domingo, 5 de diciembre de 2010

Las Memorias de Vegeta (Entrada 14)



26 de Junio 791 9:20pm

Faltaba  1 hora para que los androides hicieran su aparición, y la presencia de Kakarotto o de los demás, con el estomago lleno y mi corazón lleno de ansias solo había una cosa que podía ayudarme a pasar el tiempo, y dado que no había dormido desde hacia cerca de 18hrs. Decidí tomarme una siesta en uno de los árboles del parque. Levite hasta las ramas mas altas, lo ultimo que quería era que alguna sabandija curiosa me molestara.

Estoy seguro de haber soñado algo, pero no logro recordar que fue. Un estruendo lejano y el barullo de la gente me hizo despertar, al momento pude sentir las presencias de Kakarotto, Gohan y Piccoro, notaba también otras presencias mas pequeñas pero no es preste atención. ¿Cuánto tiempo había dormido?, mire al cielo buscando el sol, no esta seguro pero sabia que eran más de las 11:00, ¡maldición!


Salí disparado a toda mi velocidad haciendo que las hojas del árbol se arrancaran de sus ramas. En un par de minutos sobre volaba por la pequeña isla, un rastro de destrucción me indico que la batalla se había movido de lugar – Seguramente fue idea de Kakarotto – pensé, sabia que ese idiota sentimental no querría que personas inocente murieran. Busque tanto con la vista y mi ki la ubicación de la pelea, pero ya no estaban cerca, se alejaban rápidamente, debía seguirlos, pero no quería que se dieran cuenta de mi presencia, manteniéndome en anonimato podría observar el desarrollo de la pelea, así podría comprobar la verdadera fuerza de Kakarotto; seguí volando a una menor velocidad, contando con que no pudieran sentir mi presencia mientras estuvieran concentrados en su objetivo.

Pasaron cerca de 10 minutos cuando de repente se detuvieron abruptamente, a la distancia que nos separaba podía ver a dos individuos que descendían con rapidez hacia el suelo de una desolada llanura. Me extrañe por un momento el no poder sentir energía alguna de esos seres, pero después de reflexionarlo me di cuenta que debían ser los androides, tras pensarlo un poco mas deduje que no necesariamente eran entes vivos así que era de esperarse que no tuvieran un ki. Descendí casi hasta rozar el mar y volé hacia tierra firme, si me mantenía fuera de la vista de todos y me limitaba a moverme con mis propias piernas no habría forma de que pudieran encontrarme.  Al tocar el suelo me apresure a recorrer las colinas que bordeaban la llanura hasta encontrar un terreno elevado que me proporcionara una vista amplia de todo el campo. Entonces los vi, Kakarotto y los demás estaban de frente a dos sujetos, un anciano y un tipo gordo y palido, ambos vestidos de forma muy estrafalaria. Pero mi atención se centro nuevamente en Kakarotto, se veía agitado y sudando profusamente, ¿que había ocurrido?, ¿a caso había peleado? No, no era posible que eso hubiera pasado, ninguno mostraba heridas o algo que diera a entender lo contrario.

 De pronto Kakarotto se trasformo en súper saiyajin y ataco al gordinflón, sin problema estaba barriendo el suelo con el, pero no podía dejar de pensar que algo no andaba bien. Se como pelea Kakarotto, pero en ese momento parecía desesperado por terminar la pelea, sus golpes eran fuertes pero mal colocados.

No paso mucho tiempo antes de que la bola de grasa cayera al suelo, cuando su oponente se dispuso a eliminarlo con su Kame Hame Ha, paso lo inesperado, el androide obeso alzo una mano y absorbió la energía del Kame Hame Ha hasta reducirlo a nada con una sorprendente facilidad dejando a Kakarotto anonadado y jadeante. - ¡Goku, no le lances energía, ellos pueden absorberla! – grito Piccoro desde el suelo. Pense que esa era la razón de su fatiga pero pronto vi que me equivocaba, el androide comenzó a golpear a ese inepto con tanta facilidad que me resultaba difícil creer que era el mismo Kakarotto que había derrotado a Freezer.

En medio del escándalo de la pelea creí a Gohan escuchar decir algo sobre una enfermedad y entonces regreso a mi mente la historia del chiquillo que venia del futuro, Kakarotto estaba enfermo del corazón. Krilin le arrojo una semilla del ermitaño pero evidentemente no sirvió de nada, puesto que ahora era el quien volaba de un lado a otro por los golpes esa chatarra, hasta que quedo tendido en el suelo y perdió su transformación. La hojalata se dejo caer sobre el haciéndolo proferir gritos ahogados de dolor, luego sujeto su cuello, probablemente estaba absorbiendo su energía. De inmediato las demás sabandijas fueron en su ayuda pero fueron detenidas por el androide con aspecto de anciano, Piccoro trato de atacarlo, pero este le atravesó el pecho con rayos que disparo por los ojos; mientras tanto Kakarotto trataba inútilmente de liberarse de su atacante, sus fuerzas cedían lentamente mientras estés le absorbía la energía - ¡Maldita sea Kakarotto! – pensé  al tiempo que me apresure a donde se encontraban, todos estaban distraídos por lo que no notaron mi presencia. Patee la sebosa cabeza del androide que tenía sujeto a Kakarotto haciendo que derrapara por el suelo varios metros.

-         Mi deber es acabar con Kakarotto… ¡ustedes chatarras caminantes no se metan!
-         ¡Es Vegeta! – dijo alguno de los insectos retenidos por el otro androide-

Ahora era obvio lo que había pasado, solo yo que conocía los secretos de un súper saiyajin podía entender lo que ocurría dentro del cuerpo de Kakarotto. Al transformarse el metabolismo se altera para compensar la descarga repentina de energía, naturalmente el corazón late mucho mas rápido, aun sin saber exactamente como afectaba su enfermedad a su organismo comprendí que el esfuerzo y la carga supuesta por la transformación habían detonado los síntomas. – Kakarotto, acabo de ver todo. A pesar de que te habías percatado de tu enfermedad te convertiste en súper saiyajin… ¡imbecil! Por haber hecho eso tu enfermedad avanzara mucho mas rápido de lo que pensabas – respire profundo y me tranquilice un poco, la estupidez de este insecto casi me cuesta mi venganza – tu sabes que mi objetivo siempre ha sido destruirte.

Viéndolo ahí tirado como un muñeco de trapo me causaba repulsión, había estado esperando este día con ansias y el muy idiota me lo echaba perder… pero no iba a dejarlo morir, no así, el debía perecer por mi mano.

Mire a Piccoro que se había incorporado de nuevo, ya me lo esperaba, un ataque así no podría haberlo matado. De una patada en el costado mande a volar a Kakarotto como un costal de estiércol, aun puedo recordar la sensación de un par de sus costillas rompiéndose bajo mi pie; el Namekuseijin lo atrapo sin decir una palabra. Luego de ordenarles que se lo llevaran y le administrasen la medicina centre mi atención en los armatostes. Se sentían muy confiados, balbuceaban acerca de lo invencibles que eran y de cómo matarían a Kakarotto una vez que nos aniquilaran a nosotros… Ilusas bolsas de tornillos, estaban a punto de llevarse una sorpresa al igual que los demás. De pronto el androide gordo y pálido se encaro contra mi mostrándome su mano derecha, un enorme “lunar” rojo se ubicaba en el centro de esta.

-         Por lo que pude ver no debo dejarme tocar por ustedes ya que por sus manos absorben la energía.
-         Vegeta, sabemos que haz incrementado mucho tu nivel de pelea – dijo al tiempo que acariciaba la arracada en su robusta oreja.
-         Si, también supe que a partir de la batalla con Freezer ustedes hicieron sus deducciones… La fuerza de nosotros los saiyajin no se puede saber haciendo cálculos
-         Ju ju – el pobre idiota aun se sentía confiado.
-         Estoy interesado en saber si ustedes pueden sentir el miedo ¡aunque sean unos robots!
Concentrando mis fuerzas y ejerciendo presión en mi cavidad toraxica dispare la transformación, después de mucho practicarlo logre controlarlo a voluntad. Senti como el torrente de adrenalina inundaba mi cuerpo mietras, sentí las palpitaciones de mi cuerpo aumentar hinchando las venas de mi frente. La sorpresa en los ojos de los androides y de las demás sabandijas era mucho mejor de lo que esperaba, había valido la pena mantenerme de incógnito todo este tiempo.

-         No puede estar pasando esto, ¿Cómo puede Vegeta convertirse en súper saiyajin?  ¿a caso no debía ser tranquilo y de corazón puro?- dijo Krilin con nerviosismo, ¿Qué iba a saber ese enano pelón sobre ser un súper saiyajin?
-         Yo soy tranquilo- empecé a contestar – y mi corazón es puro… ¡mi corazón es pura maldad!

Me sentí con el derecho de alardear sobre mi logro, así que resumidamente les conté la crónica de mi entrenamiento. Remembrando los días de duro entrenamiento, los sentí como viejos y añorados. Intentando sorprenderme durante mi monologo el androide obeso me disparo rayos de sus ojos, no hubo necesidad de esquivarlos, durante los meses posteriores a mi primera transformación analice a conciencia las capacidades de este estado. El aura emitida podía disrumpir ciertos ataques basados en energía; repitió su ataque sin efecto alguno. Y luego se lanzo a golpearme. Quería comprobar que tan fuerte era así que recibí sus ataques de lleno, la adrenalina que corría por mi cuerpo era tanta que el dolor era neutralizado, no cabía duda de que el cuerpo de un súper saiyajin era un arma perfecta, deje que me golpeara a su gusto hasta que me hizo retroceder un par de pasos, sentí un hilillo de sangre correr por mi barbilla y a penos una ligera picazón en mi rostro, decepcionante… pero ahora era mi turno.

Ya no podía contener la agresividad generada por mi transformación, mis genes de saiyajin ardían tanto que casi podía sentirlos y la sed de sangre característica de mi raza me quemaba por dentro. Lo ataque si piedad desde el principio, hacia 3 años que no tenia un combate y estaba ansioso por romperle la cara a alguien. Después de una gratificante paliza lo deje hundido en un cráter, sabia que no había muerto y me estaba tendiendo una trampa, aun así baje al fondo del cráter y me acerque a el. Tal como lo esperaba s alzo rápidamente para sujetarme las manos, obviamente intentaba absorber mi energía, su sonrisa de triunfo hizo que mi sadismo se apoderara de mi; sabiendo que no me soltaría empuje con mis pies contra su cara de cerdo y empuje, empuje cada vez mas fuerte hasta que sus manos se desprendieron del resto de su cuerpo. La mirada de miedo en ese robot era como droga en mi torrente sanguíneo, cuando empezó a huir despavorido ante la incredulidad de su compañero supe que no podría traerme mas satisfacción.

¡Ah, demonios!, Bulma quiere que me vaya acostar ya; justo cuando estaba llegando a la mejor parte, bueno, creo que me desquitare “jugando” un poco antes de dormir, así continuare fresco en la mañana.

1 comentario:

Digiacrb dijo...

Genial entrada me gusto mucho, md iso recordar ciertas cosas de DragonBall que se me habian olvidado n_n, me entretube bastante rato.
Continua pronto, que me encanta este fic, y ¿no has pensando publicalo mas de una vez a la semana? es que estaria chido que fueron 2 veces, eso estaria super, ademas que soy algo impaciente bueno cuidate y continua pronto