viernes, 23 de septiembre de 2011

Las Memorias de Vegeta (Entrada 29)

6 de Julio de 791

Cell temblaba de furia y miedo ante mi persona, emitía guturales gruñidos similares a los de un perro acorralado.

-         ¿Dices que eres “súper Vegeta”?... ¿a que te refieres con eso?- Pregunto encolerizado.
-         Me da pereza explicártelo, así que puedes imaginarte lo que quieras.
-         ¡Te estas burlando de mi diciendo que eres súper vegeta! En el futuro tu fuiste asesinado por el androide No. 17 y yo he absorbido esos asombrosos poderes, ¡Hasta un niño sabría quien de los 2 es mas fuerte! – Cell azotó su grotesca cola contra el suelo haciendo que se resquebrajara.
-         Bueno pues como dice el dicho: “perro que ladra no muerde” si vas a seguir fastidiando con eso es mejor que te preocupes por tu pellejo. Pero ni en sueños podrás vencerme.

El monstruo agrando su ki y salto unos cuantos metros hacia atrás. Después tomo una postura muy familiar para mi… era mi Galik Ho – No olvides que también tengo tus células – grito antes de arrojarme su energía, pero ni siquiera tuve necesidad de desplegar mi aura, nadie conoce mejor el defecto de esta técnica que yo. Y es que sin importar cuanta fuerza se utilice es sumamente fácil de desviar, basto con concentrar mi energía en mis músculos para que el ataque me pasara por encima como la corriente de un rió. El muy idiota de Cell fue incapaz de controlar el poder, por lo que la tierra bajo sus pies colapso enterrándolo entre los escombros. Cuando el polvo se asentó, la entupida sonrisa triunfante en su rostro se borro.


-         Vaya, parece que después de todo si tienes mis células. Pero aunque puedas usar mi técnica, la diferencia de poder es demasiado grande. Eres basura.
-          Grr Ya cállate.
-         Veo que no quieres entenderlo, entonces significa que tienes la cabeza hueca.
-         No es posible… ¡Esto no puede estar pasando!

Cell desplegó su ki y me ataco nuevamente, pero nuevamente sus intentos fueron en vano, la paliza que le estaba dando era tan brutal que bien podría decir que me excedí un poco. Pero me estaba divirtiendo mucho con mi “costal de arena” había pasado mucho tiempo desde que pelaba de esta manera, ni siquiera contra la androide No. 18 pelee así. Barrí con el desde el suelo hasta el lecho marino y para cuando por fin le di un respiro estaba completamente anonadado.

-         ¿Quieres que te muestre que tan terrible es la realidad? – le pregunte.
-         Grr uh aahh – Cell estaba fuera de si a causa de la frustración-
-         Haya esta Trunks – le dije mientras señala a donde estaba mi hijo observándonos- su poder no se compara con el mió pero esta muy cerca de mi nivel… y puede hacerte pedazos – me sentí brevemente orgulloso de mis palabras.

La cara de Cell mostraba una cara de espanto e incredulidad empapada en sudor frió.

-         Es deshonroso decirte que aunque uses todos tus poderes para combatir, llegaste a un nivel demasiado bajo, me haz decepcionado. ¡No eres lo que aparentas, había venido a pelear con un sujeto poderoso! –hice una pausa para escupir en señal del asco que me comenzaba a provocar esta criatura- Pero resultaste ser un pobre diablo que solo merece la muerte.
-         ¡UUUAAAAAAH! – su alarido era el de una bestia moribunda, recuerdo haber pensado “patético” - ¡MALDICION! Si tan solo pudiera, ¡Si tan solo pudiera desarrollarme por completo! Ya te hubiera derrotado ¡Maldita No. 18!

Sus excusas por fin llamaron mi atención, si no mal recordaba, Piccoro dijo que Cell buscaba a ambos androides para desarrollarse, y al parecer aun le faltaba la chica. Mi interés volvía a despertarse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta! ya leí toodooo, muchas felicidaes! espero que pronto subas uno nuevo :)