domingo, 31 de marzo de 2013

Las Memorias de Vegeta (Entrada 66)



29 de julio 791

Pase la noche en el templo de Kami Sama, pero a pesar de mi cansancio no pude conciliar el sueño; las horas pasaban lentamente en medio del absoluto silencio que reinaba en el lugar y mi cabeza estaba llena de pensamientos que se entremezclaban sin cesar. Rabba estaba presente, su imagen, su aroma y su voz eran más claros que nunca, pero irónicamente se sentían más distantes que antes; el recuerdo de mi padre iba y venía de vez en cuando acompañado de mis recuerdos del planeta Vejita, junto con los recuerdos de mi vida bajo las ordenes de Freezer.

Conforme las horas pasaron, poco a poco mis parpados cedieron y quede dormido, pero termino como si fuera un solo instante al momento que alguien toco a mi puerta.

-        Buenos días, el desayunos asta servidos – pronuncio la voz de Mr. Popo con su particular acento a través de la puerta de madera.

Me alce somnoliento me tambalee hasta el lavabo que había en la habitación; el mueble era solo una mesita alta con una palangana y una jarra con agua, colgando en la pared había un espejo ovalado y colgando de una percha al lado había una toalla de mano. Me mire al espejo y por mi aspecto deduje que debí haber dormido por lo menos 3 horas, ahora que me había lavado la cara me sentía un poco más despierto, pero tomaría una buena siesta deshacerme de las ojeras que me empezaban a salir.

Cuando fui por fin al comedor, la mesa estaba servida con huevos fritos con tocino y varias frutas frescas, también había una jarra con café de un fuerte aroma y unas rebanadas de pan tostado en un plato, mirando la variedad de comida me pregunte por un momento de donde sacaban todo eso, pero rápidamente supuse que al ser esta “la casa de dios” ciertos privilegios estaban por sentados. Me senté a la mesa y me di cuenta que frente a mi había “alimento” para alguien más, había una enorme jarra con agua y un vaso, era obvio que estaban destinados a Piccoro.


-        Buen día Vegeta – saludo el namekuseijin que precisamente entraba en ese momento.
-        … - le devolví el saludo simplemente alzando mi taza de café antes de darle un sorbo.
-        No parece que hayas podido dormir mucho – sugirió mientras se sentaba frente a mí, la silla crujió bajo su peso.
-        Tenía demasiadas cosas en la cabeza – tome el pan y le di un gran mordisco.
-        Sé que no es mi asunto Vegeta, pero ¿Por qué estás tan interesado en tus sueños?
-        … - la pregunta de Piccoro llego inesperadamente, ahora que lo pensaba, jamás había tenido una verdadera conversación con el - … al principio creí que quería conocer la identidad de esa mujer.
-        ¿Y ahora lo sabes?
-        Si… al menos eso creo – ese conocimiento aun me parecía demasiado irreal – pero ahora que lo reflexiono, no era solo eso.
-        ¿A qué te refieres?
-        Igual que Kakarotto, tú llegaste a este planeta cuando eras un niño ¿verdad? – Piccoro asintió – cuando era niño mi raza entera, mi planeta fue destruido y solo un puñado de saiyajin sobrevivió.
-        Je, ni que lo digas – dijo Piccoro sarcásticamente.
-        ¿Alguna vez te sentiste aislado del mundo?
-        ¿Tú qué crees? – dijo al tiempo que golpeaba suavemente una de sus puntiagudas orejas.
-        Lo que quiero decir, es que tú también sabes lo que estar al borde de la extinción, prácticamente ser el último de tu especie – mi interlocutor pareció entender la idea de pronto a juzgar por como entrecerró sus ojos – obviamente ese no es el caso ahora que tanto Kakarotto y yo tenemos vástagos, pero aun cuando el estaba con vida, yo era el único de nosotros que era genuinamente un saiyajin.
-        Entiendo lo que quieres decir Vegeta… en mi caso, yo soy tan ajeno a mi gente como lo era Goku a la suya, mis únicos recuerdos de mi planeta natal son aquellos de la batalla con Freezer, a menudo Dende dice que soy más un terrícola que un Namekuseijin.
-        Ju “un saiyajin criado en la tierra”
-        ¿Huh?
-        Es lo que Kakarotto le contesto a Freezer cuando le pregunto quien era. Ahora se que mi interés con mis sueños era porque quería sentirme nuevamente conectado con mi herencia saiyajin, después de todo es lo único que queda de una raza de guerreros perdidos en la historia del universo.
-        … Somos un par de pobres diablos sin bandera ¿eh? – dijo el enorme hombre verde con un tono de humor.

Tras desayunar me prepare para partir, cuando salí del templo Piccoro estaba en el borde de la plataforma celeste.

-        Que te vaya bien Vegeta
-        … Gracias Piccoro.

Salte de la plataforma y emprendí el vuelo de vuelta a casa; ahora la sensación de pesadumbre que llevaba conmigo antes de ir al templo había desaparecido y aunque ya había recorrido mis recuerdos, esperaba volver a soñar con el planeta Vejita y esa mujer.

Bulma dice que vamos a ir de visita a casa de Kakarotto, espero que Gohan no se suelte llorando, suele hacerlo cada que recuerda a Piccoro.

4 comentarios:

Vitrioluz, El Fecundo en Ardides dijo...

No pus si... yo entiendo a Gohan, yo también lloro cuando me acuerdo de Piccoro XD

Karime dijo...

acaso rabba era su madre?, o vegeta estuvo enamorado de ella? O-O

Vitrioluz, El Fecundo en Ardides dijo...

Yo creo que sí era su mamá, pero oye Kitsune, no nos vayas a dejar con esa duda, no seas así... apiádate de tus fans XD

ligercero dijo...

Hola perdon por las molestias he estado buscando las sagas de future GPX cyber formula aun las tendras que puedas subir en algun otro servidor que no sea MU? espero que si, saludos