para aprovecharlo. Aun más alarmante era el hecho de que aunque me transformara en súper saiyajin aun no lograba sentirme cómodo en ese estado. – ¡¿Cómo demonios lo habían hecho Kakarotto y su hijo?! – me pregunte. El poder latente era una cosa, y dado que Gohan siemrpe mostro una afinidad por el poder en los momentos de enfado, era claro que el potencial para superar a un súper saiyajin siempre estuvo ahí dormido.

No tenía sentido alguno, yo era un soldado de elite, ¡el príncipe de los saiyajin! ¿Cómo el hijo mestizo de un guerrero de clase baja era capaz de superar así mis poderes? Por varias semanas esta interrogante me estuvo rondando por la cabeza; hasta que por fin decidí ceder un poco de orgullo e ir en busca de respuestas a la única fuente posible. Un día de domingo, después de que releí el informe de mi examen médico, salí de casa y me dirigí a la montaña Paos. En todo el universo había solo una persona capaz de sobrepasar el poder de un súper saiyajin y por mucho que lastimara mi orgullo, yo ya había agotado toda mi imaginación tratando de descubrir cómo alcanzar esa transformación. Tenía que hablar con Gohan y sacarle la información a como diera lugar; desde el principio lo había sabido, pero me rehusaba a recurrir a él, el hijo de mi rival, el mocoso que había puesto en ridículo al príncipe de los saiyajin.

A pesar de las distancia, en apenas 20 minutos llegue a la casa de la familia de Kakarotto. Aun desde el aire, el aroma de la comida casera llegaba a mi olfato, probablemente la viuda de Kakarotto estaba preparando algo para el desayuno. Me detuve un momento sobre la casa y trate de percibir la presencia de Gohan… efectivamente estaba en casa y a lo lejos, en los bosques, pude encontrar a Goten.

Descendí hacia la puerta principal y antes de que pudiera tocar en ella, se abrió suavemente.

-        ¡Oh! Buenos días Vegeta – me saludo un atento Gohan.

Como de costumbre su aspecto había cambiado un poco, sus facciones infantiles comenzaban a desaparecer, dando paso a un rosto más adolecente, ahora era casi de mi estatura y su cabello había sido cortado nuevamente, más corto de lo que lo traía durante la batalla contra Cell y un poco más compuesto, con crestas que apuntaban hacia el techo y tres delgados mechones le pasaban por la frente.

-        ¿Eh? ¿Vegeta? – interrogo Milk que se acercó con una toalla en las manos - ¿Bulma y Trunks también vienen?

La madre de Gohan llevaba el cabello completamente recogido en una cola que le colgaba desde la base de la cabeza y vestía un atuendo azul cielo, un vestido muy similar al que siempre suele usar. Me cuesta creer que esta mujer es menor que Bulma, siempre se ve como si fuera al menos 5 años mayor que ella.

-        Estábamos a punto de desayunar Vegeta, ¿gustas acompañarnos? – pregunto Milk.
-        N, No… en realidad he venido solo para hablar con Gohan.
-        ¿Eh? ¿Conmigo?
-        Lo voy a tomar prestado por unos minutos solamente, señale a su madre antes de sujetar al chico por el cuello de su camisa y jalarlo mientras retomaba el vuelo.

Sin mucho revuelo Gohan me siguió confundido, dejando a su madre con una expresión de desconcierto en su rostro. Nos dirigimos a una montaña cercana, en la cual aterrice y me quede de pie por un momento con los brazos cruzados. El hijo de Kakarotto me miraba extrañado sin entender que estaba por ocurrir.

-        Iré directo al grano – declare – quiero que pelees conmigo.
-        ¡¿Qué?!
-        Hay algo que quiero comprobar y para ello tengo que pelear contigo mientras usas todo tu poder.
-        Pero Vegeta yo…
-        Estoy al tanto de tu desagrado por la violencia, pero considera esto como una sesión de entrenamiento.
-       
-        Si lo prefieres puedo ir a pelear con Goten – dije con sarcasmo.

La expresión de Gohan cambio momentáneamente, había dado justo en el blanco, desde que nació Goten, Gohan se había vuelto sumamente apegado a él, posiblemente porque había pasado la mayor parte de su niñez a solas, sin muchos niños a su alrededor.  El joven tomo postura de combate y se transformó en súper saiyajin.

-        Como tú quieras Vegeta – dijo con firmeza.
-        Muy bien, pero muéstrame todo tu poder, de lo contrario no duraras ni 5 minutos.
-        ¡Gaaaaaaaah! – profiriendo un grito, el ki de Gohan aumento y su aura se concentró hasta estallar nuevamente.

Con un intenso destello su cabello se encendió en un tono más brillante y sus mechones se habían erizado aún más, delgados relámpagos rodeaban su cuerpo mientras que su aura resplandecía con violencia. Podía sentirlo, este era el poder que estaba más allá de un súper saiyajin y ahora iba a experimentarlo de primera mano.

Aun puedo recordarlo, sentí escalofríos en esa ocasión al saber que me enfrentaría a Gohan, pero más aún porque estaría un paso más cerca de descubrir el secreto de esa transformación. Bueno, Voy a alistarme, Bulma quiere que vayamos al cien hoy así que continuare Mañana.

4 comentarios:

victoria carina paz dijo...

tuve que esperar tanto para esta entrada...sabes justo en que momento detener la historia y dejarme esperando la prox parte, solo espero que no demores tanto

Scabbers dijo...

Ahora viene una paiza de Gohan a Vegeta....pero espero que pueda descubrir como transformarse en SS2

Scabbers dijo...

"paiza"...paliza, quise decir XD

Anónimo dijo...

Vegeta y Bulma se fueron a ver la peli de la batalla de los dioses XD