martes, 14 de agosto de 2007

El primer hotel espacial será español

Madrid- España se abre paso en el incipiente mercado del turismo espacial. Si ya somos una potencia como principal destino y con muchas de las mayores cadenas hoteleras del mundo, ¿por qué no serlo también fuera del planeta? Esto debieron pensar los impulsores del proyecto Galactic Suite, el arquitecto barcelonés Xavier Claramunt y el pionero de internet Marsal Gifra, que planean construir el primer hotel orbital permanente.
Su empresa no es sólo un sueño, sino una iniciativa en marcha que supondrá una inversión hasta 2012 de 2.000 millones de euros, para la que ya cuentan con interesados árabes y japoneses. El proyecto incluye: un complejo en las Islas Granadinas con puerto espacial; un resort de lujo en tierra para el entrenamiento previo al vuelo; el hotel orbital en sí y un transbordador que llevará a los turistas a 400 kilómetros de altura.
Ésa es la fecha prevista, 2012, para los primeros viajes, aunque las reservas se podrán realizar ya a partir del año que viene. La aventura, que tendrá un coste de tres millones de euros, incluirá estancia y entrenamiento de 18 semanas en el resort caribeño, el viaje a las estrellas y tres días de estancia en el complejo espacial. El hotel, que girará en una órbita paralela al ecuador 15 veces al día, se compondrá de cuatro módulos iniciales, de cuatro por ocho metros, unidos entre sí por una base que actuará a la vez de zona común y puerto de atraque del transbordador, que permanecerá los tres días anclado hasta el viaje de retorno. Cada módulo, con forma de cápsula, tendrá un gran ventanal con vistas a la Tierra, así como dos zonas, diurna y nocturna.
Con el fin de completar la oferta, los turistas también participarán en experimentos científicos, para lo que la compañía ya ha iniciado contactos con universidades e instituciones interesadas en aprovechar la ingravidez para sus proyectos.
Para los promotores de la idea, lo menos complicado será construir y enviar al espacio la estación modular, algo que pueden hacer los actuales cohetes Soyuz rusos o Ariane franceses. Sin embargo, otra cosa es lograr un transbordador rentable capaz de alcanzar la altura orbital y realizar la arriesgada maniobra de reeentarda en la atmósfera.
En las islas, que planean adquirir, se construirá también un museo aeroespacial y una zona de ocio desde la que se podrán ver los despegues. Una vez superados los principales obstáculos, se espera poder programar dos viajes semanales y enviar a 350 personas al año. Si tiene buena acogida, no se descarta poner más hoteles en órbita, informa Efe.
El turismo espacial, que arrancó en 2001 con Dennis Tito, espera dar su próximo paso el año que viene con el vuelo inaugural de la nave suborbital Space Ship de Virgin Galactic, la «low cost» del cosmos.

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