sábado, 8 de diciembre de 2012

Las Memorias de Vegeta (Entrada 57)



25 de Julio 791 7:21pm

Luego de que Krillin y “Ciber-novia” entraran en casa de Kakarotto nosotros les seguimos junto con Gohan, Bulma no desaprovecho para un jalón de orejas y reñirme por burlarme de la “adorable pareja”. Ya adentro, el aroma de comida casera lleno mis fosas nasales, el interior de la casa era mucho mas pequeño de lo que yo estaba acostumbrado en la corporación capsula, pero era sin duda acogedor; Milk, la viuda de Kakarotto se apresuró a saludarnos, quitándose un delantal de encima mientras caminaba hacia nosotros.

-         ¡Ay, que bueno que pudieron venir!- dijo mientras saludaba a Bulma con un abrazo, yo me limite a alzar la mano como saludo.
-         ¡Pero Milk! ¡¿Qué no acabas de dar a luz apenas hace una semana?! – pregunto Bulma – no deberías esforzarte tanto.
-         ¡Tonterías! Este es mi segundo hijo, además soy una fuerte mujer de la montaña jo jo jo jo.
-         Oye Milk, trajimos lo que nos pediste – interrumpió Krillin.
-         ¡Oh! Muchas gracias, normalmente habría ido yo, pero este recién nacido es aun mas llorón que Gohan.
-         ¡Maammaaaa! – llamo la atención Gohan a su madre sonrojándose.
-         ¿Y en donde esta el pequeñín?- Pregunto Bulma.
-         Pasen, esta en la recamara principal.


Seguimos a Milk por un estrecho pasillo que llevaba a las habitaciones, a la derecha había una puerta con un letrero que decía “GOHAN” era mas que obvio que era el cuarto del chico, pero me llamo aun mas la atención el adorno colocado en un nicho en la pared entre la habitación de Gohan y la recamara principal; al principio no entendia porque había una fotografía de Kakarotto en un marco y con listones negros, pero luego comprendí, era un altar funerario. Había leído sobre eso en la biblioteca de la casa, era una tradición heredada de las antiguas civilizaciones que poblaron este planeta. El rostro de Kakarotto estaba sonriente y saludando con una mano, tal como podría esperárse verle en vida; sin quererlo imagine al pequeño Gohan llegando a su casa e informando a su madre que su esposo había muerto en la batalla contra Cell.

Al entrar en la habitación, un aroma limpio y dulzón invadió mi nariz; reconocí de inmediato el olor del talco y aceite para bebes, sin duda había un recién nacido en aquel cuarto. En una cuna de varillas metálicas y cubierto por un delgado velo, estaba el pequeño saiyajin, tenia su cabello negro alborotado, sus diminutos puños apretados y movía ligeramente su cola. Estaba dormitando, por lo que podía verse, de vez en cuando daba uno que otro bostezo, haciendo que su rechoncho pecho se inflase; me pregunte por un momento si así se había visto Trunks antes de que su madre cometiese la salvajada de amputarle la cola, mire a mi hijo por un momento, estaba sujeto de la cuna con ambas manos y estirándose para ver a aquella diminuta persona con gran interés. Sus ojos azules escudriñaron al hijo de Kakarotto con mucha atención, en particular en la delgada cola que brotaba de la base de su espalda.

-         Y ¿Cuál es su nombre? – pregunta Bulma con voz baja.
-         Se llama Goten – le respondió Milk mirando a su bebe con ternura.
-         Se parece mucho a Goku ¿verdad? – agrego Krillin.

Mirándolo bien, tenían razón, en apariencia era muy similar a Kakarotto, al verlo no puede evitar recordar el rostro de mi rival cuando nos conocimos, cuando estando a punto de morir a manos de Freezer le implore que vengase a los saiyajin y su sonrisa al despedirse cuando se sacrifico durante la batalla contra Cell para evitar que su amada tierra fuera destruida.

Dejamos que Milk alimentara a su bebe y pocos minutos después nos sentamos a comer. Me sorprendió el gran sazón que la viuda de Kakarotto puso en cada platillo, cada bocado llenaba mi lengua de fascinantes y nuevos sabores, tanto así que pase el resto de la merienda en silencio y calma disfrutando de la comida he ignorando las platicas de los demás. Luego de un rato Salí a tomar algo de aire fresco y a caminar un poco para hacer la digestión; tras andar unos minutos me tope con un riachuelo colina abajo, en el cual bebí unos sorbos de agua. Entonces note la presencia de alguien que se acercaba volando… era Gohan.

Me esta dando sueño, será mejor que vaya a la cama y continúe por la mañana.

1 comentario:

Vitrioluz, El Fecundo en Ardides dijo...

Y no invitaron al Señor Pikoro?... jejeje perdón es que es mi favorito!