domingo, 19 de junio de 2011

Las Memorias de Vegeta (Entrada 24)


2 de Julio 791

Tomada la decisión, Trunks comenzó a entrenar majo mi mando, si bien no podía dedicarle todo mi tiempo, podría pulir un poco sus técnicas con solo supervisarlo. Para empezar tendría que comprobar sus capacidades.

-         Muéstrame tu ataque mas poderoso – le ordene.
-         ¿Mi ataque más poderoso?
-         Tu mejor técnica.
-         D- de acuerdo

Se paro encarando al vació, respiro profundamente y agito sus manos en una serie de movimientos rápidos.

-         ¡BURNING ATACK!

Des su brazos extendidos una ráfaga de energía salia disparada al infinito horizonte enfrente de nosotros, pero se perdió en meros segundos tras los cuales se escucho la explosión a lo lejos. Por el sonido calcule que debió ser unos 10km de donde estábamos.


-         ¿Eso es todo? – pregunte al tiempo que arqueaba una ceja.
-         No, si me transformo en súper saiyajin…
-         Eso no importa, si no eres capaz de controlar tu técnica no importa cuanto poder tengas o cuanta energía seas capas de controlar
-         Bueno, creo que la controlo bien, puedo dar en el blanco sin problema.
-         ¿Y si el blanco se mueve? ¿crees que tu enemigo te dará la oportunidad de intentarlo de nuevo?
-        

Trunks permaneció en silencio mirando al suelo por un momento, sus ojos se movían de derecha a izquierda tratando de analizar mis palabras – Observa – extendí mi mano derecha al frente y dispare una esfera de energía no mas grande que una naranja, esta se alejo a gran velocidad pero antes de perderse de vista cambio súbitamente su dirección, elevandose.

-         ¿Pero que fue lo que paso? – Pregunto Trunk boquiabierto.
-         Je, esto es lo que significa controlar una técnica – le conteste al tiempo que la esfera novia cambiar su rumbo, esta vez dirigida hacia el rostro del chiquillo

Cunado se dio cuanta de que el proyectil lo golpearía cerro los ojos y se cubrió el rostro con los brazos, tras unos segundos, se atrevió a mirar al ver que no había impactado. El brillante orbe se encontraba flotando sobre la pala de mi mano izquierda iluminando la pasmada cara de Trunks.

-         Toda energía que lanzas esta imbuida de tu voluntad, al ser consiente de esto puedes manipularla aun después de haberla expulsado – comencé a explicarlo – El limite de lo que puedas hacer con ella o la distancia a la que tienes control de tu energía depende de tu experiencia al manejarla y tu propia capacidad natural para dominar tu energía.
-         No sabia que pudiera hacerse esto con el ki, si tan solo hubiera sabido esto, mi pelea con los androides en mi época habría sido mas fácil.
-         ¡Imbecil! – le reprendí de pronto – esto es tan solo una aplicación practica de la energía, una pelea no se gana con trucos baratos como este.
-         Ya, ya veo, discúlpame papa.
-         Practica hasta que puedas mover una esfera a tu antojo.
-         ¡Si! – respondió enérgicamente al tiempo que se paraba recto.
-         Ah, y no comerás nada hasta que lo logres – le dije mientras me alejaba dando le la espalda.
-         ¿Eeehhh?

Ahora que Trunks estaría ocupado, podía concentrarme nuevamente en mi propio entrenamiento, así que decidí calentar un poco; mientras estrene bajo la gravedad aumentada de mi nave, descubrí que obtenía mejores resultados comenzando a entrenar ligeramente antes de usar toda mi fuerza. Corrí cerca de 50km alrededor de la estructura en la que habitábamos, y realice un poco de estiramiento, cuando mi cuerpo por fin transpiro un poco, inicie a entrenar en forma. Uno de mis primeros objetivos era incrementar mi velocidad, para ello no había mejor ejercicio que le carrera; materialice una esfera de energía en mi mano poco mas grande que un pelota de basket ball, me enfoque en su densidad haciendo que fuera sólida y resistente, una vez estuve satisfecho con sus propiedades la arroje a lo lejos con todas mis fuerzas para después perseguirla. Volé a toda mi velocidad con la intención de rebasarla, cuando me adelante a ella la patee en dirección opuesta y volví a perseguirla. Cada vez que golpeaba la esfera la hacia moverse en un ángulo distinto, imprimiendo mas fuerza y velocidad con cada ataque, de este modo se me dificultaba mas seguirla conforme la hacia rebotar.

Luego de 30 minutos mi estamina se había agotado, perdí la cuenta de cuantas veces tuve éxito en alcanzarla y golpearla, pero ahora tenía una idea del límite de mi velocidad y resistencia en mi estado normal. Fui a beber un poco de agua y repetí el ejercicio por el resto del día, las únicas pausas que hice fueron para beber más y cenar. A pesar de que en este lugar no existía el día o la noche, el reloj a la entrada marcaba el tiempo como corría aquí adentro, por ello podíamos saber cuanto tiempo del día había transcurrido. Mientras cenaba una docena emparedados de pavo y tomate puede ver a Trunks a lo lejos, parecía tener problemas manipulando su energía. Al verlo recordé la única vez que mi padre me entreno, tenia yo 6 años, a esa edad un niño saiyajin ya debía ser plenamente autosuficiente, capaz de sobrevivir en un planeta desabitado por si solo. Pero en el caso de la familia real esto no bastaba, para ser considerado digno de ser el príncipe tenia que aprender a controlar mi energía, es decir dominar las habilidades básicas de un saiyajin tales como expulsar mi aura, lanzar ráfagas de energía y volar.

Mi padre por su puesto no iba a tolerar que su hijo no fuera capaz de esto por lo que ordeno a Nappa que iniciara mi adiestramiento tan pronto fui capaz de caminar, pero fu mi padre quien me enseño todo lo básico en cuando al control de la energía. Siempre fue estricto y en mas de una ocasión me dejo mal herido, aun así siempre me dedico una sonrisa aprobatoria cada vez que dominaba alguna técnica. Perdido en mis pensamientos termine de cenar y después de un rato volví a mi entrenamiento. Horas mas tarde la temperatura en la habitación del tiempo había descendido casi al punto de congelación, para mi apenas y presentaba una dificultad, durante mis viajes por el espacio me enfrente a condiciones adversas a menudo, pero para Trunks esto presentaba un obstáculo muy grande, si bien su cuerpo era mas resistente que el de un humano normal, el duro clima comenzaba a afectar su resistencia. Después de unas horas en el frió pude sentir que su energía se desvanecía, al acércame lo vi tirado inconciente y casi cubierto de hielo, sin duda estaba al borde de la hipotermia. Mi instinto saiyajin me decía que lo dejara allí tendido, que si no sobrevivía a esto no podría ser un guerrero de verdad; pero el rostro de su madre aparecía en mi mente así como la imagen de su yo presente. Le levanté echándomelo al hombro y me lo lleve de vuelta al dormitorio. La temperatura del edificio siempre estaba mas templada que en el exterior, por lo cual era habitable, pero no bastaría para calentarlo a tiempo, así que le apunte con mi mano izquierda e irradie mi energía en forma de ondas, el calor emitido por ellas pronto seco su ropa y conforme su cuerpo se caldeaba vi que su respiración se normalizaba, entonces lo deposite en la cama y volví a entrenar, cuando despertara le daría un escarmiento por su debilidad.

Hablando de eso, hace tiempo que no entreno con Trunks, creo que iré a pasar un poco de tiempo “padre e hijo” con el… el estilo saiyajin claro esta.

No hay comentarios: